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jueves, 30 de noviembre de 2017

El escudo invisible que protege la Tierra

Recordando aquello que nos dice el Libro de Urantia sobre capas las capas protectoras de Urantia: 

58:2.4 (666.1) Vuestro sol vierte verdaderos torrentes de rayos mortíferos a raudales, y vuestra vida amena en Urantia se debe a la influencia «fortuita» de más de dos veintenas de operaciones protectoras, aparentemente casuales, similares a la acción de esta capa de ozono única.

41:2.8 (457.7) La supervisión de la energía de poder en los mundos habitados evolutivos es responsabilidad de los Controladores Físicos Decanos, pero estos seres no son responsables de todos los trastornos energéticos en Urantia. Existe una cantidad de motivos para dichos disturbios, algunos de los cuales están más allá del dominio y control de los custodios físicos. Urantia está ubicada en las líneas de tremendas energías, un pequeño planeta en un circuito de masas enormes, y los controladores locales a veces emplean enormes números de su orden en el esfuerzo por equilibrar estas líneas de energía. Funcionan bastante bien respecto de los circuitos físicos de Satania, pero tienen problemas en aislarse contra las poderosas corrientes de Norlatiadek.


(326.6) 29:4.24 Estos transformadores son poderosos y eficaces interruptores vivientes, siendo capaces de colocarse a favor o en contra de una disposición o direccionalización del poder. También son hábiles en sus esfuerzos en aislar a los planetas contra las poderosas corrientes de energía que pasan entre gigantescos vecinos planetarios y estelares. Sus atributos de transmutación de la energía los hacen sumamente útiles para la tarea importante de mantener el equilibrio general de la energía, o equilibrio del poder. A veces parecen consumir o almacenar la energía; en otros momentos, parecen exudar o liberar la energía. Los transformadores son capaces de aumentar o disminuir el potencial de «la batería» de las energías vivientes y muertas en sus reinos respectivos. Pero tratan tan sólo con las energías físicas y semimateriales, no funcionan directamente en el ámbito de vida, ni tampoco cambian las formas de los seres vivientes.




Articulo:




El escudo invisible que protege la Tierra al estilo 'Star Trek'

  • Descubren un escudo invisible situado a unos 11.587 kilómetros sobre la Tierra, capaz de bloquear a los llamados 'electrones asesinos' durante las tormentas solares.



Una nueva realidad supera a la ficción. Los universos Star Trek y Stargate imaginaron una tecnología superior capaz de generar escudos protectores artificialmente. Sin embargo, a la Tierra no parece hacerle falta la tecnología de la Flota Estelar ni la de la raza Asgard, pues el planeta parece haber generado de forma natural un caparazón invisible. Sin embargo, los científicos todavía no saben cuál puede ser el origen de este fenómeno, pues lo consideran contrapuesto a la manera habitual de actuar de las partículas en los sistemas astrofísicos. Después de este descubrimiento, los teóricos tendrán que cambiar sus modelos sobre esta materia.
"Francamente, cuando vimos esta 'barrera' persistente que actuaba contra los electrones altamente energéticos en la magnetosfera de la Tierra, me quedé totalmente perplejo y desconcertado. Era como si las ráfagas de electrones se estampasen contra una pared de cristal en el espacio", cuenta a este diario el profesor Daniel Baker, investigador principal de este estudio publicado en la revista Nature. "¿Por qué? -pensó cuando vio el 'escudo' por primera vez- ¿Por que habría de existir un límite que frenase el movimiento de las partículas? ¿Qué será?".
Los electrones ultrarelativistas podrían ser peligrosos para seres vivos y equipos electrónicos si llegasen a la Tierra.
El descubrimiento fue obra de un equipo de astrofísicos dirigido por la Universidad de Colorado Boulder. Los investigadores hallaron una 'pantalla' que repele a los llamados 'electrones asesinos', procedentes de las tormentas solares. Estas partículas subatómicas llegan desde el Sol a la Tierra como una lluvia de proyectiles electromagnéticos, pues, cuando las eyecciones solares de masa coronal (CME) son muy potentes, estos electrones viajan a una velocidad cercana a la de la luz, amenazando con dañar a los astronautas, a los satélites y a los sistemas espaciales.
Además, según explica el astrónomo Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN), "si estas partículas alcanzasen la superficie del planeta serían potencialmente muy peligrosas, tanto para los seres vivos como para los sofisticados equipos electrónicos sobre los que reposa hoy nuestra civilización".

