Dice la Revelación:
Cuerpos oscuros de gravedad enormes. Estas numerosas masas oscuras son totalmente distintas de otros cuerpos espaciales en muchos aspectos; aun en cuanto a su forma son muy diferentes. Estos cuerpos oscuros de gravedad no reflejan ni absorben la luz; no reaccionan a la luz de la energía física, y rodean y envuelven tan completamente a Havona como para ocultarla de la vista de incluso los universos habitados cercanos del tiempo y el espacio.
14:1.15 El gran cinturón de cuerpos oscuros se divide en dos circuitos elípticos iguales por una intrusión espacial única. El cinturón interior gira en sentido contrario a las manecillas del reloj; el exterior, en el sentido de las manecillas. Estas direcciones alternadas de movimiento, combinadas con la extraordinaria masa de los cuerpos oscuros, equilibran tan eficazmente las líneas de la gravedad de Havona como para convertir el universo central en una creación físicamente equilibrada y perfectamente estabilizada.
La primera pista vino en los años treinta, pero fue ignorada por los astrónomos por décadas. Recientes mediciones hechas a un gran número de estrellas en la Gran Nube de Magallanes mostró que algunas estrellas desaparecían por corto tiempo; esto claramente implicaba que alguna materia oscura se había movido frente a la estrella faltante. La naturaleza de la materia oscura no se conoce precisamente. El Libro de Urantia llama este asunto las islas oscuras del espacio.
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