Las normas sexuales y de género (ideologías tradicionales judeocristianas) que han moldeado las sociedades occidentales durante siglos se sustentan en una compleja interacción de tradiciones religiosas, interpretaciones textuales y estructuras culturales. Este sistema de valores, presentado a menudo como natural o divino, es en realidad el resultado de procesos históricos, traducciones selectivas y dinámicas de poder. A continuación, se explican tres pilares fundamentales de estas ideologías, ampliando su contexto y matizando sus implicaciones:
1) Pablo de Tarso y la Iglesia
La influencia de Pablo de Tarso y otros maestros cristianos en la moral sexual occidental es innegable. Las epístolas atribuidas a Pablo (Romanos 1:26-27, 1 Corintios 6:9-10) establecieron una visión restrictiva de la sexualidad que permeó la doctrina eclesiástica:
Dualismo cuerpo/espíritu: Pablo heredó del pensamiento helenístico la noción de que lo carnal era inferior a lo espiritual, lo que llevó a una desconfianza hacia el placer sexual, incluso en el matrimonio (1 Corintios 7:9).
Roles de género jerarquizados: La instrucción "las mujeres callen en las congregaciones" (1 Corintios 14:34-35) y la asociación de la autoridad masculina con Cristo (Efesios 5:22-24) sentaron bases para el patriarcado eclesiástico.
Sexualidad como riesgo moral: La categorización de prácticas como la "homosexualidad" (término anacrónico para la época) junto a la idolatría (Romanos 1:23-27) creó un marco de pecado estructural.
Sin embargo Pablo en teoría promovió la igualdad espiritual de genero ("no hay hombre ni mujer", Gálatas 3:28), sus textos fueron instrumentalizados por instituciones posteriores para mantener el statu quo social. La escolástica medieval (e.g., Tomás de Aquino) exacerbó esta visión al clasificar los "pecados contra natura" como los más graves.
Dicen los Reveladores:
150:1.3 Era sorprendente en esa época (Siglo 1), considerando que las mujeres no podían ni siquiera ser admitidas al atrio principal de la sinagoga (estando confinadas a la galería de mujeres), que se las reconociera como instructoras autorizadas del nuevo evangelio del reino. El cometido que Jesús dio a estas diez mujeres al seleccionarlas para enseñar el evangelio y ministrar fue la proclamación de la emancipación; lo cual liberó a las mujeres para todos los tiempos; ya no debían los hombres considerar espiritualmente inferiores a las mujeres. Esto produjo una contundente zozobra aun entre los doce apóstoles. A pesar de que muchas veces habían escuchado al Maestro decir que «en el reino del cielo no hay ricos ni pobres, ni libres ni esclavos, ni hombres ni mujeres, todos son igualmente hijos e hijas de Dios», estaban literalmente pasmados cuando él propuso comisionar formalmente a estas diez mujeres como instructoras religiosas y aun permitirles que viajaran con ellos. El país entero se agitó ante este procedimiento, y los enemigos de Jesús sacaron provecho de esta acción para usarla contra él, pero por todas partes las mujeres creyentes en la buena nueva tomaron firmemente partido por sus hermanas elegidas entonando con gran convicción su aprobación más plena de este reconocimiento, aunque tardío, del sitio que debe ocupar la mujer en el trabajo religioso. Y esta liberación de la mujer, dándoles el debido reconocimiento, fue practicada por los apóstoles inmediatamente después de la partida del Maestro, aunque las generaciones subsiguientes volvieron a caer en las viejas costumbres. En los albores de la iglesia cristiana las mujeres instructoras y ministras eran llamadas diaconisas y se les acordaba reconocimiento general. Sin embargo Pablo, a pesar de profesar que estaba de acuerdo con todo esto en teoría, no supo incorporarla sinceramente en su propia actitud y personalmente le resultó difícil practicarla.