Cinturones Van Allen. 
El escudo en cuestión se encuentra a unos 11.587 kilómetros de la Tierra, en el interior de los cinturones Van Allen, dos anillos de electrones y protones de alta energía con forma de donut, descubiertos por el profesor James Van Allen en 1958, que se encuentran a más de 40.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Estos cinturones de radiación se expanden y se contraen en respuesta a las perturbaciones de energía procedentes del Sol, según explica el profesor Baker, que, además, es antiguo alumno de Van Allen.
El equipo de Baker no se topó con la barrera 'de casualidad', sino que llevaban algún tiempo analizando esa zona. Los anillos Van Allen fueron el primer descubrimiento importante de la era espacial y, desde 2013, Baker dirige una investigación para encontrar un tercer cinturón 'de almacenamiento' entre los dos primeros, analizando las mediciones del Telescopio de Relatividad de Electrones y Protones (REPT) de las sondas gemelas Van Allen, que fueron lanzadas por la NASA en el año 2012.

Un rompecabezas cósmico

Cuando los científicos lograron este descubrimiento, se desconcertaron. "Estamos viendo un escudo invisible que bloquea electrones, algo así como los escudos creados por campos de fuerza en Star Trek para repeler armas alienígenas", relata Baker. "Es un fenómeno extremadamente desconcertante".
Los científicos barajan opciones como la influencia del campo magnético de la Tierra o las ondas de radio.
Al intentar buscar una explicación plausible, los astrofísicos pensaron inicialmente que los electrones altamente cargados, que dan la vuelta a la Tierra a 160.934 kilómetros por segundo, podrían ser frenados en la atmósfera superior y gradualmente aniquilados al interactuar con las moléculas del aire. Sin embargo, según explica Baker, la barrera observada por las sondas de los cinturones Van Allen consigue parar a los electrones mucho antes de que consigan alcanzar la atmósfera.
Así todo, el grupo no se rindió y barajó un gran número de escenarios en los que se podría crear y mantener una barrera de este tipo. Otra de las posibilidades que surgió es si se podría haber generado por la influencia de las líneas del campo electromagnético de la Tierra. También apuntaron a las ondas de radio de los transmisores humanos, preguntándose si éstas podrían dispersar a los electrones, impidiendo que continuasen su camino. Sin embargo, según asegura Baker, ninguna de estas teorías tiene un buen fundamento científico.
Un silbido plasmaférico podría tener un papel clave en la barrera.
El escenario que parece más posible al equipo es la influencia de la plasmafera, una gigantesca nube de gas frío con carga eléctrica que comienza a unos 965 kilómetros sobre la Tierra y se extiende hacia miles de kilómetros a lo largo del cinturón Van Allen exterior. Según Baker, la plasmafera podría estar dispersando los electrones con baja frecuencia en la barrera, de forma que las ondas electromagnéticas crearían un 'silbido' plasmaférico que sonaría como el ruido blanco en un altavoz.
Así, Baker cree que el silbido plasmaférico podría jugar un papel clave en la barrera. Sin embargo, todavía sigue desconcertado y se sigue preguntando cómo puede ser posible este comportamiento tan tajante, cuando lo natural sería que "algunos electrones consiguieran pasar la barrera y otros rebotasen", pero en este caso ninguno logra entrar. "Sinceramente, todavía creo que todo esto es un rompecabezas".
Como buen astrofísico, Baker es aficionado a los enigmas. "Vamos a continuar nuestros estudios en los cinturones Van Allen de la Tierra para ver cuánto tiempo puede persistir esta barrera, tememos que el Sol arruine el escudo con una CME, aunque también queremos entender por qué todavía no ha desaparecido. Además, no nos sentimos muy satisfechos con las actuales explicaciones y así, como con todos los buenos rompecabezas en astrofísica, buscaremos las mejores y más satisfactorias respuestas a la pregunta '¿Por qué?'".
Sin embargo, a pesar del enigma de la pantalla invisible de Baker, Rafael Bachiller no deja de fascinarse al "ver cómo la naturaleza hace de este planeta un oasis privilegiado para que prospere la vida".


martes, 28 de noviembre de 2017

Antes del Big Bang...



Según Silva Neves, la fase de expansión acelerada no excluye la posibilidad de que ésta se haya visto precedida por una etapa de contracción del espacio-tiempo. Y postula la posibilidad de que el cambio de una fase de contracción a otra de expansión quizá no haya destruido todos los vestigios de la etapa anterior.

"¿Y si existen vestigios de agujeros negros en la actual etapa de expansión que datan de la fase de contracción anterior y que pasaron incólumes por el cuello de botella del rebote?", declaró.

Es precisamente en los agujeros negros donde Silva Neves ubica el punto de partida de sus investigaciones al respecto de lo que denomina "Universo con rebote", de contracción seguida de expansión.

"La inspiración del Universo con rebote surgió de un truco matemático tendiente a evitar a formación de singularidades en un agujero negro. Hay dos formas de singularidad en el Universo. Una fue la supuesta singularidad cosmológica o Big Bang, y la otra se esconde detrás del horizonte de eventos de los agujeros negros", dijo.

