Es fundamental comprender que el término Mesías en la Biblia alude a un "rey elegido para gobernar y liberar". Aunque las traducciones no siempre lo hacen evidente, en el Antiguo Testamento se mencionan varios Mesías, tanto judíos como extranjeros. Un ejemplo es el rey de Persia, seguidor de Ahura Mazda, quien, a pesar de creer en un dios distinto a Yahvé, fue reconocido por el profeta y algunos creyentes como un Mesías para su pueblo.
Es cierto que Jesús de Nazaret no fue el Mesías esperado por los judíos de su época, al menos no por los grupos mayoritarios de autoridad. Sin embargo, ciertos grupos apocalípticos, como los qumranitas visualizaron proféticamente a un Mesías pacífico y sanador que establecería un reino espiritual, como se refleja en la siguiente cita de una revelación mesiánica:
Apocalipsis Mesianico 11:1-13 (100 a.C)
Porque los cielos y la tierra escucharán a su elegido (Mesías),
Y todo los que están en ellos no se alejaran de los preceptos de los santos.
¡Fortalézcanse ustedes, que buscan al Señor en su servicio!
¿No estarán en este encuentro con el Señor, todos aquellos que esperan en su corazón?
Porque el Señor considerará al piadoso, y llamará al justo por su nombre,
y su espíritu estará sobre el pobre, y renovará la fidelidad con su fuerza.
Porque él honrará al compasivo sobre el trono de un reino eterno,
liberando prisioneros, dando vista a los ciegos, enderazando a los torcidos.
Y para siempre me aferraré a aquellos que esperan, y en su misericordia[…] y el fru[to de…] … no se retrasará.
Dice: Y el Señor realizara actos maravillosos que no han sucedido antes, tal como él ha dicho, porque sanará a los heridos y levantará a los muertos, proclamará buenas nuevas a los mansos, dará desinteresadamente a los necesitados, guiará a los perdidos y enriquecerá a los que tienen hambre."
Dice el Libro de Urantia acerca esto:
171:4.9 (1872.6) Jesús había sido aceptado por estos creyentes como el Mesías, y los judíos poco o nada sabían de un Mesías sufriente.
Dice el Libro de Urantia acerca esto:
171:4.9 (1872.6) Jesús había sido aceptado por estos creyentes como el Mesías, y los judíos poco o nada sabían de un Mesías sufriente.
En el Nuevo Testamento, el término hebreo de Mesías (HaMashiaj, traducido como Cristo o el Cristo, se emplea tanto como un título como un nombre personal del Hijo Creador. Este título simboliza el logro de Mikael al obtener la soberanía de su universo. Según los Reveladores de Urantia, Cristo no es solo un nombre inventado por el ser humano:
21:0.3 (234.3) A veces nos referimos al soberano de vuestro universo de Nebadon como Cristo Micael.
33:1.1 (366.2) Debido al nombre asociado con su autootorgamiento séptimo y final en Urantia, a veces se le llama Cristo Micael.
21:6:4 (242.3) Cuando Cristo Micael estaba en Urantia, dijo cierta vez: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».
0.5:3 (8.3) Aún Dios y el hombre pueden coexistir en una personalidad unificada, tal como está demostrado tan exquisitamente en el estado presente de Cristo Micael —Hijo del Hombre e Hijo de Dios.
35:0.1 (384.1)LOS Hijos de Dios presentados previamente tuvieron origen paradisiaco. Son los descendientes de los Gobernantes divinos de los dominios universales. En Nebadon tan sólo hay uno de la primera orden de filiación paradisiaca —los Hijos Creadores— Micael, el padre y soberano del universo. De la segunda orden de filiación del Paraíso, los Avonales o Hijos Magisteriales, Nebadon tiene su cuota completa: 1.062. Y estos «Cristos menores» son tan eficientes y tan todopoderosos en sus respectivos autootorgamientos planetarios como lo fue el Hijo Creador y Soberano en Urantia.
Recordemos que su reino no es de este mundo, por lo que en múltiples ocasiones rechazó asumir el rol de un mesías terrenal, es decir, un rey de un reino material. En cambio, vivió para conquistar la soberanía de un universo.
