Escuche

miércoles, 1 de abril de 2020

¿Puede un agujero negro volver a ser una estrella?




En realidad, la respuesta es sí, Stephen Hawking postuló que el horizonte de sucesos se basa en la masa total del agujero negro y no en su densidad. Y el horizonte de sucesos está a cierta distancia por encima de la superficie de la materia que está en el agujero negro. Resulta que, según las matemáticas, la superficie de la materia en el agujero negro se expande ligeramente al absorber otra materia y la comprime. Esta expansión es pequeña en relación con el tamaño de la materia absorbida, pero puede acumular la superficie interna del agujero negro más rápido de lo que se expande el horizonte de sucesos.

Lo que ocurre es que el crecimiento de la gravedad de la masa que controla la distancia del horizonte de sucesos desde el centro de gravedad es más lento que el crecimiento de la superficie de la masa comprimida que constituye el agujero negro. La densidad de la masa es muy alta, pero es menor que la densidad de crecimiento del campo de gravedad de esa masa.

Eventualmente, la superficie del agujero negro superará el horizonte de sucesos y desde un observador externo, el agujero negro estallará muy repentinamente en la existencia y será visible. Su alta gravedad y densidad hará exactamente lo que hace en el interior del sol y hará que emita energía como lo hace una estrella. En efecto, se ha convertido en una estrella. De acuerdo con las matemáticas y Hawking.



Dice el LDU:  

15:5:11 (171.6) Algunas de las islas oscuras del espacio son soles aislados quemados, habiendo emitido toda su energía espacial disponible.


41:7.15 (464.2) Estos soles muertos o moribundos pueden ser rejuvenecidos por el impacto de un choque o pueden recargarse por ciertas no luminosas islas de energía del espacio o a través de la atracción de la gravedad, ‘roban’ a los soles o sistemas más pequeños cercanos. La mayoría de los soles muertos serán revivificados mediante estas u otras técnicas evolutivas. Los que finalmente no se así recarguen están destinados a sufrir la desintegración por explosión de la masa, cuando la condensación gravitacionaria llegue al nivel crítico de la condensación ultimatónica de la presión energética. Dichos soles que desaparecen se convierten de este modo en energía de la forma más rara, admirablemente adaptada a energizar a otros soles más favorablemente ubicados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario