"... El hombre primitivo — los andonitas — tenían los ojos negros y la tez morena, algo como la de un cruce entre la raza amarilla y la roja. La melanina es una sustancia colorante que se encuentra en la piel de todos los seres humanos. Es el pigmento original de la piel andónica. En cuanto al aspecto general y al color de la piel, estos primeros andonitas se parecían más a los esquimales de hoy en día que a ningún otro tipo de ser humano viviente. Fueron las primeras criaturas en servirse de las pieles de los animales para protegerse del frío; tenían un poco más de pelo en el cuerpo que los humanos de hoy en día ..." .
"... Pronto adquirieron una notable habilidad para camuflar sus moradas abrigadas y demostraron gran habilidad en construir recintos cerrados de roca para dormir, cobertizos de piedra con una pequeña cúpula, en los cuales se metían a gatas por la noche. La entrada de tal casita se cerraba corriendo una piedra para taparla, una piedra grande que se había colocado en el interior para este fin antes de colocar las últimas piedras del techo ...".
Fuente: Documento 63, "La primera familia humana", páginas 714 y 716.
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Descubrimiento arqueológico:
En el 2003 en yacimientos en la cueva de Liang Bua (ver foto) se descubrió un esqueleto subfosil, datado en 18.000 años, designado como LB1, muy completo; recuperándose en 2004 partes de otros 9 individuos y herramientas de piedra.
A fines del mes de Octubre de 2004, un equipo de científicos de las universidades de Nueva Inglaterra (Australia) y Wollongong (Indonesia) anunciaban en la revista "Nature" el hallazgo de una "nueva especie humana", al haber podido "armar" un esqueleto casi completo de una hembra de aproximadamente 30 años de edad y 1,06 mt de altura (ver foto de la reconstrucción hecha por los científicos).
Los Homo Floresiensis - como se los denominó -, tienen unos 74.000 años de antiguedad, aunque en la cueva se hallaron herramientas datadas - mediante carbono 14 - con una antiguedad de hasta 95.000 años.
Los especialistas creen que a consecuencia del limitado aporte alimentario de la Isla de Flores, la población de Homo erectus llegada al territorio de la isla hace unos 500.000 años sufrió un fuerte enanismo isleño, una forma de especiación geográfica también presente en la isla en diversas especies. Aparte de la diferencia de tamaño, los especímenes parecen por lo demás semejantes en sus características a Homo erectus, del que se sabe vivía en el sureste asiático en la misma época que los hallazgos más antiguos de Homo floresiensis. Estas semejanzas observadas forman la base del establecimiento de la relación filogenética sugerida.
Curiosamente, a pesar de su limitada capacidad cerebral - unos 380 cc -, se encontraron evidencias del uso del fuego para cocinar, y herramientas que fueron aparentemente usadas en la caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local por esta pequeña especie humana, presentando éstas una datación que arroja la asombrosa fecha de "entre 840.000 y 700.000 años.
Esta nueva especie humana fue bautizada científicamente como Homo Floresiensis y constituye un fabuloso ejemplo de como opera la evolución.
Además, la isla de Flores permaneció aislada durante la edad de hielo más reciente debido a un profundo estrecho, a pesar del bajo nivel marino que unió a buena parte del resto de Sondalandia.
La traducción al castellano del término "Sondalandia" es "Región de Sonda" y es un área geográfica del sureste asiático las cuales formaban una gran península durante la edad de hielo. Es un concepto tanto geológico-histórico como biogeográfico (ver foto a continuación).
Estas evidencias observadas de tecnología avanzada y cooperación a un nivel humano moderno ha impulsado a los descubridores a proponer que H. floresiensis tendría casi con total certeza lenguaje hablado. Estas sugerencias han resultado ser las más controvertidas de los hallazgos de los descubridores, a pesar de la probablemente alta inteligencia del H. floresiensis.
El otro aspecto notable del hallazgo, es que se cree que esta especie ha sobrevivido en la isla de Flores tan recientemente como hasta hace 12 000 años. Eso la hace el homínido más longevo, sobreviviendo largamente la desaparición de los neandertales (H. neanderthalensis) hace unos 30 000 años. El H. floresiensis ciertamente coexistió con los humanos modernos, quienes llegaron a la región hace entre 35 000 y 55 000 años, durante un largo período, pero se desconoce cómo pudieron haber interactuado.
El análisis de la geología local sugiere que una erupción volcánica en Flores fue la responsable de la desaparición del H. floresiensis en la parte de la isla bajo estudio hace aproximadamente 12 000 años, junto con gran parte de la fauna local, incluido el Stegodon enano y las ratas gigantes de la isla.
Los descubridores sospechan, sin embargo, que esta especie puede haber sobrevivido mucho más tiempo en otras partes de la isla de Flores hasta llegar a ser el origen y fuente de las historias sobre los Ebu Gogo contadas entre los lugareños. Se dice que los ebu Gogo eran cavernícolas pequeños, de pelo largo, especialmente en la cabeza y el torso, con rostro simiesco y de lenguaje pobre, y presentarían el tamaño del H. floresiensis.
Una investigación más reciente realizada por Instituto Smithsoniano en 2009, encontró que aunque por una parte la anatomía postcraneal de H. floresiensis es claramente la de un bípedo, la secuencia del metatarso es similar a la humana y el hallux (dedo más interno del pie o "dedo gordo") está en aducción como el de todos los Homo, por otra parte, sin embargo, el pie es proporcionalmente muy largo con respecto a la tibia y el fémur, los cual no es característico de otros homínidos pero sí de los grandes simios africanos; las evidencias sugieren que los ancestros de H. floresiensis salieron de África antes de la evolución de Homo erectus.
Estos hallazgos plantean entonces, la posibilidad de que el Homo erectus no fuera ancestro de H. floresiensis, el cual, en cambio, provenía independientemente de algún otro homínido anterior, cuya dispersión en el sudeste de Asia aún no está documentada y que evidenciaría que efectivamente se trata de una especie diferente, y no de un Homo sapiens enfermo.
Según el Instituto Smithsoniano "Los humanos modernos, los neandertales y Homo floresiensis comparten un ancestro común". Esta afirmación añade controversia científica ya que sería la primera vez que se demostraría la pervivencia de un homínido de tal antigüedad. Lo cual añadiría cambios que obligarían a rehacer el paradigma clásico de la evolución humana.
Teniendo en cuenta, que éstos descubrimientos arqueológicos fueron hechos a partir del año 2003, que la primera edición del LU fue escrita entre 1922 y 1939 y que su primera edición fue en 1955 en EE.UU., no cabe más que agregar.
Fuente
Extra:
https://es.wikipedia.org/wiki/Homo_floresiensis
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