Por Layne Cameron, Christoph Adami
Dos biólogos evolutivos de la Universidad Estatal de Michigan ofrecen nuevas pruebas de que la evolución no favorece a los egoístas, refutando una teoría popularizada en 2012.
"Descubrimos que la evolución te castigará si eres egoísta y mezquino", dijo el autor principal, Christoph Adami, profesor de microbiología y genética molecular de MSU. “Durante un corto tiempo y contra un grupo específico de oponentes, algunos organismos egoístas pueden salir adelante. Pero el egoísmo no es evolutivamente sostenible ".
El artículo aparece en la edición actual de Nature Communications y se centra en la teoría de juegos, que se utiliza en biología, economía, ciencias políticas y otras disciplinas. Gran parte de los últimos 30 años de investigación se han centrado en cómo surgió la cooperación, ya que se encuentra en muchas formas de vida, desde organismos unicelulares hasta personas.
Fuente: https://msutoday.msu.edu/news/2013/evolution-will-punish-you-if-youre-selfish-and-mean/
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Podemos decir que el destino de todo ser vivo finalmente es la cooperación. Estas citas que veremos podremos ver como se relacionan con las pruebas sobre la evolución.
36:5.10 (402.7) 5. El espíritu de asesoramiento — el impulso social, la dotación de la cooperación de especies; La habilidad de las criaturas voluntarias para armonizar con sus semejantes, el origen del instinto gregario entre las criaturas más bajas. (Este es uno de los 5 Espíritus Ayudantes de la Mente que recibe la mente de un animal, y al parecer a medida que los seres vivos se perfeccionan y evolucionan van encontrando como medio más seguro la cooperación para la supervivencia.)
4:2.4 La evolución continua modifica la naturaleza al aumentar en el contenido de la perfección del Paraíso y al disminuir en el contenido del mal, el error y la desarmonía de la realidad relativa.
65:6.2 (737.2) En las cosas y seres vivientes existe la dotación original de la adaptación. En toda célula viviente vegetal o animal, en todo organismo viviente, material o espiritual, existe un anhelo insaciable por la consecución de un grado constantemente creciente de perfección en el ajuste medio ambiental, la adaptación del organismo, y una realización cada vez mayor de la vida. Estos interminables esfuerzos de todo lo viviente evidencian que éste entraña un afán innato de perfección.
71: 5.3 A lo largo de las edades más tempranas de cualquier mundo, la competencia es esencial para la civilización progresiva. A medida que la evolución del hombre progresa, la cooperación se vuelve cada vez más efectiva. En civilizaciones avanzadas, la cooperación es más eficiente que la competencia. El hombre primitivo es estimulado por la competencia. La evolución temprana se caracteriza por la supervivencia de los que están en buenas condiciones biológicas, pero las civilizaciones posteriores son mejor promovidas por la cooperación inteligente, la comprensión de la fraternidad y la hermandad espiritual.
(647.5) 56:10.14 Todo impulso de todo electrón, pensamiento, o espíritu es una unidad actuante en el universo entero. Sólo el pecado está aislado y el mal resiste a la gravedad en los niveles mental y espiritual. El universo es un todo; ninguna cosa ni ser existe ni vive en aislamiento. La autorrealización es potencialmente maléfica si es antisocial. Es literalmente verdad: «Ningún hombre vive para sí». La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. Dijo Jesús: «El que quiera ser grande entre vosotros, que sea servidor de todos».
65:6.7 (737.7) Las formas inferiores de la vida vegetal son totalmente sensibles al medio ambiente físico, químico y eléctrico. Pero, a medida que asciende la escala de vida, una por una las ministraciones para la mente por los siete espíritus ayudantes entran en funcionamiento, y la mente se torna cada vez más propensa a los ajustes, la creatividad, la coordinación y el dominio. La capacidad de los animales para adaptarse al aire, al agua y a la tierra no es una dotación supranatural, sino un ajuste suprafísico.
(670.2) 58:6.8 A través de casi interminables ciclos de adquisiciones y pérdidas, ajustes y reajustes, todo organismo viviente va cambiando en un vaivén de edad en edad. Los que logran la unidad cósmica perduran, en tanto que los que se quedan cortos de esta meta cesan de ser.
65:6.2 (737.2) En las cosas y seres vivientes existe la dotación original de la adaptación. En toda célula viviente vegetal o animal, en todo organismo viviente, material o espiritual, existe un anhelo insaciable por la consecución de un grado constantemente creciente de perfección en el ajuste medio ambiental, la adaptación del organismo, y una realización cada vez mayor de la vida. Estos interminables esfuerzos de todo lo viviente evidencian que éste entraña un afán innato de perfección.
71: 5.3 A lo largo de las edades más tempranas de cualquier mundo, la competencia es esencial para la civilización progresiva. A medida que la evolución del hombre progresa, la cooperación se vuelve cada vez más efectiva. En civilizaciones avanzadas, la cooperación es más eficiente que la competencia. El hombre primitivo es estimulado por la competencia. La evolución temprana se caracteriza por la supervivencia de los que están en buenas condiciones biológicas, pero las civilizaciones posteriores son mejor promovidas por la cooperación inteligente, la comprensión de la fraternidad y la hermandad espiritual.
(647.5) 56:10.14 Todo impulso de todo electrón, pensamiento, o espíritu es una unidad actuante en el universo entero. Sólo el pecado está aislado y el mal resiste a la gravedad en los niveles mental y espiritual. El universo es un todo; ninguna cosa ni ser existe ni vive en aislamiento. La autorrealización es potencialmente maléfica si es antisocial. Es literalmente verdad: «Ningún hombre vive para sí». La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. Dijo Jesús: «El que quiera ser grande entre vosotros, que sea servidor de todos».
65:6.7 (737.7) Las formas inferiores de la vida vegetal son totalmente sensibles al medio ambiente físico, químico y eléctrico. Pero, a medida que asciende la escala de vida, una por una las ministraciones para la mente por los siete espíritus ayudantes entran en funcionamiento, y la mente se torna cada vez más propensa a los ajustes, la creatividad, la coordinación y el dominio. La capacidad de los animales para adaptarse al aire, al agua y a la tierra no es una dotación supranatural, sino un ajuste suprafísico.
(670.2) 58:6.8 A través de casi interminables ciclos de adquisiciones y pérdidas, ajustes y reajustes, todo organismo viviente va cambiando en un vaivén de edad en edad. Los que logran la unidad cósmica perduran, en tanto que los que se quedan cortos de esta meta cesan de ser.
36:5.13 (403.1) Los espíritus ayudantes de la mente crecen experiencialmente, pero nunca pasan a ser personales. Evolucionan en función, y la función de los primeros cinco en las órdenes animales es hasta cierto punto esencial para la función de los siete como intelecto humano. Esta relación animal hace que los ayudantes sean más efectivos en un sentido práctico como mente humana; así pues los animales son hasta cierto punto indispensables para la evolución intelectual del hombre, así como para su evolución física.
68:1.3 (763.6) La sociedad primitiva, de este modo, se fundó sobre la reciprocidad de la necesidad y sobre el incremento de seguridad por asociación. Y la sociedad humana viene evolucionando en ciclos de edades como resultado de este temor al aislamiento y mediante la cooperación reacia.
68:1.4 (763.7) Los seres humanos primitivos no tardaron en aprender que los grupos son inmensamente mayores y más fuertes que la mera suma de cada una de sus unidades individuales. Cien hombres unidos y trabajando al unísono pueden mover una piedra bien grande; una veintena de guardianes de la paz bien adiestrados pueden mantener a raya una turba enfurecida. Así, pues, nació la sociedad, no de la mera asociación cuantitativa, sino más bien, como resultado de la organización de los cooperadores inteligentes. La cooperación, no obstante, no es un rasgo natural del hombre; éste aprende a cooperar al principio por el miedo, y luego porque descubre más adelante que resulta muy beneficioso para sortear las dificultades del tiempo y para protegerse de los presuntos peligros de la eternidad.
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68:1.3 (763.6) La sociedad primitiva, de este modo, se fundó sobre la reciprocidad de la necesidad y sobre el incremento de seguridad por asociación. Y la sociedad humana viene evolucionando en ciclos de edades como resultado de este temor al aislamiento y mediante la cooperación reacia.
68:1.4 (763.7) Los seres humanos primitivos no tardaron en aprender que los grupos son inmensamente mayores y más fuertes que la mera suma de cada una de sus unidades individuales. Cien hombres unidos y trabajando al unísono pueden mover una piedra bien grande; una veintena de guardianes de la paz bien adiestrados pueden mantener a raya una turba enfurecida. Así, pues, nació la sociedad, no de la mera asociación cuantitativa, sino más bien, como resultado de la organización de los cooperadores inteligentes. La cooperación, no obstante, no es un rasgo natural del hombre; éste aprende a cooperar al principio por el miedo, y luego porque descubre más adelante que resulta muy beneficioso para sortear las dificultades del tiempo y para protegerse de los presuntos peligros de la eternidad.
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71:3.1 Lo que determina el curso de la evolución social no es lo que es un estado sino lo que hace. Después de todo, ningún estado puede trascender los valores morales de su ciudadanía tal como se ejemplifican en sus líderes elegidos. La ignorancia y el egoísmo asegurarán la caída incluso del más alto tipo de gobierno.
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