*Estos casos se refieren primero al caso de las revelaciones de Ellen G. White y luego a la del sujeto anónimo dormido que los Reveladores de Urantia usaron para el contacto.
Apéndice del libro
"Travesuras de la Mente"
de William S Sadler
En las discusiones sobre médiums fraudulentos o psíquicos autoengañados, el lector de este libro se ha encontrado varias veces con la afirmación de que había ciertas excepciones a las acusaciones generales que allí se hacían, y fue remitido a este apéndice. Ahora es mi deber explicar lo que tenía en mente cuando se insertaron esas notas a pie de página. En interés de la exactitud científica, por una parte, y de la estricta imparcialidad, por otra, es necesario explicar que hay una o dos excepciones a la afirmación general de que todos los casos de fenómenos psíquicos que han llegado a mi observación han resultado ser de autopsiquismo. Es cierto que prácticamente todos los fenómenos físicos han resultado ser fraudulentos, mientras que los fenómenos psíquicos son casi invariablemente explicables por las leyes de la proyección psíquica, la transferencia, el cambio de realidad, etc. Pero hace muchos años conocí a una *médium en trance, una mujer ya fallecida, cuyas visiones, revelaciones, etc., no estaban contaminadas por el espiritismo. Por lo que sé, en ningún momento afirmó estar bajo la influencia de guías o controles espirituales, ni comunicar mensajes de los espíritus de seres humanos fallecidos. Su trabajo era en gran parte de naturaleza religiosa y consistía en dichos elevados y admoniciones religiosas. Nunca tuve el privilegio de hacer un análisis psíquico completo de este caso, y no estoy en condiciones de expresar hasta qué punto sus revelaciones se originaron en los reinos subconscientes de su propia mente. Menciono el caso simplemente para registrar el hecho de que he conocido un caso de fenómenos psíquicos aparentemente del orden del trance que no estaba asociado de ninguna manera con el espiritismo.
La otra excepción tiene que ver con un caso bastante peculiar de fenómenos psíquicos que no puedo clasificar y que me gustaría narrar con más detalle, pero no puedo hacerlo aquí por una promesa que me siento obligado a cumplir sagradamente. En otras palabras, he prometido no publicar este caso durante la vida del individuo. Espero conseguir alguna vez una modificación de esa promesa y poder informar más ampliamente sobre este caso por sus interesantes características. *Entré en contacto con él, en el verano de 1906, y lo he tenido bajo mi observación más o menos desde entonces, habiendo estado presente en probablemente 250 de las sesiones nocturnas, a muchas de las cuales ha asistido un taquígrafo que tomó voluminosas notas.
Aunque el sueño parece ser de orden natural, es muy profundo, y hasta ahora nunca hemos podido despertar al sujeto cuando está en este estado; pero el cuerpo nunca está rígido, y la acción del corazón nunca se modifica, aunque la respiración a veces se ve notablemente interferida. Este hombre es totalmente inconsciente, no se da cuenta de lo que ocurre, y, a menos que se le diga posteriormente, nunca sabe que ha sido utilizado como una especie de centro de camara de intercambio de información para el ir y venir de supuestas personas extraplanetarias. De hecho, es más o menos indiferente a todo el procedimiento, y muestra una sorprendente falta de interés en estos asuntos cuando se producen de vez en cuando.
Estas visitas nocturnas no se parecen en absoluto a las sesiones de espiritismo. En ningún momento, durante el período de observación de dieciocho años, ha habido una comunicación de ninguna fuente que afirmara ser el espíritu de un ser humano fallecido. Las comunicaciones que se han escrito, o que hemos tenido la oportunidad de oír hablar, son realizadas por un vasto orden de supuestos seres que afirman venir de otros planetas a visitar este mundo, a detenerse aquí como visitantes estudiantes para su estudio y observación cuando están en camino de un universo a otro o de un planeta a otro. Estas comunicaciones surgen además en supuestos seres espirituales que pretenden haber sido asignados a este planeta para tareas de diversa índole.
Dieciocho años de estudio e investigación cuidadosa no han podido revelar el origen psíquico de estos mensajes. Me encuentro en la actualidad justo donde estaba cuando empecé. El psicoanálisis, el hipnotismo, la comparación intensiva, no logran demostrar que los mensajes escritos o hablados de este individuo tengan origen en su propia mente. Gran parte del material obtenido a través de este tema es bastante contrario a sus hábitos de pensamiento, a la forma en que ha sido enseñado y a toda su filosofía. De hecho, de mucho de lo que hemos conseguido, no hemos encontrado nada de su naturaleza en la existencia. Su contenido filosófico es bastante nuevo, y no somos capaces de encontrar dónde se ha expresado nunca gran parte de él.
Por mucho que me gustaría informar de los detalles de este caso, no estoy en condiciones de hacerlo en este momento. Sólo puedo decir que en estos años de observación he comprobado que toda la información impartida a través de esta fuente ha resultado ser coherente en sí misma. Aunque hay una diferencia considerable en la calidad de las comunicaciones, esto parece explicarse razonablemente por una diferencia en el estado de desarrollo y el orden de las personas que realizan las comunicaciones. Su filosofía es coherente. Es esencialmente cristiana y es, en general, totalmente armoniosa con los hechos y verdades científicas conocidas de esta época. De hecho, el caso es tan inusual y extraordinario que se establece inmediatamente, en lo que respecta a mi experiencia, en una clase por sí misma, que ha resistido hasta ahora todos mis esfuerzos para demostrar que es de origen autopsíquico. Nuestras investigaciones continúan y, como ya he indicado, espero obtener en un futuro próximo el permiso para informar de forma más completa sobre los fenómenos relacionados con este interesante caso.
Fuente: https://web.archive.org/web/20160418104916/http://www.cimmay.com/pdf/sadler.pdf
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