Los agujeros negros son los objetos cósmicos más misteriosos. Están formados por el núcleo de implosión que restó de la explosión de una estrella gigante. Ese núcleo se contrajo hasta formar una singularidad, un punto de densidad infinita cuya atracción gravitacional es la más grande que se conoce. Nada escapa a ella, ni siquiera la luz.

Las singularidades se encuentran en el centro de los agujeros negros, escondidas detrás del horizonte de eventos, una membrana que señala el punto de no retorno, a partir del cual nada escapa al destino inexorable de ser devorado y destruido por la singularidad.

"Pero no todos los agujeros negros necesitan tener singularidades en su interior, al menos no en teoría. En el interior de los llamados agujeros negros regulares no existen singularidades", dijo Silva Neves.

En 1968, el físico estadounidense James Bardeen se valió de un truco matemático para modificar la solución de las ecuaciones de la Relatividad General que describen a los agujeros negros.

Este artificio consistió en considerar la masa del agujero negro ya no como una constante, tal como se hacía hasta entonces, sino como una función que depende de la distancia hasta el centro del agujero negro. Una vez efectuada esta modificación, de la solución de las ecuaciones emergió un agujero negro distinto llamado regular.

"Lo que define a un agujero negro no es la singularidad sino el horizonte de eventos. Fuera del horizonte de eventos de un agujero negro regular no hay grandes cambios, pero en su interior las alteraciones son profundas. Hay un espacio-tiempo distinto que evita la formación de la singularidad. Los agujeros negros regulares están permitidos pues no violan la Relatividad General. Este concepto no es nuevo y se lo ha venido empleando bastante durante las últimas décadas", dijo Silva Neves.

Si la inserción de un truco matemático en las ecuaciones de la Relatividad General impide la formación de singularidades en los agujeros negros regulares, ¿sería posible crear un artificio similar tendiente a eliminar la singularidad en un rebote regular?

"Para medir la tasa de expansión del Universo, en la cosmología estándar, en la cual existe un Big Bang, se emplea una función matemática que depende únicamente del tiempo cosmológico", dijo Silva Neves.

Y allí es donde entra en escena el truco matemático. Silva Neves y su supervisor de posdoctorado, Alberto Vazques Saa, profesor titular del Instituto de Matemática, Estadística y Computación Científica de la Unicamp, introdujeron en las soluciones de las ecuaciones de la Relatividad General que describen la geometría del cosmos un "factor de escala" que hace que la tasa de expansión del Universo no dependa únicamente del tiempo sino también de la escala cosmológica.

 "Para mí el Big Bang no existió", dijo el físico brasileño Juliano César Silva Neves, del Instituto de Matemática, Estadística y Computación Científica de la Universidad de Campinas (Unicamp), en el estado de São Paulo (Brasil).

Pese a que el Big Bang ha sido durante las últimas cinco décadas el conjunto de ideas más conocido -y más aceptado- para explicar el comienzo y la evolución del Universo, no constituye precisamente un consenso entre los científicos según Silva Neves, quien forma parte de un grupo de investigadores que se arriesga a imaginar un origen distinto.

En un trabajo reciente publicado en la revista General Relativity and Gravitation, Silva Neves sugiere la eliminación de un aspecto fundamental del modelo cosmológico estándar: la necesidad de la existencia de una singularidad cosmológica al comienzo de los tiempos también conocida como Big Bang.

Al postular esto, Silva Neves plantea un reto a la idea de un comienzo de los tiempos y reinserta en el escenario cosmológico la posibilidad de que la etapa de expansión actual haya sido precedida por una etapa de contracción.


Ésta es la propuesta que se plantea en el trabajo publicado ahora, realizado en el marco del Proyecto Temático intitulado "Física y geometría del espacio-tempo", coordinado por Vasques Saa. El posdoctorado de Silva Neves contó con beca de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo - FAPESP.

¿Cuál es la consecuencia del truco matemático del factor de escala? Que la singularidad cosmológica o Big Bang deja de existir. Deja de ser una condición necesaria para que el cosmos de inicio a la expansión universal.

"La eliminación de la singularidad o Big Bang reubica al Universo con rebote en el escenario teórico de la Cosmología. La inexistencia de una singularidad al comienzo de los tiempos abre la posibilidad de que vestigios de una fase de contracción anterior puedan haber resistido al cambio de etapa y permanezcan en la actual fase de expansión del Universo", dijo Silva Neves.

"¿Habrá tenido o no un comienzo el Universo? ¿Dentro de un agujero negro un mundo termina? Hoy en día sabemos que la Teoría de la Relatividad General permite al menos en teoría una cosmología no singular, sin el Big Bang", dijo.

