El Amor es...

El amor es el deseo sincero de hacer el bien a los demás, la suma total de los tres valores supremos : verdad, belleza y bondad. No se puede amar por un simple acto de voluntad, para amar hay que conocer y comprender a nuestros semejantes. El amor no es un simple sentimiento o ilusión psíquica, es capaz de trascender los meros sentimientos humanos, es la fuerza más poderosa y luminosa en manos de seres altamente sabios e inteligentes. Los sentimientos humanos pueden morir pero un amor nacido del Espíritu es eterno. El que verdaderamente ama ha conocido y vivido a Dios, porque Dios es amor. Una persona llena de amor difícilmente puede hacerse visible a una persona carente de amor, el que no ama vive rodeado de espesas tinieblas de temor e ignorancia. La generosidad es la expresión más grande de amor, el hombre que da sin esperar nada a cambio a entendido la gran regla de oro. Ponerte en sus zapatos, hacer por otros lo mismo que esperarías que hicieran por ti, hacerlo sin esperar recibir un mismo pago, eso es amor eterno y divino. Es cierto, el amor dá y anhela afecto, fluye y refluye, es como una energía, una energía que sigue los caminos establecidos y sostiene los universos, su origen es el Infinito. El amor es eternamente misericordioso e infinitamente creativo. El amor fraternal ama a los demás como así mismo, pero el amor paternal ama a los demás más que así mismo, el amor más puro da su vida por los que ama, ese es el amor de Cristo Mikael. El amor no condona ni condena, comprende y corrige. El amor es la puerta más próxima a Dios Padre. Ni la creencia, ni la intelectualidad, ni los sentimentalismos pueden reemplazar la falta de amor en el alma humana. El amor derriba murallas y edifica puentes, conecta mundos de relaciones personales y universos de relaciones interpersonales en el microcosmos, el amor conduce al orden original del YO SOY indivisible. El miedo produce odio, el amor siempre será la cura; conoce y comprende, interesate, arriésgate a ver la verdad, no solo los hechos, los hechos no siempre hablan más que mil palabras, pues se puede conocer técnicamente el hecho y errar eternamente en cuento a la verdad. Detras de cada sombra hay una luz que clama por salir al mundo, el poder divino habita en cada unos de nosotros, no suprimas el amor del prójimo, deja que ese amor vuele libre como los pájaros. Ningún ser elevado ni bajo tiene derecho de privar a otro ser de amar y ser amado, de crear relaciones sociales diversas y servir a los semejantes.

Seamos faros de luz, dediquémonos a demostrar en nuestras vidas que la hermandad y el amor son lo más grandioso del mundo, el mundo no capitulará ante creyentes mezquinos y especializadamente intelectuales, nuestro grito de batalla siempre será "paz y buena voluntad entre los hombres". Nuestra espada siempre será el amor y nuestro escudo una fe inquebrantable. 

Sueña el ideal, construye el ideal, pon tu granito de arena. 

Fuente de Conceptos: Libro de Urantia y mi comprensión personal.