Citas del Libro de Urantia:
181:1:8 Jesús tuvo problemas en la tierra, aun se le denominó falsamente el «varón de dolores», pero en todas estas experiencias y a través de ellas disfrutó el consuelo de esa confianza que le dio la fuerza para proceder con el propósito de su vida, en la certeza plena de que lograba cumplir con la voluntad del Padre.
159:3.10 (1766.6) No describáis a vuestro Maestro como varón de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor.
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5. El Reino de Dios
135:5.1 (1500.1) Para comprender el mensaje de Juan, debe tenerse en cuenta la situación del pueblo judío en el momento en que apareció él en escena. Por casi cien años todo Israel se venía enfrentando con un dilema; nadie podía explicar el por qué de su continuado sometimiento a los amos gentiles. ¿Acaso no enseñaba Moisés que la rectitud siempre sería recompensada con la prosperidad y el poder? ¿Acaso no eran ellos el pueblo elegido de Dios? ¿Por qué estaba desolado y vacante el trono de David? A la luz de las doctrinas mosaicas y de los preceptos de los profetas, era difícil para los judíos encontrar explicaciones para su tan prolongada y desolada situación nacional.
135:5.2 (1500.2) Unos cien años antes de los tiempos de Jesús y de Juan había surgido en Palestina una nueva escuela de maestros religiosos: los apocalipsistas. Estos nuevos maestros desarrollaron un sistema de creencias que explicaba los sufrimientos y la humillación de los judíos como expiación por los pecados de la nación. Se basaban en las razones históricamente bien conocidas que se habían invocado para explicar el cautiverio en Babilonia y en otros lugares en tiempos pasados. Pero, según enseñaban los apocalipsistas, Israel debía consolarse; los días de su aflicción estaban por terminar; el castigo del pueblo elegido de Dios estaba llegando a su término; la paciencia de Dios para con los extranjeros gentiles se estaba agotando. El fin del dominio de Roma era sinónimo del fin de la era y, en cierto sentido, del fin del mundo. Estos nuevos maestros basaban sus enseñanzas, en gran parte en las predicciones de Daniel, y sistemáticamente enseñaban que la creación estaba por entrar en su etapa final; los reinos de este mundo estaban por convertirse en el reino de Dios; para la mente de los judíos de esa época éste era el significado de esa frase —el reino del cielo— que recurre en todas las enseñanzas de Juan y de Jesús. Para los judíos de Palestina la frase «el reino del cielo» sólo tenía un significado: un estado de absoluta rectitud en el cual Dios (el Mesías) regiría a las naciones de la tierra en perfección de poder así como él reinaba en el cielo: «Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra».
Bien las citas del Libro de Urantia nos muestra claramente que muchas de las profecias del viejo Testamento nada tienen que ver con Jesus de Nazaret, y aun mas nos revela indirectamente que Isaias 53 habla del sufrimiento de lo judios: "los sufrimientos y la humillación de los judíos como expiación por los pecados de la nación"
Veamos un estudio del judaísmo que esta en armonía con el Libro de Urantia, cual aclara este asunto :
Isaías 53 decodificado: “¿Quién creerá lo que hemos oído?”
Hace algunos meses, publicamos la respuesta judía a un vídeo creado con fines misioneros respecto de Isaías 53. Sin embargo, nos solicitaron por escrito varios lectores, que publiquemos la opinión judía específicamente sobre Isaías 53 y aquí estamos respondiendo a esa solicitud masiva.
ANALICEMOS EL CONTEXTO
Mire el escenario en el que se produce Isaías 53. Antes, en Isaías, Dios había predicho el exilio y la calamidad para el pueblo judío. El Capítulo 53, sin embargo, se produce en medio de “Mensajes de Consolación” de Isaías, que hablan de la restauración de Israel a una posición de prominencia y una reivindicación de su condición de pueblo elegido de D’os.
En el Capítulo 54 se dieron más detalles sobre la redención que espera a la nación de Israel. Siguiendo inmediatamente después de la promesa del capítulo 53 de la recompensa para el siervo de Dios a cambio de todos sus sufrimientos [53: 10-12].
