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jueves, 5 de marzo de 2020

¿El Libro de Urantia es un texto sagrado de una "secta"? ¿Son los lectores un grupo sectario?


LDU 99:6.1 El sectarismo es una enfermedad de la religión institucional, el dogmatismo es el avasallamiento de la naturaleza espiritual. Es mucho mejor tener una religión sin iglesia (grupo) que una iglesia sin religión.


El Libro de Urantia es la Quinta Revelación Epocal para toda la humanidad, no es exclusivamente para un grupo cerrado de personas que profesan un mismo pensar y un mismo sentir. No existe una secta oficial del Libro, tampoco se origino este en un movimiento sectario. El único propósito de los grupos de estudios es ayudar gradualmente a captar los conceptos -algo complicados al principio- de los Documentos de Urantia. El Libro de Urantia está profundamente en contra del sectarismo y de la mezquindad. Es cierto que algunos grupos de lectores caen en niveles tan bajos de sectarismo cuando  intentan imponer un concepto a la fuerza, y se centran más en la estética y forma cristalizada llegando al fetichismo.

En este caso una secta sería un grupo de personas que se rigen bajo un jefe, que tienen creencias en común y se apartan de la creencia original de su religión. Tienden a veces a tener un carácter secreto, y convierten a su jefe en una especie de autoridad incuestionable o de profeta. Estos grupos tienden a ser mezquinos y muy cerrados.


Las características del sectarismo peligroso son las siguientes:


1) Tienen un libro sagrado revelado fetiche incuestionable, es la base de la verdad de la secta y no debe ponerse en duda, lo demás es semiverdad o absoluta mentira.

2) Tienen un “líder” o mejor dicho un jefe que controla al grupo y les dice que y como pensar, así como que y como sentir. Este jefe tiende a ser convertido en fetiche.


3) Tienden a tener un símbolo que les identifique, un símbolo considerado superior...

4) Pueden llevar un nombre que termina en -ismo relacionado a su revelación o a su jefe.

5) Tienden a sentirse superiores en espiritualidad e intelectualidad ante otros grupos o individuos.

6) Acostumbran a apartar a sus adeptos de sus familias o de personas con otros tipos de ideas y pensamientos.

7) Tienden a citar a su jefe o a su texto sagrado cada vez que le sea posible, sin citar en absoluto algunas otra fuente por considerarlas inferiores.

8) Tienden a crecer en intolerancia, mezquindad y odio hacia otros consciente e inconscientemente.

10) Demonizan toda verdad fuera de su grupo, todo conocimiento fuera del grupo es satánico o de algún archienemigo (Satan, Diablo y etc.)


11) Cualquier cosa mala que hagan pueden esconderla entre ellos.

13) Son irracionales defendiendo su grupo y líder, no ven error en nada de lo que creen.

14) Se llaman hermanos así mismos pero no a los que no profesan el dogma de su secta.

15) Una secta no necesita tener un edificio fijo para ser, solo un jefe controlador para existir.


Al amigo que nos lee le pido que sea muy critico con los grupos antes de unirse a ellos pues hay sectas peligrosas que usan el Libro de Urantia a su favor y que tienen falsos lideres que son psicópatas manipuladores y delirantes iluminados. 

Y terminamos con esta magnifica cita del Libro de Urantia:

99:6.3 (1092.3) Pero cuando la religión se vuelve institucionalizada, se limita su poder para el bien, mientras que las posibilidades del mal se multiplican grandemente. Los peligros de una religión formalizada son: La fijación de las creencias y la cristalización de los sentimientos; la acumulación de los intereses establecidos con un aumento de la secularización; la tendencia a estandardizar y fosilizar la verdad; la desviación de la religión, del servicio a Dios al servicio a la iglesia (grupo); la tendencia de los líderes a volverse administradores en vez de ministros; la tendencia a formar sectas y divisiones competitivas; el establecimiento de una autoridad eclesiástica opresiva; la creación de una actitud aristocrática de «pueblo elegido»; el fomentar ideas falsas y exageradas de lo sagrado; la rutinización de la religión y la petrificación de la adoración; la tendencia a venerar el pasado, ignorando al mismo tiempo las demandas del presente; la incapacidad de hacer interpretaciones contemporáneas de la religión; el enredo con las funciones de las instituciones seculares; la creación de una discriminación maligna en forma de castas religiosas; el volverse juez intolerante de la ortodoxia; la incapacidad de mantener el interés de la juventud aventurosa y la pérdida gradual del mensaje salvador del evangelio de la salvación eterna.

2 comentarios:

  1. Cristian, con lo que relatas, me viene a la memoria, un grupo religioso al cual he criticado más de una vez en el blog de A.J. del cual ya no voy a nombrar, porque no quiero darles más protagonismo. Lo que has descrito, es la viva imagen de cómo son ellos. Gracias por tu labor. Bendiciones

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