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miércoles, 27 de julio de 2022

LA VERDAD SOBRE EL ESPIRITUALISMO (9)

CAPÍTULO II

LA PREPARACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA



Puesto que el deseo de inmortalidad es casi universal en la especie humana, y puesto que existen numerosos sistemas bien organizados y bastante conocidos de creencias religiosas y otras enseñanzas que afirman definitivamente su capacidad para poner a los seres vivos en comunicación con sus amigos muertos y difuntos, y puesto que los seres humanos son los más curiosos e investigadores de todos los animales; debemos reconocer que el escenario está idealmente preparado para favorecer la promulgación y difusión de los dogmas del espiritualismo, o de cualquier otro culto que pretenda ser capaz de destapar el velo que separa esta vida de la otra, y así satisfacer en cierta medida el ansia combinada de inmortalidad, por un lado, y la curiosidad que busca penetrar en los misterios del futuro y del mundo invisible, por otro. 

Y así, en este momento quiero llamar su atención sobre la conspiración de influencias y tendencias que tan eficazmente trabajan, consciente e inconscientemente, para preparar la mente del individuo medio para una disposición favorable hacia el espiritualismo.


A. EL KINDERGARTEN DEL ESPIRITISMO  


He pensado que lo mejor es clasificar estas tendencias predisponentes hacia el espiritualismo a la manera de nuestro sistema escolar público, por lo que nuestro primer grupo de tendencias espiritistas será llamado el kindergarten del Espiritismo


1. LA CURIOSIDAD INFANTIL


El primer paso en la preparación de la raza humana para ser enamorada (seducida o ilusionada) y confundida (mal enseñada) por los sofismas del espiritualismo moderno, consiste en el atributo humano universal de la curiosidad. La curiosidad es el rasgo psicológico fundamental y básico que permite a los exponentes del espiritismo, tanto teológico como comercial, obtener su primer dominio firme y seguro sobre la mente humana. 

Sin la credulidad, el espiritualismo avanzaría poco. Es patético -sí, es incluso trágico- ver con qué inocencia infantil hombres y mujeres de mente fuerte y altamente educados se tragan, sin cuestionar, y casi sin razonar, las débiles pruebas y aceptan las pretensiones no probadas de los médiums (o canalizadores) espiritistas, clarividentes, adivinos y otros tipos de adivinos. 

Los hombres y mujeres inteligentes, que en sus profesiones y negocios exigen que se ofrezcan pruebas adecuadas en apoyo de todas y cada una de las proposiciones que se presentan para su aceptación o respaldo, aceptarán, en presencia de supuestos espectros y espíritus, como satisfactorias, pruebas que no resistirán en absoluto el menor examen crítico. 

La curiosidad, pues, la consideraremos como el elemento principal del terreno que cultivan los espiritualistas, en el que siembran la semilla que engaña con tanto éxito y fascinación a tantos miles de honestos pero ilógicos y superficiales buscadores de la verdad. Debemos reconocer que el ser humano promedio no posee una mente bien entrenada, disciplinada y lógica. La mayoría de la humanidad no está entrenada en la ciencia de las leyes de la evidencia, y no está altamente dotada de un juicio discriminativo (dicernidor) y habilidades de razonamiento sublimes. Por lo tanto, constituyen mentalidades preparadas, siempre receptivas y fáciles de engañar, que se prestan en todo sentido a ser víctimas fáciles de las afirmaciones sobrenaturales y de los fenómenos espectaculares del espiritualismo moderno. 


 Fuente: https://ubhs.hosted-by-files.com/docs/H/hg19231101_sadlerw_109.pdf

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