89:3.6 (977.1) Era tan sólo natural que el culto del renunciamiento y la humillación llamara la atención a la gratificación sexual. El culto de la continencia se originó como rito entre los soldados antes de emprender batalla; en épocas posteriores se tornó en la práctica de los «santos». Este culto toleraba el matrimonio tan sólo como un mal menor que la fornicación. Muchas de las grandes religiones mundiales han sido influidas adversamente por este culto antiguo, pero ninguna tanto como el cristianismo. El apóstol Pablo era devoto a este culto, y sus opiniones personales se reflejan en las enseñanzas que introdujo en la teología cristiana: «Bueno le sería al hombre no tocar mujer». «Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo». «Digo, pues, a los solteros y las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo». Pablo bien sabía que estas enseñanzas no eran parte del evangelio de Jesús, cosa que queda demostrada en su declaración: «Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento». Pero este culto condujo a Pablo a despreciar a las mujeres. Es una pena que todas sus opiniones personales hayan influido tan prolongadamente sobre las enseñanzas de una gran religión mundial. Si se hubieran tomado literalmente y obedecido universalmente los consejos de este maestro y fabricante de tiendas, la raza humana habría llegado a un fin repentino e ignominioso. Además, la participación de una religión en el antiguo culto de la continencia conduce directamente a la guerra contra el matrimonio y el hogar, la verdadera piedra angular de la sociedad y la institución básica del progreso humano. No es de sorprender que todas estas creencias fomentaran la formación de sacerdocios célibes en muchas religiones de muchos pueblos.
89:3.7 (977.2) Algún día el hombre debería aprender a gozar de la libertad sin licencia, de la alimentación sin glotonería y del placer sin libertinaje. El autocontrol es una mejor política humana para reglamentar la conducta que la autonegación extrema. Tampoco enseñó Jesús jamás estas opiniones irrazonables a sus seguidores.
2) Traducciones y contextualizaciones problemáticas de los textos bíblicos
El uso de las Escrituras judeocristianas como código moral universal ignora su evolución textual y su enraizamiento en contextos culturales específicos. Algunos ejemplos clave:
Deuteronomio 22:5 - Herramientas vs. género
Traducción tradicional: "La mujer no vestirá ropa de hombre..."
Análisis lingüístico: El término hebreo keli (כְּלִי) significa "herramienta/utensilio", no "vestimenta". En el contexto militar del Deuteronomio (siglo VII a.C.), se prohibía el uso cruzado de armaduras, no la expresión de género. Estudios como los de Saul Olyan (1994) vinculan esto a tabúes sobre el caos ritual en la guerra santa.
Por el machismo predominante, en aquellos días no era permitido que una mujer usara armas ni trajes masculinos para ir la guerra sagrada, se consideraba herramientas de hombre, mientras que el hombre no podia disfrazarse de mujer para evitar ir a la guerra, utilizando el disfraz como ventaja de supervivencia. La mentalidad era que el hombre tenia que ir a la guerra y luchar o morir como "hombre". Por tanto, el contexto nada tiene que ver con la fobia (miedo o desagrado) por los rasgos o ropas supuestamente femeninas en hombres.
Traduccion incorrecta
Deuteronomio 22:5: No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Traduccion correcta
Deuteronomio 22:5: No usara la mujer herramientas de hombre, ni el hombre vestirá con la ropas de mujer; porque es una toebá a Yahweh tu Elohim cualquiera que esto hace.
Levítico 18:22 - Toebá y contexto cultual
Traducción literal: "No yacerás con varón mishk'vei ishah (מִשְׁכְּבֵי אִשָּׁה)"
Interpretación contextual: La frase "como con mujer" sugiere una crítica a roles sexuales no procreativos en rituales cananeos (cf. cultos a Baal). La palabra toebá (תּוֹעֵבָה) denota impureza ritual, no inmoralidad universal. Como señala Jacob Milgrom, 40 de las 103 menciones de toebá en el Tanaj se refieren a prácticas idolátricas, es decir practicas que no se consideran sagradas para el culto a Yahve.
Levítico 18:22 No te echarás con varón como con mujer; es abominación (toeba, impuro en su uso ritual).
Sodomía: de culto pagano a pecado sexual
Deuteronomio 23:17: La prohibición de qedeshah/qadesh (prostitutos/as de templo) apunta a prácticas de fertilidad mesopotámicas, no a relaciones consensuales. Textos ugaríticos (e.g., el ciclo de Baal) muestran que el sexo ritual con sacerdotes/as de Astarté era común en Canaán.
Traduccion incorrecta
Deuteronomio 23:17 No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.
Traduccion correcta
Deuteronomio 23:17 No habrá ramera del templo entre las hijas de Israel, ni prostituto del templo entre los hijos de Israel.
