Los dientes de los primeros neandertales podrían indicar que el linaje de la especie es más antiguo de lo que se pensaba

Una colección de dientes Hominin utilizados para determinar la tasa de evolución de los dientes entre los ancestros humanos. (Aida Gómez-Robles / Ana Muela / José María Bermúdez de Castro)

Algunos de los restos más antiguos conocidos del Neandertal incluyen dientes que podrían hacer retroceder la división con los linajes humanos modernos, pero no todos los científicos están convencidos.
En una cueva llamada "fosa de huesos", en las montañas Atapuerca de España, una colección de dientes de 430.000 años de antigüedad son curiosamente más pequeños de lo que cabría esperar de los cráneos con los que fueron encontrados. La anomalía tiene un científico que sugiere que los linajes de los humanos modernos y los neandertales se dividieron hace unos 800.000 años, decenas de miles de años antes de lo que los estudios genéticos han estimado.

Fuente: https://www.smithsonianmag.com/science-nature/teeth-early-neanderthals-may-indicate-species-older-thought-180972184/?fbclid=IwAR3KlAlbRQE8RS0jXDVqBVmCI1eHp0Q8hetSreghB4FaRPlyToxES0QMqdg

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Dice el Libro de Urantia:

(720.6) 64:3.5 Hace 850.000 años las tribus superiores de Badonán comenzaron una guerra de exterminio contra sus vecinos pobremente dotados similares a los animales. En menos de mil años la mayoría de los grupos de animales de los rebordes de estas regiones habían sido aniquilados o forzados a retroceder a los bosques meridionales. Esta campaña de exterminio de los seres pobremente dotados hizo que se mejoraran un poco las tribus de las colinas de aquella edad. Los descendientes mezclados de esta estirpe mejorada de los badonitas aparecieron en el escenario de la acción aparentemente como una raza nueva, la raza Neandertal.

(737.5) 65:6.5 Se esclarece la continuación de tales ajustes biológicos por la evolución de los dientes en los mamíferos superiores urantianos; éstos ascendieron a treinta y seis en los antepasados remotos del hombre; y después iniciaron un reajuste de adaptación hacia los treinta y dos en el hombre de los albores y sus parientes cercanos. Hoy por hoy la especie humana tiende hacia los veintiocho. El proceso de la evolución sigue progresando activamente por adaptaciones en este planeta.