185:5.6 (1993.6) Los judíos eran un pueblo orgulloso, ahora sí sometido al yugo político de los romanos, pero esperanzados del advenimiento de un Mesías que los liberaría de su esclavitud gentil con gran muestra de poder y gloria.
97:10.3 El egoísmo nacional, la fe falsa y un mal entendido del concepto del Mesías prometido, y la esclavización y la tiranía, cada vez más pesadas, del sacerdocio, silenciaron para siempre las voces de los dirigentes espirituales (excepto Daniel, Ezequiel, Hageo y Malaquías); y desde aquel día hasta el tiempo de Juan Bautista, todo Israel experimentó una retrogresión espiritual cada vez más grave.
21:6:4 (242.3) Cuando Cristo Micael estaba en Urantia, dijo cierta vez: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».
0.5:3 (8.3) Aún Dios y el hombre pueden coexistir en una personalidad unificada, tal como está demostrado tan exquisitamente en el estado presente de Cristo Micael —Hijo del Hombre e Hijo de Dios.
35:0.1 (384.1)LOS Hijos de Dios presentados previamente tuvieron origen paradisiaco. Son los descendientes de los Gobernantes divinos de los dominios universales. En Nebadon tan sólo hay uno de la primera orden de filiación paradisiaca —los Hijos Creadores— Micael, el padre y soberano del universo. De la segunda orden de filiación del Paraíso, los Avonales o Hijos Magisteriales, Nebadon tiene su cuota completa: 1.062. Y estos «Cristos menores» son tan eficientes y tan todopoderosos en sus respectivos autootorgamientos planetarios como lo fue el Hijo Creador y Soberano en Urantia.
Recordemos que su reino no es de este mundo, por lo que en múltiples ocasiones rechazó asumir el rol de un mesías terrenal, es decir, un rey de un reino material. En cambio, vivió para conquistar la soberanía de un universo.
185:5.6 (1993.6) Los judíos eran un pueblo orgulloso, ahora sí sometido al yugo político de los romanos, pero esperanzados del advenimiento de un Mesías que los liberaría de su esclavitud gentil con gran muestra de poder y gloria.
97:10.3 El egoísmo nacional, la fe falsa y un mal entendido del concepto del Mesías prometido, y la esclavización y la tiranía, cada vez más pesadas, del sacerdocio, silenciaron para siempre las voces de los dirigentes espirituales (excepto Daniel, Ezequiel, Hageo y Malaquías); y desde aquel día hasta el tiempo de Juan Bautista, todo Israel experimentó una retrogresión espiritual cada vez más grave.
Por ello, debemos dejar de estigmatizar el término "Cristo". Que algunos judíos o cristianos tengan concepciones erróneas sobre la idea del Mesías no deslegitima la evolución ni la riqueza del simbolismo asociado a ese nombre.
97:7.14 (1070.3)Este profeta del cautiverio predicó a su pueblo y a aquellos de muchas naciones que le escucharon junto al río en Babilonia. Y este segundo Isaías hizo mucho para contrarrestar los muchos conceptos raciales egoístas y erróneos sobre la misión del Mesías prometido. Pero en su esfuerzo no triunfó totalmente. Si los sacerdotes no se hubiesen dedicado a aumentar un nacionalismo mal entendido, las enseñanzas de los dos Isaías habrían preparado el terreno para el reconocimiento y la recepción del Mesías prometido.
97:7.14 (1070.3)Este profeta del cautiverio predicó a su pueblo y a aquellos de muchas naciones que le escucharon junto al río en Babilonia. Y este segundo Isaías hizo mucho para contrarrestar los muchos conceptos raciales egoístas y erróneos sobre la misión del Mesías prometido. Pero en su esfuerzo no triunfó totalmente. Si los sacerdotes no se hubiesen dedicado a aumentar un nacionalismo mal entendido, las enseñanzas de los dos Isaías habrían preparado el terreno para el reconocimiento y la recepción del Mesías prometido.
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