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martes, 6 de febrero de 2018

ADN: Los cráneos alargados de Paracas no serían 100 % nativo americanos

Dice el Libro de Urantia: 



81:4.2 Cada una de las razas de Urantia fue identificada por ciertas características físicas distintas. Los adanitas y noditas eran de cabeza alargada;...

78:0.1 (868.1) EL SEGUNDO Edén fue la cuna de la civilización durante casi treinta mil años. Aquí en la Mesopotamia, se establecieron los pueblos adánicos, enviando a su progenie a los confines de la tierra, y más tarde, ya amalgamados con las tribus noditas y sangik, llegaron a conocerse por el nombre de anditas. De esta región surgieron aquellos hombres y mujeres quienes iniciaron las hazañas de la historia y quienes han acelerado enormemente el progreso cultural de Urantia.

78:4.1 (871.7) Las razas anditas representaron las mezclas primarias de la raza violeta de pura cepa con los noditas, más los pueblos evolutivos. En general, cabe considerar que los anditas contaban con un porcentaje de sangre adánica mucho mayor que el de las razas modernas. Principalmente se emplea el término andita para designar a aquellos pueblos cuya herencia racial fue de una sexta parte a una octava parte violeta. Los urantianos modernos, incluso las razas blancas del norte, contienen un porcentaje de sangre de Adán mucho menor que el de ellos.

78:5.7 (873.3) Ciento treinta y dos miembros de esta raza
(Anditas), que se embarcaron en una flotilla de barcas pequeñas desde el Japón, llegaron a la larga hasta América del Sur y, uniéndose por matrimonio con los nativos de los Andes, establecieron el linaje de los futuros emperadores de los Incas. Atravesaron el Pacífico por etapas fáciles, quedándose en las múltiples islas que encontraban en el camino. Las islas del grupo polinesio eran más numerosas y más grandes que lo que son actualmente, y estos marineros anditas, junto con otros que les siguieron, de paso modificaron biológicamente a los grupos nativos. Como resultado de la penetración andita se desarrollaron muchos florecientes centros de civilización en estas tierras, hoy día sumergidas. La Isla de Pascua duró mucho tiempo a fuer de centro religioso y administrativo de uno de estos grupos perdidos. Pero de los anditas que navegaron el Pacífico en los tiempos pasados, con excepción de los ciento treinta y dos, no pudo llegar ninguno más al continente de las Américas.





Noticia:

A finales de la semana pasada, en la ciudad de Los Angeles, se llevó a cabo un Simposio donde se anunciaron nuevos resultados sobre análisis practicados en los cráneos de Paracas. Los disertantes principales fueron L.A. Marzulli y Brien Foerster. Según reporta el sitio Megalith Marvels, Foerster, escritor de varios libros al respecto y un experto reconocido en el tema, publicó la siguiente información sobre los susodichos resultados de ADN. «Va a llevar algo de tiempo averiguar qué significan estos resultados… Lo que ciertamente muestran es que la gente de cráneo alargado de Paracas no era 100 % nativo americana. Era más bien un mejunje o, en cierta manera, una hibridación de diferente razas. Posiblemente estamos ante la presencia de una subespecie de la humanidad», explica.

El análisis de este cráneo con cabello colorado genético, arrojó que tiene un haplogrupo mitocondrial U2e, lo que ubica su lugar de origen en el Cáucaso... Muy lejos de Paracas.
El análisis de este cráneo con cabello colorado genético, arrojó que tiene un haplogrupo mitocondrial U2e, lo que ubica su lugar de origen en el Cáucaso… Muy lejos de Paracas.


«Parece haber gran cantidad de evidencia genética de que estas personas tenían lazos con Europa oriental o el occidente de Asia. Más específicamente de la zona del mar Negro y el mar Caspio. Diez muestras de sangre de cráneos de Paracas fueron analizadas y menos de la mitad arrojaron el grupo sanguíneo “O” como resultado —lo esperable si fueran simples nativos americanos—. En su lugar, un gran porcentaje era “A”, “B” o “AB”», continúa.

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