Jesús habló de un paraíso de valores supremos y excelsos; Mahoma prometió un paraíso de plenitud sensual: con sexo, comida y bebida ilimitados.
Jesús habló de la obligación de perdonar y amar a nuestros enemigos; Mahoma habló de la obligación de matar a los incrédulos, porque esta era la venganza de Alá.
¿Quién sigue la voluntad de Dios y quién sigue su propia inclinación animal? ¿Cuál de los dos está poniendo en los labios de Dios lo que es el fruto de un corazón humano impuro y, por lo tanto, tratando de envolver el vil egoísmo con la santidad divina?
Tú serás el árbitro.
Jesús habló de la obligación de perdonar y amar a nuestros enemigos; Mahoma habló de la obligación de matar a los incrédulos, porque esta era la venganza de Alá.
¿Quién sigue la voluntad de Dios y quién sigue su propia inclinación animal? ¿Cuál de los dos está poniendo en los labios de Dios lo que es el fruto de un corazón humano impuro y, por lo tanto, tratando de envolver el vil egoísmo con la santidad divina?
Tú serás el árbitro.
Jesús dice que en el paraíso ya no seremos dados en matrimonio, porque seremos como los ángeles del cielo, es decir, nuestras formas serán transformadas tan espiritualmente que nuestros atributos sexuales se perderán en la traducción. Se enseña ampliamente que Mahoma habría dicho que el musulmán fiel cuando llegue al paraíso tendrá setenta y dos vírgenes que utilizará a su antojo. Y cada vez que tiene relaciones sexuales con una de estas vírgenes, inmediatamente después, Alá restaura su virginidad para que el creyente fiel pueda volver a disfrutar de una hembra virgen. Esto se repetirá por toda la eternidad. Es curioso que Alá no se molestó en crear un paraíso que considerara el punto de vista de la mujer ni la felicidad y la realización por el punto de vista femenino.
La enseñanza de Jesús centra el privilegio, honor y deber de los creyentes en hacer la voluntad amorosa de Dios, de ser perfectos así como el Padre celestial es perfecto, y de dar los "frutos del espíritu en abundancia" - perdón, paciencia, tolerancia, bondad, mansedumbre, humildad; de vencer el mal con el bien, el odio con el amor, de abandonar el deseo personal y perseguir en su lugar el bien más elevado. La enseñanza de Mahoma era que Alá cumplía los deseos de su mensajero humano, que era que podía tener nueve u once esposas cuando cada musulmán "sólo" podía tener cuatro como máximo. En los escritos sagrados del Islam, es bastante claro que este privilegio de tener once esposas fue una excepción y una concesión hecha sólo al mensajero de Alá; sin contar la interminable violación, que también fue una concesión de Alá.
Si tiene dudas, investigue los libros sagrados islámicos. Alá, a través de su mensajero Muhoma (Mahoma), bendijo a sus yihadistas con el permiso de violar a mujeres incrédulas, algo que Muhoma también practicó con los esclavos que eran sus botines de guerra. Así que cuando se enteren de violaciones que están aumentando masivamente en las regiones europeas que han recibido a muchas refugiadas musulmanas, sepan que esto está sucediendo de acuerdo con los dictados de Alá por la voz y el ejemplo de su perfecto mensajero, Mahoma. Sepan que esto es parte de la Sharia, la ley divina y perfecta de Alá. Cuando alguien llama al mal bien, entonces sepan, sin duda, que la ley del hombre está transgrediendo la ley del Dios verdadero, es decir, que hay idolatría.
95:7.6 (1051.4) La fuerza de Islam ha sido su presentación clara y bien definida de Alá como Deidad singular y única; su debilidad, el uso de la fuerza de las armas para su difusión, juntamente con la degradación de la mujer.
[Extracto del libro "APOCALIPSIS AHORA - ¿Somos la generación del fin de los tiempos?"]
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