En aquel entonces existía la practica del sacrificio sexual, donde un hombre y una mujer (o dos hombres), se acostaban y tenían relaciones como sacrificio para la pareja divina de Yahweh y Aserah (Ishtar). Pero la ley mosaica condenaba tales practicas sexuales con fines religiosos y el culto a la madre. Al final esta ley no tenia nada que ver con la prostitución secular ni con la homosexualidad como relación romántica y sexual, sino con las implicaciones de estas conductas en el ámbito del culto, ya que los pueblos vecinos tenían tales practicas.
Como la cita anterior, esta el capitulo 18 de Levítico condena las practicas gentiles e incivilizadas del culto a Moloc, donde se involucraban sacrificios humanos y practicas sexuales barbarás (violaciones), que algunos adoptaban. Practicas como el incesto, el bestialismo y la pederastia eran duramente condenadas.
Dicen los Reveladores:
95:1.5 (1042.6) Los maestros salemitas no sobrecogieron nunca plenamente la popularidad de Ishtar, madre de los dioses y espíritu de la fertilidad sexual. Mucho hicieron por refinar la adoración de esta diosa, pero los babilónicos y sus vecinos no habían superado nunca completamente ciertas formas solapadas de cultos sexuales. Se había vuelto práctica universal en toda Mesopotamia que las mujeres se sometieran, por lo menos una vez en su juventud, al abrazo de extraños; esto se consideraba una devoción exigida por Ishtar, y se creía que la fertilidad dependía en gran parte de este sacrificio sexual.
89:7.4 (982.3) Muchas de las peculiares asociaciones de libertinaje sexual combinado con adoración primitiva tuvieron su origen en el sacrificio humano. Antiguamente, la mujer que se topaba con cazadores de cabezas, podía salvar su vida otorgando sus favores sexuales. Más adelante, una doncella destinada a ser sacrificada a los dioses podía salvar su vida dedicando su cuerpo por vida al servicio sexual sagrado del templo; así ganaría el dinero para el rescate. Los antiguos consideraban acción noble mantener relaciones sexuales con una mujer que así intentaba rescatar su vida. La relación con estas doncellas sagradas, se consideraba una ceremonia religiosa, y a la vez ofrecía este rito una excusa aceptable para la gratificación sexual común. Se trataba de una forma sutil de autoengaño que tanto las doncellas como sus parejas disfrutaban en practicar entre sí. Las costumbres establecidas siempre están más retrasadas respecto del avance evolutivo de la civilización, sancionando así prácticas sexuales más primitivas y más salvajes entre las razas evolutivas.
89:7.5 (982.4) La prostitución en el templo finalmente se difundió por toda Europa del sur y Asia. El dinero ganado por las prostitutas del templo se consideraba sagrado entre todos los pueblos —elevada ofrenda para los dioses. Las mujeres de más alto nivel atestaban los mercados sexuales del templo, dedicando sus ganancias a todo tipo de servicio sagrado y de obra de bien público. Muchas de las mujeres de las clases más elevadas ganaban su dote mediante el comercio sexual temporal en el templo, y la mayoría de los hombres preferían casarse con ellas.
El mito de Sodoma (Génesis 19)
La narrativa original enfatiza la violación colectiva como falta de hospitalidad, no la homosexualidad. La reinterpretación como pecado sexual surge en textos del siglo I d.C. (Judas 1:7, 2 Pedro 2:6-10).
Dice un Revelador:
93:6.7 (1021.3) Fue esta rendición pública y real de sus ambiciones personales a favor de los planes más grandes de Melquisedek después de que los tres seres celestiales se le aparecieron en las llanuras de Mamré. Ésta fue una aparición de hecho, a pesar de su asociación con las narrativas posteriormente inventadas relacionadas con la destrucción natural de Sodoma y Gomorra. Y estas leyendas de los acontecimientos de aquellos días indican cuán retrasadas estaban la moral y la ética aun en esa época comparativamente tan reciente.
Ejemplo adicional
La condena de la "afeminación" en 1 Corintios 6:9 traduce mal malakoi (μαλακοί), término que en contextos griegos denotaba a jóvenes pasivos en relaciones pederastas, no a hombres con rasgos femeninos.
Dicen los Reveladores acerca de los escritos tradicionales:
4:5:1 (59.6) La tradición religiosa es el registro imperfectamente preservado de las experiencias de los hombres de pasadas edades que conocían a Dios, pero tales registros no son confiables como guías para la vida religiosa ni como fuentes de verdadera información acerca del Padre Universal.
Las escrituras judeocristianas han sido muchas veces alteradas en sus traducciones para fines teológicos, para controlar conductas y acciones que a una persona o grupo no les agrada.
