Afirma el Libro de Urantia:
(668.5) 58:5.3 La corteza exterior era de unas cuarenta millas de grosor. Sobre un mar de basalto derretido de variante grosor yacía esta cáscara exterior, que a la vez aquél sostenía. Este mar era una capa móvil de lava ígnea sujeta a la alta presión, pero siempre tendiente a fluir acá y allá equilibrando las cambiantes presiones planetarias, y por este medio tendía a estabilizar la corteza de la tierra.(668.6) 58:5.4 Aún hoy en día los continentes continúan a flote sobre este mar de basalto derretido no cristalizado que parece un gran cojín. Si no fuera por esta condición protectora, los terremotos más severos sacudirían literalmente el mundo haciéndolo añicos. No son los volcanes los que causan los terremotos, sino el deslizamiento y desplazamiento de la sólida corteza exterior.(668.7) 58:5.5 Las capas de lava de la corteza de la tierra, al enfriarse, forman granito. La densidad media de Urantia es un poco mayor a cinco veces y media la del agua; la densidad del granito es menos de tres veces la del agua. El núcleo de la tierra es doce veces más denso que el agua.
Ahora fue descubierto por la ciencia:
Descubren el «lubricante» de las placas tectónicas: Esta roca fundida facilita la interacción de las placas y hace posible que se deslicen sobre el manto. Este hallazgo puede ayudar a comprender los principios básicos de la geología
La corteza terrestre está dividida en fragmentos, balsas de roca sólida que flotan sobre un océano de magma de una forma similar a como las placas de hielo lo hacen sobre el agua. Las placas chocan entre sí, se superponen, se rozan y deforman unas a otras dando origen a nuevas cordilleras montañosas, pero también a violentos terremotos, que se concentran y son de mayor intensidad precisamente en las zonas de fricción.
Ahora, el hallazgo de esta capa de «lubricante» de roca fundida, que suaviza y facilita la interacción de las placas tectónicas y hace posible que se deslicen sobre el manto, puede ayudar a comprender muchos de los principios básicos de la geología de nuestro planeta, entre ellos el vulcanismo y los terremotos.
Los investigadores descubrieron la capa de magma bajo las aguas de América central, a la altura de Nicaragua. Utilizando técnicas especiales de mapeo del fondo marino, obtuvieron imágenes de una capa de unos 25 km de espesor, hecha casi por completo de roca fundida del manto terrestre y justo bajo el borde de la placa de Cocos, precisamente en el punto en que ésta se desliza por debajo de Centroamérica.
Las imágenes se obtuvieron durante una expedición llevada a cabo en 2010 a bordo del buque Melville, propiedad de la Marina de los Estados Unidos y operado por científicos de la Institución Scripps. Lo primero que hicieron los investigadores fue desplegar un gran número de instrumentos en el fondo del área estudiada, capaces de registrar las señales electromagnéticas naturales de la zona y reflejarlas en un mapa de la corteza y el manto. Fue así como descubrieron la sorprendente existencia de la capa «lubricante» de magma.
«Fue algo totalmente inesperado -asegura el geofísico Kerry Key-. Buscábamos hacernos una idea del papel que tienen los fluidos en la subducción de placas, pero descubrimos una capa fundida que no esperabamos encontrar allí en absoluto. Fue algo realmente sorprendente».
Durante décadas, los investigadores han debatido sobre la naturaleza de las fuerzas y de las circunstancias que permiten a las placas tectónicas del planeta deslizarse a través del manto terrestre. Algunos estudios muestran cómo el agua disuelta en los minerales que forman las capas superiores del manto contribuye a crear una capa más dúctil y que facilita el movimiento de las placas que se deslizan encima. Pero nunca ha sido posible recopilar datos suficientes como para confirmar (o desmentir) esta teoría.
«Nuestros datos dicen que el agua no puede ser responsable de las características que observamos -asegura por su parte Samer Naif, autor principal del estudio-. La información obtenida de las nuevas imágenes confirma la idea de que se necesita una cierta cantidad de roca fundida en el manto superior y que es esa roca la que en realidad hace posible esta zona dúctil y a través de la cual las placas pueden deslizarse».
Los investigadores sostienen que sus resultados ayudarán a los geólogos a comprender mejor cómo funcionan los bordes de las placas tectónicas y cómo influyen en los terremotos y el vulcanismo.
Durante décadas, los investigadores han debatido sobre la naturaleza de las fuerzas y de las circunstancias que permiten a las placas tectónicas del planeta deslizarse a través del manto terrestre. Algunos estudios muestran cómo el agua disuelta en los minerales que forman las capas superiores del manto contribuye a crear una capa más dúctil y que facilita el movimiento de las placas que se deslizan encima. Pero nunca ha sido posible recopilar datos suficientes como para confirmar (o desmentir) esta teoría.
«Nuestros datos dicen que el agua no puede ser responsable de las características que observamos -asegura por su parte Samer Naif, autor principal del estudio-. La información obtenida de las nuevas imágenes confirma la idea de que se necesita una cierta cantidad de roca fundida en el manto superior y que es esa roca la que en realidad hace posible esta zona dúctil y a través de la cual las placas pueden deslizarse».
Los investigadores sostienen que sus resultados ayudarán a los geólogos a comprender mejor cómo funcionan los bordes de las placas tectónicas y cómo influyen en los terremotos y el vulcanismo.
bravo christian que bien este blog es un hecho que los celestiales te estan guiando
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