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sábado, 27 de febrero de 2021

El asombroso manuscrito de Urantia y las pruebas de caligrafía

 Traducido por Jeannie Vázquez de Abreu y publicado en el grupo El Libro de Urantia -Verdades Reveladas



Poco antes del encuentro con la personalidad "electrizante" que había hablado a través del sujeto dormido y afirmaba ser de otro mundo, el Dr. Sadler se preparó para dar al Foro una serie de charlas sobre "Higiene Mental". En el momento que se puso detrás del atril el domingo por la tarde, uno de los presentes preguntó si el doctor Sadler tenía alguna información sobre un psíquico que se había anunciado en el periódico y estaba actuando en el centro de Chicago en ese momento. El Dr. Sadler respondió que no, y añadió:

"Con una o dos excepciones, todos los fenómenos psíquicos que he investigado han resultado ser fraudes conscientes o inconscientes. Algunos eran fraudes deliberados, otros fueron casos peculiares en los que la persona involucrada fue víctima de los engaños de su propia mente subconsciente".
Otro miembro del grupo preguntó:
- ¿Cuáles fueron esas excepciones? Doctor, si ha encontrado casos que no ha podido resolver, eso sería interesante. Cuéntenos más sobre ellos.
- Hay un caso peculiar que aún no he podido resolver. Actualmente estoy trabajando en ello, respondió el Doctor
El Dr. Sadler entonces le pidió a la Dra. Lena que le trajera algunas notas que ella había tomado durante una reciente sesión con el sujeto. Cabe señalar que no había ningún secreto relacionado con el caso en ese momento (aparte del respeto profesional por el anonimato del sujeto). Los Documentos de Urantia no habían comenzado a aparecer.
La Dra. Lena Sadler comenzó a leer sus notas recientes al grupo fascinado. Más tarde, el Dr. Sadler comentó sobre la reacción entusiasta de la asamblea:
- El grupo manifestó tal interés en el caso que nunca llegué a dar ninguna de las charlas sobre salud mental que había planeado.
La reunión entonces comenzó a centrar sus debates informales en fenómenos psíquicos. Estas discusiones continuaron durante varias semanas, y todavía estaban en curso cuando los Sadler recibieron el desafío trascendental de la "personalidad electrizante", el supuesto ser celestial que les había amonestado a hacer preguntas más significativas.
El Dr. Sadler decidió contarle al Foro acerca de la provocación bastante firme que él y la Dra. Lena habían recibido del supuesto visitante celestial. Sugirió que los miembros del grupo podrían ayudar a formular las preguntas más difíciles que se les pudieran ocurrir y traerlas de vuelta el próximo domingo. Los miembros estuvieron de acuerdo, y en el debate inmediatamente subsiguiente se decidió comenzar con preguntas sobre el origen del cosmos, la Deidad, la creación y otros temas de este tipo, que sobrepasaban en mucho el conocimiento que poseía en ese momento la humanidad. El domingo siguiente se presentaron cientos de preguntas. Tomó varios días ordenar y clasificar estas preguntas, y descartar duplicados.
Así fue que, en diciembre de 1924, los Sadler estaban preparados para presentar un número formidable de preguntas en respuesta al desafío celestial declarado. Mantuvieron estas preguntas preparadas para la próxima sesión con el sujeto dormido, esperando la oportunidad de "poner en evidencia" a las supuestas inteligencias superiores. El Dr. Sadler sintió que estaba "preparado para el ataque", con 181 preguntas escritas bastante profundas. La primera de estas preguntas era: "¿Realmente hay un Dios? Y, si es así, ¿cómo es?" Sin embargo, pasaron semanas y no pasó nada.
Luego, un día a las seis de la mañana, sonó el teléfono. Era la esposa del sujeto dormido.
- Por favor, vengan, ¡rápido!, dijo.
- ¿Qué ha pasado?, preguntó el Dr. Sadler. ¿Está en el estado de sueño?
- Está bien dormido, pero no se trata de eso, respondió ella. Por favor, vengan aquí, ¡rápido!
Los Sadler "se vistieron como bomberos voluntarios" y corrieron a la residencia del sujeto.
Cuando llegaron, estaban sin aliento y llenos de curiosidad.
La esposa del sujeto los llevó a un escritorio en el estudio. Recogió un voluminoso manuscrito escrito a mano y se lo entregó al Dr. Sadler.
- ¿De dónde salió esto? preguntó Sadler.
- No lo sé —dijo la señora angustiada—. Él hizo unos ruidos extraños dormido, que me despertaron. Entonces vi esto en su escritorio.
- ¿Él ha estado fuera de la cama?, preguntó el Dr. Sadler.
