WILLIAM S. SADLER, M. D., F. A. C. S
Hace más de veinticinco años, comencé el estudio del espiritualismo, y a través de los años estas investigaciones han sido continuadas a lo largo de muchas líneas diferentes. De vez en cuando, he tenido bajo mi cuidado profesional a clarividentes, médiums (canalizadores), habladores en trance, escritores automáticos y otros tipos de los llamados psíquicos y sensibles. Como resultado de años de observación y tratamiento de estos individuos peculiares, así como por la asistencia a las sesiones de muchos médiums (canalizadores) en este país y en Gran Bretaña, llegué, hace años, a formar ciertas opiniones definidas con respecto a los fenómenos del espiritualismo, y en consecuencia, hace una docena de años, comencé a dar discursos públicos tocando las diversas fases de los fenómenos y la filosofía del espiritualismo.
Debido al gran interés que suscita este tema después de la Guerra Mundial, mis editores, A. C. McClurg & Co., me han pedido que, además de mi obra más amplia sobre el "Espiritualismo", revise y prepare el manuscrito de mi conferencia sobre el espiritualismo para una presentación más breve y posiblemente más popular del tema para el lector promedio.
Los que deseen profundizar en este tema, se remitirán a la obra más amplia mencionada anteriormente, en la que se encontrará una presentación mucho más completa y exhaustiva tanto de los fenómenos físicos como de los aspectos filosóficos o psicológicos de las manifestaciones psíquicas del espiritualismo moderno.
|533 DIVERSEY PARKWAY, CHICAGO
1:1¿POR QUÉ EL ESPIRITUALISMO?
HE escrito esto para contar mi experiencia con el espiritualismo, una experiencia que abarca un cuarto de siglo; y al principio nos corresponde detenernos y buscar una respuesta a la pregunta de por qué muchas personas están tan intensamente interesadas en el espiritualismo. ¿Por qué nos cautivan tanto las teorías y afirmaciones sobre la capacidad de los muertos para volver a este mundo y comunicarse con los vivos? En una palabra, ¿por qué el espiritualismo? Para explicar el interés popular por el espiritualismo moderno, hay varias razones:
1. LA INMORTALIDAD - UNA ESPERANZA UNIVERSAL
La creencia en la inmortalidad, el deseo de volver a vivir, es un instinto o anhelo casi universal de la humanidad. Parece ser inherente a la mayoría de la especie humana. Esta esperanza de vida más allá de la tumba parece formar parte del equipo mental del hombre medio. El salvaje primitivo, así como los hombres y mujeres cultos de una civilización superior, todos albergan, en diversos grados, esta esperanza de supervivencia después de la muerte, este anhelo natural de inmortalidad. Y así parece que, salvo los casos del estoico intelectual, esas mentes educadas y disciplinadas que se han adiestrado tan ampliamente en canales artificiales de pensamiento -digo, salvo estos productos de la educación moderna, toda la humanidad desea intensamente volver a vivir.
Así como la autoconservación parece ser la primera ley de la Naturaleza, el anhelo de inmortalidad parece ser la primera esperanza de la inteligencia en desarrollo y expansión de la especie humana. Conservar nuestra vida es el deseo definitivo de hoy, pero sobrevivir después de la muerte es la esperanza suprema del futuro.
Todos los pueblos primitivos creen y adoran a una deidad de algún tipo. Independientemente de la naturaleza filosófica de sus creencias en la inmortalidad, todas las tribus y razas de la humanidad se entregan a la fe en un Coto de Caza Feliz, en el Paraíso y en el Purgatorio, de modo que, de una forma u otra, han adquirido la creencia en una existencia de algún tipo en el Gran Más Allá, al otro lado de la tumba.
A este respecto, es interesante observar que no encontramos ningún instinto grande y dominante, ningún apetito o anhelo universal, hambre o sed, que se haya convertido en parte de la vida humana, sin descubrir al mismo tiempo que se han proporcionado medios para la satisfacción de estos anhelos naturales e instintos biológicos. Encontramos a mano los medios para satisfacer nuestras ansias físicas, sociales y sexuales, esos anhelos que se han convertido en parte de la vida de los hombres; y así, no importa cuál pueda ser el origen real de nuestro instinto espiritual y el deseo de sobrevivir a la muerte -digo-, no importa cuál pueda ser el comienzo real de estas creencias en una existencia futura, no parecería más que una coherencia filosófica creer que las fuerzas espirituales del universo, todas ellas sabias, deben, en toda coherencia, haber hecho alguna preparación adecuada para la satisfacción de estos anhelos espirituales que están tan profundamente implantados en los corazones de la humanidad.
Fuente: https://ubhs.hosted-by-files.com/docs/H/hg19231101_sadlerw_109.pdf
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