En la ciencia moderna, por más hermosa e inspiradora que sea una teoría, de nada vale si no puede verificársela. ¿Cómo probar la hipótesis de un Big Bang que no partió de una singularidad?

"Buscando vestigios de eventos de la fase de contracción que podrían permanecer en la actual etapa de expansión. ¿Cuáles? Son candidatos los vestigios de agujeros negros de una fase anterior de contracción universal y que pueden haber sobrevivido al rebote", dijo Silva Neves.

La teoría del Big Bang empezó a formularse a finales de la década de 1920, cuando el astrónomo estadounidense Edwin Hubble descubrió que casi todas las galaxias se están alejando unas de otras a velocidades crecientes.

Esto implicaría que en el pasado remoto habrían estado mucho más cerca. Más precisamente, hace 13.800 millones de años, la materia y la energía del Universo estaban comprimidas en un estado inicial de densidad y temperatura infinitas, un lugar donde ya no se aplican las leyes tradicionales de la Física.

Para definir dicho estado, los cosmólogos tomaron prestado de la matemática un concepto de indefinición denominado "singularidad". En este caso, había una singularidad cosmológica primordial que empezó a expandirse hace 13.800 millones de años. Y a esa singularidad inicial se le dio el nombre de Big Bang. Las centenas de miles de millones de galaxias del cosmos se formaron a partir de la materia y la energía expelidas por aquella explosión inicial.

Basados en la Teoría de la Relatividad General de Einstein, utilizada para explicar los fenómenos del cosmos, y a partir de la década de 1940, los científicos empezaron a elaborar un modelo detallado acerca de cómo se habría procesado la evolución del Universo desde el Big Bang. Dicho modelo partía del supuesto de que la expansión eventualmente se desaceleraría -o no-, frenada por la atracción gravitacional de la propia masa del Universo.

A partir de ese punto, habría lugar para tres posibilidades: la expansión del Universo podría acelerarse infinitamente, sin nunca cesar efectivamente, la expansión podría parar por completo y permanecer así indefinidamente, o la expansión podría concluir y eventualmente dar lugar a un proceso inverso, un movimiento de retracción en el cual las galaxias pasarían a acercarse unas a otras a velocidades crecientes hasta amalgamarse en un futuro, en el llamado Big Crunch, o Gran Contracción.

Si éste fuera el caso, cuando la materia y la energía del Big Crunch llegasen a una temperatura y una densidad extremas, el proceso quizá podría experimentar una nueva inversión, pasando a expandirse en otro rebote, produciendo un nuevo ciclo del Universo. Y así sucesivamente.

"A esta imagen de una sucesión eterna de universos que alternan fases de expansión y contracción se le dio el nombre de Universo cíclico, que deriva de las cosmologías con rebote", dijo Silva Neves. (Fuente: Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo)


Extra Relacionado:
http://confirmandoellibrodeurantia.blogspot.com/2017/10/la-respiracion-espacial-ciclos-de.html

domingo, 26 de noviembre de 2017

Miles de jinetes pueden haber llegado a Europa en la Edad de Bronce, transformando la población local.

El Articulo:


Llámalo una marcha milenaria de mil hombres. Los hombres de la Edad de Bronce temprana de los vastos pastizales de la estepa euroasiática llegaron a Europa a caballo hace unos 5000 años, y es posible que hayan dejado a la mayoría de las mujeres atrás. Esta migración mayoritariamente masculina puede haber persistido durante varias generaciones, enviando a los hombres a los brazos de las mujeres europeas que se cruzaron con ellas y dejando un impacto duradero en los genomas de los europeos vivos.

Parece que los machos migran en guerra, con caballos y carretas ", dice el autor principal y genetista poblacional Mattias Jakobsson, de la Universidad de Uppsala en Suecia.

Los europeos son descendientes de al menos tres grandes migraciones prehistóricas. En primer lugar, un grupo de cazadores-recolectores llegó a Europa hace unos 37.000 años. Entonces, los agricultores comenzaron a emigrar de Anatolia (una región que incluye la actual Turquía) a Europa hace 9000 años, pero inicialmente no se mezclaron mucho con los cazadores-recolectores locales porque trajeron a sus propias familias con ellos. Finalmente, entre 5000 y 4800 años atrás, pastores nómadas conocidos como los Yamnaya llegaron a Europa. Eran una cultura de la Edad del Bronce temprana que provenía de los pastizales, o estepas, de la Rusia moderna y Ucrania, trayendo consigo habilidades de metalurgia y pastoreo de animales y, posiblemente, Proto-Indo-europea, la misteriosa lengua ancestral de la que brotan todas las 400 lenguas indoeuropeas de hoy en día. Inmediatamente se cruzaron con los europeos locales, descendientes tanto de los agricultores como de los cazadores-recolectores. Dentro de unos pocos cientos de años, los Yamnaya contribuyeron al menos a la mitad de los antepasados genéticos de los europeos centrales.

