Escuche

jueves, 6 de diciembre de 2018

Desvelan la existencia de un emparentamiento genético prehistórico entre amerindios y polinesios (confirmación)

En un nuevo estudio, se han analizado los genes HLA o de trasplante de la población amerindia y la polinesia.

[Img #53712]
El grupo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid en España dirigido por los profesores Antonio Arnaiz Villena y Manuel Martin Villa ha investigado en los últimos años las relaciones genéticas de los amerindios con los habitantes de las islas del Océano Pacífico. Se ha estudiado las aisladas poblaciones de los primeros habitantes de América (amerindios) como Wiwa o Arsario, Chimila y Wayu del norte de América del Sur y sobre todo la población más antigua cercana a Tiwanaku, en el Lago Titikaka: los Uros. La conclusión a la que se ha llegado es que existe un emparentamiento genético claro entre los amerindios y los isleños del Océano Pacífico, según los genes HLA o genes de trasplante. El estudio ha sido publicado en la revista online Human Inmunology.

Los Uros se diferencian de otros amerindios en que tienen una piel muy oscura y sus cráneos son dolicocéfalos, viven en islas flotantes de juncos locales ("totora") sobre las aguas del lago Titikaka. Por tanto, fenotípicamente son más parecidos a africanos y a polinesios. Existe la posibilidad de que hayan venido de Polinesia o se hayan cruzado con ellos, genética y culturalmente en tiempos prehistóricos, esto es apoyado también por el hallazgo del cráneo completo más antiguo de América en Brasil, que es de una mujer negra dolicocéfala, que es conocida en el argot científico como "Luzia" y que desgraciadamente ha ardido en los últimos meses en el Museo de Río de Janeiro.

Por ello el intercambio, incluso bidireccional, de gentes y culturas entre América y el Océano Pacífico es muy posible y pone en duda la postulada única entrada prehistórica a América de gente asiática por Alaska. Además, los yacimientos de actividad humana más antiguos de América estaban muy al Sur (Chile, Brasil), aunque recientemente se ha encontrado otro sitio arqueológico aún más antiguo en California, de hace unos 130.000 años.

En el año 1947 el noruego Thor Heyerdahl comenzó una expedición desde el Puerto del Callao (Perú) para demostrar que en una primitiva balsa de juncos era posible alcanzar las islas de la Polinesia desde la costa de América del Sur. Se relacionó las estatuas gigantes de la Isla de Pascua, situada en el océano a 3.000 km de la costa, con las estatuas colosales muy similares existentes en Tiwanaku, a 4.000 metros de altura en los alrededores del Lago Titikaka (Bolivia, Perú). Esta semejanza cultural única, además de la existencia prehistórica de calabazas y batatas (una patata dulce) en la Isla de Pascua, ambas procedentes de América, confirmó el posible contacto de amerindios y polinesios de la Isla de Pascua desde muy antiguo. (Fuente: UCM,https://noticiasdelaciencia.com/art/30882/desvelan-la-existencia-de-un-emparentamiento-genetico-prehistorico-entre-amerindios-y-polinesios?fbclid=IwAR0V_KUisyzUhjKUfCZxwRYOGouh3ZVUdeoN1BPg4Sqx2G_RF5cOs-naRO0)





Dice la Quinta Revelación:

78:5.7 (873.3) Ciento treinta y dos miembros de esta raza (Anditas) , que se embarcaron en una flotilla de barcas pequeñas desde el Japón, llegaron a la larga hasta América del Sur y, uniéndose por matrimonio con los nativos de los Andes, establecieron el linaje de los futuros emperadores de los Incas. Atravesaron el Pacífico por etapas fáciles, quedándose en las múltiples islas que encontraban en el camino. Las islas del grupo polinesio eran más numerosas y más grandes que lo que son actualmente, y estos marineros anditas, junto con otros que les siguieron, de paso modificaron biológicamente a los grupos nativos. Como resultado de la penetración andita se desarrollaron muchos florecientes centros de civilización en estas tierras, hoy día sumergidas. La Isla de Pascua duró mucho tiempo a fuer de centro religioso y administrativo de uno de estos grupos perdidos. Pero de los anditas que navegaron el Pacífico en los tiempos pasados, con excepción de los ciento treinta y dos, no pudo llegar ninguno más al continente de las Américas.


79:5.9 (884.3) Estas civilizaciones fueron producto de la evolución de los sangik, aunque vestigios de la raza andita llegaron hasta el Perú. Con excepción de los esquimales en Norteamérica y unos pocos anditas polinesios en Sudamérica...

No hay comentarios:

Publicar un comentario