En realidad todas estas practicas algunas barbarás y otras no tanto, fueron traducidas incorrectamente como abominación (dándole una sentido negativo universal a todas esas practicas), pero en hebreo dice toebá, que se refiere a que "tales actos o cosas son impuras para su uso ritual", es decir que en los rituales de culto estaban prohibidas todo tipo de cosas como esas, incluyendo las relaciones homosexuales. Pero esta prohibición nunca se refiere a que la homosexualidad era un pecado dentro del pueblo de Israel, solo era pecado la practica de las relaciones homosexuales y heterosexuales para su uso ritual de culto, acto que practicaban los pueblos vecinos para sus dioses. Otras cosa que también es considerada como impuro para los rituales del culto es tocar a los muertos y invocar otros dioses ajenos.
También era considerado toeba que cualquier discapacitado o con partes amputadas, entrara al templo sagrado o se involucrara en los rituales.
Curiosamente aquellos que rechazan las escrituras, y las llaman obra de "satanás el demiurgo" o un texto "retrograda", persisten en sostener estas ideas de malas traducciones descontextualizadas como si fueran valores divinos. Madurar es romper con este sistema de valores primitivo para ver las cosas de una manera más real y positiva. Ver las cosas como son realmente, y no con los lentes del miedo y la ignorancia (supersticiones).
Algunos han intentado utilizar algunos dichos de Mikael para regular el matrimonio y la sexualidad en nombre de Dios pero:
140:8.14 En los tiempos de Jesús, el divorcio era fácil tanto en Palestina como en todo el Imperio Romano. Se negó repetidamente a establecer leyes sobre el matrimonio y el divorcio, pero muchos de los primeros seguidores de Jesús tenían opiniones definidas sobre el divorcio y no vacilaron en atribuírselas a él. Todos los escritores del Nuevo Testamento se adhirieron a estas ideas más estrictas y avanzadas sobre el divorcio, excepto Juan Marcos.
140:8.21 (1582.2) Jesús tenía poco que decir sobre los vicios sociales de su época; rara vez se refirió a la delincuencia moral. Era un educador positivo de la verdadera virtud. Evitó cuidadosamente el método negativo de impartir la enseñanza; rehusó darle publicidad al mal. No era siquiera un reformador moral. Sabía muy bien, y así lo enseñó a sus apóstoles, que los impulsos sensuales de la humanidad no se suprimen con los reproches religiosos ni con las prohibiciones legales. Sus pocas denuncias estaban dirigidas sobre todo contra el orgullo, la crueldad, la opresión y la hipocresía.
83:8.4 (929.7) También es triste que ciertos grupos de mortales hayan concebido el matrimonio como la consumación de una acción divina. Estas creencias conducen directamente al concepto de la indisolubilidad del estado marital sean cuales fueran las circunstancias o deseos de las partes contrayentes. Pero el hecho mismo de que tales uniones puedan disolverse indica que la Deidad no es parte participante de ellas. Si Dios une dos cosas o personas, éstas permanecerán unidas hasta el momento en que la voluntad divina decida su separación. Pero, en cuanto al matrimonio, que es una institución humana, ¿quién presumirá juzgarlo, para decir cuáles matrimonios son uniones que podrían haber sido aprobadas por los supervisores del universo en contraste con aquellas que son puramente humanas en su naturaleza y origen?
Sobre la amistad y las relaciones homosexuales dicen los reveladores:
160:2.4 (1775.5) La comunicación simbólica entre los seres humanos predetermina la aparición de los grupos sociales. El más eficaz de todos los grupos sociales es la familia, más específicamente los dos padres. El afecto personal es el lazo espiritual que mantiene la unidad de estas asociaciones materiales. Una relación tan eficaz también es posible entre dos personas del mismo sexo, tal como se ha demostrado muchas veces en la devoción de las verdaderas amistades.
81:5.6 (906.4) La fuerza no significa justicia, pero impone los derechos comúnmente reconocidos de cada generación sucesiva. La misión principal del gobierno consiste en la definición de la justicia, la reglamentación justa y equitativa de las diferencias de clase y la imposición de la igualdad de oportunidad bajo la ley. Todo derecho humano está asociado con un deber social; el privilegio del grupo es un mecanismo de seguro que infaliblemente demanda el pago total de las rigurosas primas de servicio del grupo. Y los derechos del grupo, así como también los del individuo, deben ser protegidos, incluyendo la reglamentación de las inclinaciones sexual.