Para averiguar por qué esta migración de Yamnaya tuvo un impacto tan grande en la ascendencia europea, los investigadores recurrieron a datos genéticos de estudios anteriores de muestras arqueológicas. Analizaron las diferencias en el ADN heredado por 20 antiguos europeos que vivían justo después de la migración de los agricultores anatolianos (6000 a 4500 años atrás) y 16 que vivían justo después de la afluencia de Yamnaya (3000 a 1000 años atrás). El equipo se centró en las diferencias en la relación entre el ADN heredado en sus cromosomas X y los 22 cromosomas que no determinan el sexo, los denominados autosomas. Esta proporción puede revelar la proporción de hombres y mujeres en una población ancestral, ya que las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres sólo tienen uno.

Los europeos que estaban vivos antes de la migración Yamnaya heredaron cantidades iguales de ADN de los agricultores anatolianos en su cromosoma X y sus autosomas, informa hoy el equipo en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias. Esto significa que aproximadamente el mismo número de hombres y mujeres participaron en la migración de los agricultores anatólicos a Europa.

Pero cuando los investigadores examinaron el ADN que los europeos heredaron más tarde de la Yamnaya, descubrieron que los europeos de la Edad del Bronce tenían mucho menos ADN de Yamnaya en su X que en sus otros cromosomas. Usando un método estadístico desarrollado por la estudiante graduada Amy Goldberg en el laboratorio de la genetista de población Noah Rosenberg en la Universidad de Stanford en Palo Alto, California, el equipo calculó que había quizás 10 hombres por cada mujer en la migración de hombres Yamnaya a Europa (con un rango de cinco a 14 hombres migratorios por cada mujer). Esa proporción es "extrema" -incluso más desigual que la ola mayormente masculina de conquistadores españoles que llegaron en barco a las Américas a finales del siglo XVI, dice Goldberg.

Tal proporción sesgada levanta banderas rojas para algunos investigadores, quienes advierten que es notoriamente difícil estimar la proporción de hombres a mujeres con precisión en las poblaciones antiguas. Pero si se confirma, una explicación es que los hombres Yamnaya eran guerreros que arrastraban a Europa a caballo o conducían carretas tiradas por caballos; los caballos habían sido domesticados recientemente en la estepa y la rueda era un invento reciente. Pueden haber estado "más enfocados en la guerra, con una dispersión más rápida debido a los inventos tecnológicos", dice el genetista poblacional Rasmus Nielsen de la Universidad de California en Berkeley, quien no es parte del estudio.

Pero la guerra no es la única explicación. Los hombres de Yamnaya podrían haber sido compañeros más atractivos que los agricultores europeos porque tenían caballos y nuevas tecnologías, como martillos de cobre que les daban una ventaja, dice Goldberg.

El hallazgo de que los hombres Yamnaya migraron por muchas generaciones también sugiere que no todos regresaron a casa en la estepa. Implicaría un factor de empuje fuertemente negativo dentro de las estepas, como epidemias o enfermedades crónicas ", dice el arqueólogo David Anthony de Hartwick College en Oneonta, Nueva York, quien no fue autor del nuevo estudio. O, dice que podría ser el comienzo de culturas que enviaron bandas de hombres para establecer nuevas colonias políticamente alineadas en tierras lejanas, como en grupos posteriores de romanos o vikingos.

Fuente: http://www.sciencemag.org/news/2017/02/thousands-horsemen-may-have-swept-bronze-age-europe-transforming-local-population


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Analisis y Corroboraciones 

(891.4) 80:3.3 La civilización europea de este primitivo período postadánico era una mezcla única del vigor y el arte de los hombres azules con la imaginación creativa de los adanitas. Los hombres azules eran una raza de gran vigor, pero deterioraron considerablemente el estado cultural y espiritual de los adanitas. Para estos últimos fue sumamente difícil inculcar su religión a los cromañoide debido a la tendencia de tantos de ellos de engañar y seducir a las doncellas. Por diez mil años la religión en Europa se mantuvo a nivel muy bajo en comparación con el desarrollo en la India y en Egipto.


