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domingo, 14 de noviembre de 2021

"Pienso, luego existo"

 Todos conocemos esa famosa frase de Descartes que dice:


"Pienso, luego existo"

Mientras los Reveladores dicen sin titubear:

112:2.6 (1228.1) En todos los conceptos del yo es necesario reconocer que el hecho de la existencia viene primero, su evaluación o interpretación más tarde. El niño humano primero existe y posteriormente piensa sobre su existencia. 

111:1:9 La mente es tu buque, el Ajustador es tu piloto, la voluntad humana es el capitán. El dueño del barco mortal debería tener la sabiduría de confiar en el piloto divino para guiar a su alma ascendente a los puertos morontiales de la supervivencia eterna.


Dice Antonio Damasio, conocido médico neurólogo de origen portugués, que Descartes plasmó una noción dualista al separar el cerebro del cuerpo, como si le mente fuera un programa de software ejecutado en una PC. Que el postulado primordial de Descartes, "pienso, luego existo", es una falacia: no se puede pensar antes de ser. La mente no es el piloto del barco, es el barco mismo. Descartes suponía que pensar era una actividad ajena al cuerpo, separaba la cosa pensante del cuerpo no pensante. Los indicios más ancestrales de la humanidad permiten ver que, para sobrevivir, el ser humano se hizo a una conciencia elemental que desembocó en la posibilidad de pensar y después utilizó el lenguaje para organizar y comunicar mejor los pensamientos.

Primero estuvo el cuerpo, dice Damasio, y luego el pensamiento. "Somos, y después pensamos. Pensamos sólo en la medida en que somos, porque las estructuras y las operaciones del ser son las que causan el pensamiento. En términos anatómicos y funcionales, es posible que exista un hilo conductor que conecte razón con sentimientos y cuerpo". Agrega que Descartes cometió el error de meternos en un racionalismo "intocable" que ponía los sentimientos por un lado y la razón por otro. Los sentimientos, lejos de perturbar, tienen una influencia positiva en las labores de la razón.

Conclusión:
Las afirmaciones de este neurólogo tienen base en las investigaciones de la neurología, no son meramente opiniones personales, sino hechos que han sido demostrados. Los Reveladores fueron contundentes en desafiar a Descartes. 

 Podemos entonces  sin duda decir