Niburu y los Mundos de Estancia

 

Nibiru es un nombre acadio y babilónico dado a un cuerpo celeste identificado como la estrella de Bel Marduk, el nombre de Nibiru era dado tanto a la estrella polar, a Jupiter, así como a otros cuerpos celestes por la confusión de las tradiciones. La etimología de Nibiru es "Lugar, o Punto de Transición".

El Enûma Eliš dice:

"Nibiru es la estrella [de Marduk], que él hizo aparecer en los cielos... [130-131] Las estrellas del cielo, que él [Nibiru] fije su curso; que él pastoree a todos los dioses como ovejas."

Nibiru se describe detalladamente en una tablilla cuneiforme:

Nibiru, del que se dice que ocupó los pasajes del cielo y de la tierra, porque todos los de arriba y los de abajo preguntan a Nibiru si no encuentran el pasaje. Nibiru es la estrella de Marduk que los dioses del cielo hicieron visible. Nibiru se erige como un poste en el punto de inflexión. Los otros dicen de Nibiru el poste: "El que cruza el medio del mar (Tiamat) sin calma, que su nombre sea Nibiru, pues ocupa el centro del mismo". El camino de las estrellas del cielo debe mantenerse inalterado.

Es curioso ver como las Revelaciones de Urantia hablan acerca de los mundos de transición, los visitaremos después de atravesar el umbral de la muerte. Nótese que el mundo central donde giran estos mundos de transición es Jerusem, de donde bajaron tanto nuestro Adam y Eva como los 100 de Caligastia. 

En la Revelación se dice que Marduk es la perpetuación del concepto de Adam como un semidios.

92:5:6 (1008.8) En Babilonia el dios Marduk fue la perpetuación de la leyenda de Adán, la idea del hijo de Dios, el eslabón que vincula al hombre con Dios.

Esto hace que la importancia de Nibiru cobre sentido, que era presentado como la sede del dios  Marduk, es decir el lugar de donde vino Adam. 

Claro que dentro de la mitología babilónica y Akkadia estos conceptos no estaban tan claros, estamos hablando de tradiciones que provienen de hace 37,000 años a 500,000. Y más difícil es de interpretar para los encargados de desentrañar los misterios de las tabillas de arcillas que nos cuestan estas leyendas, pero la Revelación cumple un papel importa de aclarar y darnos pistas para reconstruir y llenar la gran laguna de nuestros antepasados.

Las siguientes citas puede ayudar a encontrar una interesante correlación:

Los mundos de transición (Nibirus)

32:2:3 (358.5) Tales mundos arquitectónicos son diseñados para dar cabida tanto a las personalidades físicas y espirituales como también a la morontia mediadora, o estados de transición de la existencia.

45:0:1 (509.1) Los satélites principales de Jerusem son los siete mundos de transición, cada uno de los cuales es aproximadamente diez veces tan grande como Urantia, mientras que los siete subsatélites de estas esferas de transición son aproximadamente del tamaño de Urantia.


Adam venia de Jerusem (Nibiru)

51:2:1 Al recibir la noticia de que otro mundo habitado ha logrado la altura de la evolución física, el Soberano del Sistema convoca al cuerpo de Hijos e Hijas Materiales a la capital del sistema; y después de hablar de las necesidades de dicho mundo evolucionario, dos del grupo de voluntarios —un Adán y una Eva del cuerpo decano de los Hijos Materiales— son seleccionados para emprender la aventura, someterse al sueño profundo preparatorio para ser enserafinados y transportados de su hogar de servicio asociado al nuevo reino de nuevas oportunidades y nuevos peligros.

51:0:3 Aunque no podéis esperar conocerlo todo sobre la tarea de estos Hijos en todos los mundos de Satania y otros sistemas, otros documentos describen más plenamente la vida y experiencias de esta interesante pareja, Adán y Eva, que vinieron de los cuerpos de elevadores biológicos de Jerusem para elevar las razas urantianas. Aunque ocurrió un fracaso de los planes ideales para el mejoramiento de vuestras razas nativas, sin embargo, la misión de Adán no fue en vano; Urantia se ha beneficiado inmensurablemente del don de Adán y Eva, y entre sus semejantes y en los concilios en lo alto, su contribución no se considera una pérdida total.