- No que yo sepa. No veo cómo pudo haberse levantado de la cama sin que me despertara. Y aún está dormido. No veo cómo podría haberlo hecho.
Los Sadler comenzaron a examinar las casi 500 páginas del texto estrictamente escrito a mano. ¡El manuscrito parecía estar abordando las 181 preguntas que los Sadler habían obtenido del Foro! Los Sadlers, asombrados, entraron en el dormitorio. El sujeto estaba en un sueño normal en este momento, y se despertó fácilmente.
- ¿Sabe lo que ha estado haciendo mientras dormía?, Preguntó el Dr. Sadler.
- No he estado haciendo nada, respondió el sujeto.
- ¡Oh, sí que ha hecho! ¿No escribió esto? preguntó Sadler.
- No. No he escrito nada.
El Dr. Sadler llamó a su oficina y le pidió a Christy que inmediatamente trajera un dispositivo que se usaba para probar la fatiga muscular. Pensó que, si el sujeto hubiera escrito el documento esa noche, su brazo mostraría evidencia de agotamiento. Pero cuando Christy apareció y el caballero fue testeado, no había evidencia de fatiga. Los Sadler obtuvieron el permiso del sujeto y su esposa para retirar el manuscrito y mecanografiar las páginas.
Cabe señalar que los acontecimientos han dado un giro claro. Lo que había sucedido era notablemente diferente de las sesiones anteriores con el sujeto "hablando" y la Dra. Lena Sadler tomando notas. Aunque lo que había ocurrido había sacudido aún más la objetividad científica del Dr. Sadler, se mantuvo decidido a descubrir una explicación plausible de lo que había sucedido. Sin embargo, estaba perdiendo terreno, y no era un hombre acostumbrado a estar totalmente confundido. Tenía un caso que al principio parecía ser una conversación automática ordinaria, pero que había desafiado el análisis tradicional. Ahora, se enfrentaba a lo que claramente parecía ser, a primera vista, escritura automática. Pero el análisis de este nuevo fenómeno fue aún más problemático que las sesiones iniciales.
Aparte de cómo supieron con anterioridad la lista de preguntas del Foro, y el contenido prodigioso del manuscrito, hubo otros problemas. El Dr. Sadler estimó que, a un individuo normal, escribiendo a máxima velocidad, le llevaría de siete a ocho horas para producir el documento. Pero el contenido del material era tan profundo e inteligente que el Dr. Sadler dudó que alguien tuviera la capacidad de generar ese material tan rápidamente.
Los médicos tenían que enfrentar otra posibilidad: que el material podría haber sido preparado durante un período de semanas o meses, y todo el episodio podría ser un engaño. Como científicos, el siguiente paso obvio para los Sadlers fue conseguir expertos en escritura a mano para verificar que el manuscrito fue escrito por el sujeto. Si este resultara ser el caso, no podría haber otra alternativa científica que concluir que el manuscrito era producto de la escritura automática inconsciente o que era una falsificación deliberada, a pesar del testimonio aparentemente sincero del sujeto y de su esposa.
Varios peritos caligráficos fueron contratados, y todos estuvieron de acuerdo en que el material NO tenía la caligrafía del sujeto dormido. Muchos años más tarde en Culver, Indiana, Meredith Sprunger tuvo una conversación con Clara Stahl, una Contadora Pública y miembro de su congregación. Clara le dijo que años antes, cuando trabajaba en Chicago, consultó a los Dres. Sadler para recibir tratamiento médico. Fue invitada a asistir al Foro, lo cual hizo. Recordó que los expertos en escritura habían determinado que los documentos NO estaban escritos con la letra del sujeto. No sólo se le hicieron pruebas al sujeto, también se le hicieron a su esposa. Se determinó que la escritura era de origen desconocido.
Mark Kulieke escribe en la página nueve de su libro Nacimiento de una Revelación:
"Aunque el Dr. Sadler se refiere a los mensajes escritos del individuo de contacto en The Mind at Mischief, los expertos en escritura determinaron que el material escrito no estaba escrito con la letra del sujeto humano o de quienes lo rodean. El grupo de contacto especuló sobre la posibilidad de que la escritura fuera la de un intermedio secundario".
Podemos asumir razonablemente la razón por la que el "grupo de contacto" puede haber especulado que un "intermedio secundario" puede haber hecho la escritura física de los Documentos. En “History Two”, en la página cuatro, nos enteramos de que los exhaustivos esfuerzos, observaciones e investigaciones de la Comisión de Contactos "no revelaron la técnica de poner por escrito los mensajes ".

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