Vea el artículo de arriba que usa evidencia de ADN para apoyar a los hombres a caballo que entran en Europa."Llámalo una marcha milenaria de mil hombres. Los hombres de la Edad de Bronce temprana de los vastos pastizales de la estepa euroasiática llegaron a Europa a caballo hace unos 5000 años, y es posible que hayan dejado a la mayoría de las mujeres atrás. Esta migración mayoritariamente masculina puede haber persistido durante varias generaciones, enviando a los hombres a los brazos de las mujeres europeas que se cruzaron con ellas y dejando un impacto duradero en los genomas de los europeos vivos ".
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(893.1) 80:4.5 La totalidad del mundo habitado, fuera de China y de la región del Éufrates, había hecho muy poco progreso cultural durante diez mil años, cuando hicieron su aparición los jinetes vigorosos anditas en el sexto y séptimo milenio antes de Cristo. A medida que se iban desplazando hacia el oeste a través de las planicies rusas, absorbiendo lo mejor del hombre azul y exterminando lo peor, se fueron mezclando hasta producir un solo pueblo. Éstos fueron los antepasados de las así llamadas razas nórdicas, los precursores de los pueblos escandinavos, alemán y anglosajón.

"Pero cuando los investigadores examinaron el ADN que más tarde los europeos heredaron del Yamnaya, descubrieron que los europeos de la Edad del Bronce tenían mucho menos ADN de Yamnaya en su X que en sus otros cromosomas. Usando un método estadístico desarrollado por la estudiante graduada Amy Goldberg en el laboratorio de la genetista de población Noah Rosenberg en la Universidad de Stanford en Palo Alto, California, el equipo calculó que había quizás 10 hombres por cada mujer en la migración de hombres Yamnaya a Europa (con un rango de cinco a 14 hombres migratorios por cada mujer). Esa proporción es "extrema" -incluso más desigual que la ola mayormente masculina de conquistadores españoles que llegaron en barco a las Américas a finales del siglo XVI, dice Goldberg.
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Interesante Conversación:

David Fabe Estos párrafos se refieren a dos períodos diferentes.

Responder2 h
Halbert Katzen ¿Por qué dices eso? "Período post-adámico temprano" y luego durante 10.000 años. Parece que este estudio tiene relevancia en varias secciones que tratan sobre las migraciones anditas en Europa. Es cierto que no está en el punto de mira, pero parece ser parte de un proceso de empujar las cosas hacia atrás. Todo el asunto de los caballos tiene un poco de la energía del tipo estancamiento asociado a Clovis, me parece a mí.

Responder2 hEditado
David Fabe Las migraciones anditas a caballo fueron las últimas. "Aunque los anditas fueron penetrando en Europa en un caudal constante, hubo siete invasiones principales, llegando los últimos a caballo en tres grandes olas."

El artículo describe tres grandes períodos de migración. 
"Los europeos son descendientes de al menos tres grandes migraciones prehistóricas. En primer lugar, un grupo de cazadores-recolectores llegó a Europa hace unos 37.000 años. Entonces, los agricultores comenzaron a emigrar de Anatolia (una región que incluye la actual Turquía) a Europa hace 9000 años, pero inicialmente no se mezclaron mucho con los cazadores-recolectores locales porque trajeron a sus propias familias con ellos. Finalmente, hace 5000 a 4800 años, pastores nómadas conocidos como los Yamnaya llegaron a Europa".

El primer período de migración, hace 37.000 años, probablemente serían los adanitas entrando en Europa y mezclándose con los hombres azules para hacer las magnoides croatas. Este es el período descrito en el pasaje del Libro de Urantia sobre Libertinaje y Religión

La segunda migración, procedente de Anatolia, quizá coincida con las migraciones descritas en la sección del documento 80 titulada "Anditas de las islas mediterráneas".

El tercer período coincide con la invasión de anditas a caballo. Las primeras migraciones de anditas hacia el norte, antes de las invasiones a caballo, no parecen estar descritas en este artículo. "Algunos entraron en Europa por las islas del Egeo y el valle del Danubio, pero la mayoría de las cepas más antiguas y puras emigraron al noroeste de Europa por la ruta norte a través de las tierras de pastoreo del Volga y el Don.

Responder2 h
Halbert KatzenAdministrador del grupo Así que, los adanitas, siendo más pacíficos, tomaron a las mujeres tramposas y libertinas como su forma de conquista genética, mientras que los "jinetes anditas que montaban duro" probablemente lo manejaban un poco más agresivamente con las mujeres. Son expresiones diferentes del mismo patrón genético, ¿no? Parece que la ciencia todavía está pasando por alto este patrón general.

Responder1 h
David Fabe  Los adanitas mixtos, sí. 

Los problemas asociados a las tendencias románticas e inestables de búsqueda del placer sexual de los pueblos post-anditas es uno de los temas centrales de los documentos sobre el Matrimonio y la Vida Familiar.





Fuente: https://www.facebook.com/groups/418407648220368/permalink/1629211960473258/
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Extra:
(893.1) 80:4.5 La totalidad del mundo habitado, fuera de China y de la región del Éufrates, había hecho muy poco progreso cultural durante diez mil años, cuando hicieron su aparición los jinetes vigorosos anditas en el sexto y séptimo milenio antes de Cristo. A medida que se iban desplazando hacia el oeste a través de las planicies rusas, absorbiendo lo mejor del hombre azul y exterminando lo peor, se fueron mezclando hasta producir un solo pueblo. Éstos fueron los antepasados de las así llamadas razas nórdicas, los precursores de los pueblos escandinavos, alemán y anglosajón.

Los científicos no están seguros de cuándo ocurrió la mutación, pero otras evidencias sugieren que probablemente surgió hace unos 10.000 años, cuando hubo una rápida expansión de la población humana en Europa como resultado de la expansión de la agricultura del Medio Oriente.


"Las mutaciones responsables del color de ojos azules provienen muy probablemente de la parte noroccidental de la región del Mar Negro, donde la gran migración agrícola del norte de Europa tuvo lugar en los periodos neolíticos hace unos 6.000 a 10.000 años", informan los investigadores en la revista Human Genetics.

http://www.independent.co.uk/news/science/how-one-ancestor-helped-turn-our-brown-eyes-blue-776170.html


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---Estudio Relacionado: 
Los pastores nómadas dejaron una fuerte huella genética en los europeos y asiáticos

La Edad de Bronce llegó a Europa y Asia hace 5000 años, dejando un rastro de herramientas metálicas, hachas y joyas que se extiende desde Siberia hasta Escandinavia. Pero, ¿esta nueva y poderosa tecnología fue una idea que se extendió desde Oriente Próximo a los europeos y asiáticos, o fue traída por extranjeros? Dos de los estudios más extensos sobre el ADN antiguo de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro han descubierto que los forasteros merecen el mérito: los pastores nómadas de las estepas de la Rusia y Ucrania de hoy trajeron consigo su cultura y, posiblemente, las lenguas, e imprimieron una huella relativamente reciente y duradera en la composición genética de europeos y asiáticos.

En los estudios, publicados hoy en línea en Nature, dos equipos de genetistas rivales analizaron el ADN de 170 individuos que vivían en sitios arqueológicos clave en Europa y Asia hace 5000 a 3000 años. Ambos equipos encontraron pruebas contundentes de que una oleada de pastores nómadas conocidos como los Yamnaya del Pontic-Caspian, una vasta estepa que se extiende desde las costas septentrionales del Mar Negro y tan al este como el Mar Caspio, llegó a Europa hace unos años entre 5000 y 4800 años; a lo largo del camino, pueden haber traído con ellos el Proto-Indo-europeo, la misteriosa lengua ancestral de la que todos nosotros ". Estos pastores se entrecruzaron con los granjeros locales y crearon la cultura Corded Ware de Europa central, llamada así por la retorcida impresión de cordón en su alfarería. Sus genes se transmitieron a los europeos del norte y del centro de Europa que viven hoy en día, ya que uno de los equipos colocó en un servidor de preimpresión a principios de este año y publicó hoy.


Pero en un nuevo giro, uno de los estudios también encontró que los Yamnaya se dirigían hacia el este desde su tierra natal en las estepas euroasiáticas, moviéndose hasta las montañas de Altai en Siberia, donde reemplazaron a los cazadores-recolectores locales. Esto significa que esta cultura distintiva de los pastores, que tenían vagones impulsados por bueyes con ruedas y cuyos guerreros montaban caballos, dominaba gran parte de Eurasia, desde el centro-norte de Europa hasta el centro de Siberia y el norte de Mongolia. Allí persistieron hasta hace 2000 años. Ahora vemos que el Yamnaya no sólo se está extendiendo hacia el norte en Europa, sino que también se está extendiendo hacia el este, cruzando los Urales, llegando hasta el centro de Asia, hasta la Altai, entre Mongolia, China y Siberia ", dice la bióloga evolutiva Eske Willerslev de la Universidad de Copenhague, autora de un estudio.

Los arqueólogos han notado desde hace mucho tiempo las conexiones entre las culturas esteparias, como los Yamnaya y las personas de la Edad de Bronce al este, que vivieron en la cuenca de Minusinsk y las montañas de Altai en el sur de Siberia y Mongolia hace unos 5500 a 4500 años. Al igual que la gente de la estepa, estas culturas orientales, como el Afanasievo del Altai, enterraron a su gente de alto estatus en una posición supina flexionada, cubierta de ocre con restos de animales en sus tumbas, bajo montículos (o kurgans de piedra en la estepa). También fabricaron ollas de base puntiaguda, incensarios (tanques circulares en las patas) y fueron de los primeros en conducir carros con ruedas y caballos domesticados. Todos estos rasgos también los vinculan con personas de Europa central y oriental, incluidos los Yamnaya y los Corded Ware, que se cree que hablan lenguas indoeuropeas tempranas.

