Hagamos un ejercicio... acontece un día, una mujer decide convertir su nombre y los nombres de sus padres en números separados cada uno, luego los suma y el resultado de cada nombre es 6-6-6. Ella teniendo la idea preconcebida del 666 como "numero del diablo" se alertará, vera un patrón, buscara relacionar ese numero con la vida accidentada que ha tenido, y creerá que ella y sus padres nacieron bajo maldición...se le explicaría que la Biblia solo dice que el 666 es numero de hombre, no del diablo, y que hay otros códices antiguos que revelan que el numero pudo ser 616, pero haría caso omiso, se había ella sumergido demasiado en esa idea y experiencia, ya no podía ver la realidad; así es como funciona el hombre, maquina de ver patrones. La habilidad de ver patrones nos ha servido desde tiempos antiguos para sobrevivir a un medioambiente confuso y hostil, fue gracias a la habilidad de ver patrones que también nació la superstición y las teorías de conspiración en la antigüedad. En el pasado llevar una simple piedra común, y observar que todo te salia bien podía crear problemas, porque los que te observaban creerían que había una significativa relación entre que tu vida este llena de "bendición" y que portes esa piedra en particular, lo llevarían ante el líder, le quitarían el supuesto amuleto para obtener esa suerte...el líder lo usaría y vería que no funciono, así que acusaría al joven de robar el poder de roca y le daría pena de muerte a aquel joven, ahí vemos de como una casualidad llevo a una creencia entremezcladas con teoría de conspiración.
Las casualidades existe o más bien "causalidades no intencionales", y estas coincidencias son más comunes de lo que creemos, y de estas casualidades podemos generar un sin fin de teorías de conspiración y creencia por lo general absurdas y peligrosas entremezcladas con algunos intereses, prejuicios, miedos y deseos.
Hagamos otro ejemplo: "En la edad media un joven llego con creencias e ideas diferentes a una aldea, en unos días llega un plaga terrible de langostas y arrasa la cosecha, encierran al joven y le hacen preguntas de que si creía en la santa Trinidad, el joven les contesta que solo hay un Dios, de ahí concluyeron los oyentes que había una supuesta relación entre la plaga y su creencia, así que lo llevaron a la horca para quitarse de encima la maldición del hereje, días después las plagas se fueron, y eso confirmaría supuestamente sus sospechas." Ahí observamos como un inocente murió a manos de teóricos de la conspiración medievales y supersticiosos que estaban acudiendo a sus miedos y sospechas como a su análisis de patrones irracional y prejuicio. De esta manera quemaron brujas y científicos en la edad media, ¿haremos lo mismo nosotros cediendo a nuestros instintos más bajos en nombre de las ilusiones del temor?
Hagamos otro ejemplo: "En la edad media un joven llego con creencias e ideas diferentes a una aldea, en unos días llega un plaga terrible de langostas y arrasa la cosecha, encierran al joven y le hacen preguntas de que si creía en la santa Trinidad, el joven les contesta que solo hay un Dios, de ahí concluyeron los oyentes que había una supuesta relación entre la plaga y su creencia, así que lo llevaron a la horca para quitarse de encima la maldición del hereje, días después las plagas se fueron, y eso confirmaría supuestamente sus sospechas." Ahí observamos como un inocente murió a manos de teóricos de la conspiración medievales y supersticiosos que estaban acudiendo a sus miedos y sospechas como a su análisis de patrones irracional y prejuicio. De esta manera quemaron brujas y científicos en la edad media, ¿haremos lo mismo nosotros cediendo a nuestros instintos más bajos en nombre de las ilusiones del temor?
Con estos ejemplos podemos ver como hoy pasa lo mismo, como se discrimina por clase social, por creencia, raza, o ideología política, en tal caso esto de ver patrones puede ser sumamente peligroso si no se controla inteligentemente. No todo patrón es causal. Debemos cuestionarnos a nosotros mismos lo que construimos en base a esos patrones, ya que uno puede crear relaciones de patrones irracionales buscando confirmar prejuicios y creencias religiosas o políticas.
Veamos un ultimo ejemplo: "Un hombre se hace terraplanista, acusa a la ciencia de mentir, defiende su postura con la biblia, negacionismo y fotos falsas, un día lo invitan a un vuelo espacial, este va, se duerme, al despertar observa la Tierra, luego afirma que en el trayecto lo durmieron y que estaba en una realidad virtual falsa que lo sacaran de ahí, que la Tierra es plana y se lo ocultan así que se quita la vida para salir de la supuesta falsa realidad, en otro escenario el sujeto dice que eso que ve es una proyección holografica bluebeam para ocultar la verdadera forma de la Tierra." Vean hasta donde puede llegar la conspiranoia, hasta donde podemos tomar cualquier hecho aislado para sacar conclusiones que sigan confirmando nuestras ilusiones. Y esto no es un caso absurdo, ocurre hoy.
El libro de Urantia nos dice acerca de la relación de hechos (patrones):
"La verdad...no siempre puede deducirse de la combinación de hechos aparentes. Aunque ciertos hechos pueden ser materialmente verdad, esto no significa que la relación de un grupo de hechos deba necesariamente conducir a conclusiones ... verdaderas . Se puede conocer técnicamente el hecho y errar eternamente en cuanto a la verdad." También nos dice acerca de las sospechas (paranoia y conspiranoia):
110:1:5 (1204.3) Todo veneno físico atrasa considerablemente los esfuerzos de la Chispa por exaltar la mente material, mientras que los venenos mentales del temor, la ira, la envidia, los celos, las sospechas y la intolerancia del mismo modo interfieren terriblemente con el progreso espiritual del alma evolutiva.
140:5:18 (1575.3) Trabajar por la paz es la cura de las desconfianzas y las sospechas.
191:4:3 (2041.6) Todos vosotros sois los hijos de la luz; por eso, no tropecéis en marañas de malentendido causadas por sospechas mortales y la intolerancia humana.
68:3.4 (766.5) El hambre y el amor atrajeron a los hombres a unirse; la vanidad y el temor a los fantasmas los mantuvieron unidos. Pero estas emociones solas, sin influencia de las revelaciones pacificadoras, no son capaces de soportar la tensión de las sospechas e irritaciones de las interasociaciones humanas. Sin ayuda de las fuentes suprahumanas la tensión de la sociedad estalla al alcanzar ciertos límites, y estas mismas influencias de la movilización social —el hambre, el amor, la vanidad y el temor— conspiran para sumir a la humanidad en la guerra y en el derramamiento de sangre.
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