En el capítulo 54 se describe un destino inequívocamente feliz para el pueblo judío. Hablando claramente del pueblo judío y su estado exaltado [incluso de acuerdo con todos los comentaristas cristianos], el capítulo 54 termina así: “Esta es la herencia de los siervos del Eterno y su justificación viene de Mí, declara el Eterno”.
ISAÍAS 53
En los textos en hebreo, no hay división de capítulos, y tanto judíos como cristianos estamos por igual de acuerdo en que el capítulo 53 es en realidad una continuación de la profecía que comienza en el versículo 52:13. En consecuencia, nuestro análisis debe comenzar en ese verso.
52:13:
הִנֵּ֥ה יַשְׂכִּ֖יל עַבְדִּ֑י יָר֧וּם וְנִשָּׂ֛א וְגָבַ֖הּ מְאֹֽד
He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será muy enaltecido
Israel en singular es llamado siervo de Dios a lo largo de Isaías, de forma explícita [Is 41: 8-9; 44: 1-2.; 45: 4; 48:20; 49: 3] e implícitamente [Is. 42: 19-20; 43:10].
Otras referencias a Israel como siervo de Dios incluyen Jer. 30:10 [nótese que en Jer 30:17, el siervo Israel es considerado por las naciones como un marginado, abandonado por D’os, como en Isaías 53: 4]
52:15 – 53: 1 “Así asombrará él (el siervo) a muchas naciones, los reyes cerrarán la boca a causa de él; pues verán aquello de lo que no estaban informados y entenderán lo que jamás habían oído. ¿Quién creerá lo que hemos oído?.
Claramente, las naciones y sus reyes se sorprenderán de lo que ocurre con él [siervo de D’os], tanto, que dirán en Isaías 53:1:
מִי הֶאֱמִין לִשְׁמֻעָתֵנוּ
Mi he’emin lishmu’atenu
¿Quién creerá lo que hemos oído?
Isaías 52:15 nos dice explícitamente que se trata de las naciones del mundo. Es a las naciones gentiles a quienes Isaías 53 les adjudica el estar expresando sorpresa. Véase, también, Miqueas 7: 12-17, que habla también del asombro de las naciones cuando el pueblo judío florece nuevamente en la era mesiánica. A diferencia de las versiones cristianas, en Isaías 53:1 donde dice: “quién creerá a nuestro anuncio”, el texto hebreo dice: “Quién creerá a lo que hemos oído”. Mientras que las versiones cristianas prefirieron cambiar el “hemos oído” por “nuestro anuncio”. Hay una gran diferencia.
Cuando se lee “nuestro anuncio”, entonces lo que sigue a continuación es parte del mensaje que se anuncia. En cambio, el texto hebreo sin alterar y sin forzar, leído tal y como se encuentra escrito dice: “quién creerá lo que hemos oído”. Esto quiere decir, que quienes hablan, son los que escuchan, no los que anuncian.
Isaías 53:3 “Despreciado y desechado entre los hombres” Si bien esto es claramente aplicable a Israel [ver Isa 60:15; Sal. 44: 13-14], No puede conciliarse con el relato del Nuevo Testamento acerca de Jesús, un hombre que fue supuestamente “elogiado por todos” [Lc. 4: 14-15] y seguido por multitudes, que más tarde le aclaman como un profeta en su entrada triunfal en Jerusalem [Mateo 21; 4:25; 9-11.]. A pesar de que fue llevado para ser crucificado, según el relato del Nuevo Testamento, una multitud lamentó su destino [Lc 23:27]. Jesús tuvo que ser apresado con cautela, ya que los gobernantes temían “una revuelta del pueblo” [Mc. 14: 1-2].
Isaías 53:3 “Un hombre de dolores, experimentado en la enfermedad”: Las adversidades de Israel a menudo son comparadas a una condición de enfermedad, véase, por ejemplo, Isaías. 1: 5-6; Jeremías 10:19; Jeremías 30:12.