  	Bronze Age Yamnaya ornaments and spearheads from the Hermitage Museum collections in St. Petersburg, Russia.

En uno de los nuevos estudios, el equipo internacional de Willerslev secuenció los genomas de 101 personas antiguas de toda Europa. Descubrieron que los Yamnaya del valle de Samara, en la estepa septentrional de Rusia, eran genéticamente indistinguibles del Afanasievo de los Altai en la región de Yenesey, en el sur de Siberia, lo que confirma las sugerencias de los arqueólogos de que había una vasta migración de pastores esteparios hacia el este. Pero a diferencia de Europa, donde los Yamnaya se cruzaron con agricultores locales, los Yamnaya que se movían hacia el este reemplazaron por completo a los cazadores-recolectores locales, tal vez porque esta región estaba escasamente poblada, dice Willerslev.

Esta rama oriental de los Yamnaya (o Afanasievo) persistió en Asia central y, tal vez, Mongolia y China hasta que ellos mismos fueron reemplazados por feroces guerreros en carros llamados Sintashta (también conocida como la cultura Andronovo). Estas personas de los Urales y del Cáucaso, genéticamente relacionadas con los europeos centrales, persistieron en Asia Central hasta hace 2000 años, lo que significa que la gente de Asia Central se parecía más a los europeos que a los asiáticos vivos. No fue hasta hace relativamente poco tiempo -hace 2000 años atrás- que estos "caucásicos" fueron reemplazados por inmigrantes del este de Asia, como los Karasuk, Mezhovskaya y otras culturas de la Edad del Hierro que hoy constituyen los antepasados de la gente en Asia Central.

Las implicaciones de estos vínculos genéticos entre las culturas asiática y europea de la Edad de Bronce son de gran alcance: unos pocos grupos estrechamente vinculados desde la estepa dominaron una gran área de Europa a Asia y formaron grandes partes de la genética de los europeos y asiáticos. Ahora tenemos muestras desde España y el Océano Atlántico hasta el centro de Siberia ", dice el genetista poblacional Iosif Lazaridis de la Universidad de Harvard y coautor del segundo estudio dirigido por David Reich, también de Harvard. La genética de una gran cantidad de Eurasia templada era completamente desconocida hasta hace unos años. Ahora es casi completamente conocido por este período Neolítico de la Edad del Bronce ".

Ambos estudios encontraron que estas personas trajeron genes para la piel clara y ojos marrones con ellos, aunque los cazadores-recolectores del norte ya también tenían piel clara, halló el equipo de Willerslev. En un giro sorprendente, parece que aunque los Yamnaya y estas otras culturas de la Edad de Bronce pastoreaban ganado vacuno, cabras y ovejas, no podían digerir la leche cruda como adultos. La tolerancia a la lactosa era todavía rara entre europeos y asiáticos al final de la Edad de Bronce, hace 2000 años. La falta de tolerancia a la lactosa es muy sorprendente, porque la mayoría de la gente habría asumido que la capacidad de beber leche cruda que se ve en los europeos actuales fue seleccionada y fijada al menos al principio de la Edad de Bronce ", dice Willerslev.

Esta migración masiva de la estepa también puede haber extendido las lenguas indoeuropeas que se han hablado en Europa y en Asia central y meridional desde el comienzo de la historia registrada, incluyendo las lenguas itálica, germánica, eslava, hindi y tocariana, entre otras. Si las afinidades genéticas reflejan familias lingüísticas, esto sería una prueba contundente contra la hipótesis rival de que los agricultores de Oriente Medio difunden lenguas indoeuropeas tempranas.

Aunque los genetistas piensan que la correlación es notablemente fuerte, el problema dista mucho de estar resuelto para los lingüistas, que están siguiendo de cerca el nuevo ADN antiguo. Hay un sentido real de que después de más de 2 siglos de lingüística tratando de resolver la cuestión indoeuropea, es el ADN antiguo lo que de repente nos está moviendo rápidamente hacia una posible resolución ", dice el lingüista Paul Heggarty del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania. Pero no basta con tener datos del norte de Eurasia, donde los movimientos de los Yamnaya pueden reflejar sólo una parte de la difusión de las lenguas indoeuropeas. Heggarty añade:"Necesitamos datos clave de la mayoría del mundo indoeuropeo en el Mediterráneo y al sur del Mar Negro-Caspio-Himalaya". 

Otros investigadores dicen que el poder combinado de los dos estudios muestra que fue la gente -no sólo las macetas o ideas- la que difundió la cultura y los genes de la Edad de Bronce. Los estudios "proporcionan evidencia adicional para una migración masiva al final del Neolítico desde la estepa pontificia hacia Europa central", dice el paleogeneticista Johannes Krause del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Jena, Alemania.