3) La llamada "cultura machista"
El sistema patriarcal trasciende lo religioso, arraigándose en estructuras socioeconómicas:
Militarismo y control reproductivo: En Roma, el pater familias tenía derecho de vida/muerte sobre su esposa e hijos. La virilidad (virtus) se asociaba al dominio bélico (ejemplo: el culto a Marte).
Economía de honor: En culturas mediterráneas, la masculinidad se medía por el control del cuerpo femenino (teoría de J.G. Peristiany). Esto explica tabúes sobre vestimenta (Deuteronomio 22:5) y la obsesión con la virginidad.
Biología esencialista: La medicina hipocrática (teoría de los humores) y la filosofía aristotélica ("la mujer es hombre incompleto") biologizaron la inferioridad femenina. La Iglesia medieval fusionó esto con el pecado original (Eva como tentadora).
Paradoja cristológica: Jesús de Nazaret desafió estos modelos al interactuar con mujeres (Juan 4:1-42), rechazar la lapidación (Juan 8:7), y evitar legislar sobre moral sexual (ejemplo: silencio sobre homosexualidad en los Evangelios). Como señala el Libro de Urantia (140:8.14), se centró en la virtud positiva, no en prohibiciones.
La cultura machista a influido tanto que se considera inferior un hombre que se sienta atraído por otro hombre o un hombre que tenga rasgos o condutas atribuidas a la mujer, porque la mentalidad es que la mujer es débil, que ser femenino es ser débil y dependiente, frágil y infantil. Estas ideologías retrogradas siguen funcionando en mentes tradicionales creyendo que con esas ideas crean hombre fuertes, cuando realmente Jesus fue un hombre fuerte, sin tener que tener rasgos animalisticos atribuidos a lo que es ser hombre.
Estas ideologías han influido profundamente en la cultura y en la construcción de tabúes y costumbres que se consideran morales e ideales, despreciando o humillando, aun satanizando cualquier acto que este fuera de esta línea sagrada. Tanto se ha grabado en la mente de las personas, que aun se consideran conocedoras de la biología humana, suficiente para censurar y condenar cualquier cosa que vean fuera de su cómoda complacencia ideológica.
Finalmente la ciencia y NO la religion ayudaron, y siguen ayudando a romper los tabúes inútiles sobre las conductas y personalidades del hombre y la mujer, aunque la gente se resiste, creyendo que quieren destruir sus valores tradicionales y sagrados.
4) La ciencia como correctivo histórico
Los avances en antropología, psicología y biología han desmontado mitos fundacionales:
Margaret Mead (1928): En Adolescencia en Samoa mostró que los roles de género varían culturalmente.
Alfred Kinsey (1948): Sus estudios revelaron que el comportamiento sexual humano es un espectro, no una dicotomía.
Neurociencia contemporánea: Investigaciones como las de Simon LeVay (1991) indican bases biológicas en la orientación sexual, desvinculándola de elección moral.
Retos actuales: La resistencia a estos datos suele enmarcarse en la "teoría del pánico moral" (Stanley Cohen), donde grupos conservadores ven amenazas a valores tradicionales. Ejemplos incluyen leyes contra cualquier intento de cambiar sus creencias sobre el sexo en Europa del Este o la retórica anti-homosexuales en movimientos evangélicos.
Conclusión: Hacia una ética sexual fundamentada
Desentrañar los orígenes de estas ideologías no implica negar su impacto cultural, sino entenderlas como productos históricos revisables. Una aproximación madura requiere:
Hermenéutica crítica - Leer textos sagrados en su contexto original, distinguiendo principios universales de normas culturalmente condicionadas.
Diálogo interdisciplinar - Integrar hallazgos científicos sobre diversidad sexual con reflexión ética.
Empatía narrativa - Escuchar experiencias de grupos marginalizados para construir normas equitativas.
Como señalaba Foucault en Historia de la sexualidad, el poder no solo reprime, sino que produce discursos sobre lo "normal". Reconocer este proceso es el primer paso para construir una sexualidad basada en el consentimiento, el respeto y la autenticidad, superando dogmatismos heredados que han sido generadores de miedo y violencia entre los pueblos supuestamente civilizados.
Referencias:
https://biblehub.com/
(40) LA BIBLIA SIN MITOS - César Silva - YouTube