Isaías 53:4 “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores” En Mat. 08:17, esto se traduce correctamente, y dice que es literal [no espiritual] cumplido en la curación de Jesús de los enfermos, una lectura que contradice la interpretación cristiana sobre una curación espiritual.
53: 4 “Sin embargo, nosotros lo consideramos azotado, herido de Dos y afligido”. Véase Jeremías 30:17 lo que se dice del siervo de D’os, es decir, Israel (30:10).
53: 5 “Pero a él lo han angustiado nuestras transgresiones, nuestros pecados lo han afligido”.
Mientras que las naciones habían creído que el Siervo (Israel) estaba siendo sometido al justo castigo D-vino por sus pecados (53:4), ahora se dan cuenta que los sufrimientos del Siervo provinieron de las acciones y la pecaminosidad de las naciones. Este tema se desarrolla más ampliamente en nuestras Escrituras sacras. Véase, por ejemplo, Jeremías 50: 7; Jeremías 10:25.
53: 7 “Él fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca”.
Tenga en cuenta que en el capítulo anterior [Is. 52], se dice que Israel ha sido oprimido y llevado cautivo sin causa [52: 4-5]. Un tema similar se desarrolla en el Salmo 44, en el que el rey David habla de la fidelidad de Israel, incluso frente a la opresión de las naciones [44: 17- 18] y describe a Israel como “ovejas al matadero” en medio de las naciones que son infieles [44 : 22,11].
En cuanto a la afirmación de que Jesús “no abrió su boca” cuando se enfrentaba a la opresión y a la aflicción, véase Mat. 27:46, Jn. 18:23, 36-37.
53: 8 “y a causa de la transgresión de mi pueblo fueron ellos heridos”. Aquí el profeta escribe suficientemente claro, para cualquiera que esté familiarizado con el hebreo bíblico, el Siervo oprimido es un término Colectivo, no un solo individuo. La palabra hebrea “lamo | לָמוֹ”, cuando se usa en nuestras Escrituras, siempre significa “ellos” nunca “él” y se puede encontrar, por ejemplo, en el Salmo 99: 7 “Ellos guardaron sus testimonios, y el estatuto que ha dado a ellos [לָמוֹ]”
53: 9 “Y con los ricos en sus muertes”, una vez más se hace evidente el plural:
וַיִּתֵּ֤ן אֶת־רְשָׁעִים֙ קִבְר֔וֹ וְאֶת־עָשִׁ֖יר בְּמֹתָ֑יו
Vaitén et-reshaím qibró ve’et-ashír bemotáiv
“Y dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos en sus muertes”
53: 9 “. Él no había hecho violencia” Véase Mat. 21:12; Mc. 11: 15-16; Lc. 19:45; Lc. 19:27; Mate. 10:34 y Lc. 12:51; entonces juzgue por sí mismo si este pasaje es realmente consistente con el relato del Nuevo Testamento acerca de Jesús. En el relato del Nuevo Testamento, Jesús muere con los impíos y es sepultado con los ricos, todo lo contrario, exactamente lo opuesto a lo que dice Isaías 53.
53:10 “Verá linaje“. La palabra hebrea para “semilla”, que se utiliza en este verso, siempre se refiere a los descendientes físicos en nuestras Escrituras Sacras. Véase, por ejemplo, Génesis 12: 7; Gen. 15:13; Génesis 46: 6; Ex. 28:43. Una palabra diferente, generalmente traducida como “hijos”, se utiliza para referirse a los descendientes espirituales (ver Deut. 14: 1, por ejemplo).
53:10 “vivirá por largos días“. Jesús no sólo muere joven, sino que ¿para qué alargar los días para una persona a la que se adjudica ser dios encarnado?
53:11 “En su conocimiento mi siervo justo hará lo justo para muchos”. Si usted ya ha notado, no es que él justificará a muchos, sino que hará lo justo para muchos.
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Isaias 53 original: https://israelnoticias.com/judaismo/isaias-53-hebreo-fonetica-traduccion/
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