Dice la Quinta Revelacion:
(700.2) 61:6.1 En la septuagésima generación de este orden de vida surgió repentinamente un grupo nuevo de animales superiores. Estos mamíferos intermedios nuevos, que casi doblaban el tamaño de sus predecesores y contaban con una capacidad cerebral proporcionalmente aumentada, acababan de establecerse bien cuando aparecieron repentinamente los primates, la tercera mutación vital. (Al mismo tiempo, una evolución retrógrada dentro de la raza de los mamíferos intermedios dio origen a la descendencia símica; y desde aquel día hasta la fecha, la rama humana ha avanzado por evolución progresiva, en tanto que las tribus símicas se han estancado o, de hecho, han retrocedido.)
62:3.12 (706.3) De este modo se ve fácilmente que el hombre y el mono están emparentados sólo porque los dos descendieron de los mamíferos intermedios, una tribu en la cual ocurrieron los nacimientos contemporáneos y la subsiguiente segregación de dos parejas de gemelos: la pareja inferior destinada a producir los tipos modernos de mono, babuino, chimpancé y gorila; la pareja superior destinada a continuar la línea de ascenso que llegó a ser, por evolución, el hombre mismo.
62:3.13 (706.4) El hombre moderno y los simios, en efecto, descendieron de la misma tribu y especie, pero no de los mismos progenitores. Los antepasados del hombre descendieron de los especímenes superiores de lo más selectivo que quedó de esta tribu de los mamíferos intermedios, mientras que los simios modernos (con excepción de ciertos tipos preexistentes de lémures, gibones y otras criaturas monescas) son los descendientes de la pareja ínfima de este grupo de mamíferos intermedios, una pareja que sólo sobrevivió por haberse escondido en un retiro subterráneo, depósito de alimentos, por más de dos semanas durante la última batalla enconada de su tribu, sin salir hasta después de haber cesado completamente las hostilidades.
Articulo
Los cerebros del ser humano y el chimpancé son más diferentes de lo que creíamos
62:3.12 (706.3) De este modo se ve fácilmente que el hombre y el mono están emparentados sólo porque los dos descendieron de los mamíferos intermedios, una tribu en la cual ocurrieron los nacimientos contemporáneos y la subsiguiente segregación de dos parejas de gemelos: la pareja inferior destinada a producir los tipos modernos de mono, babuino, chimpancé y gorila; la pareja superior destinada a continuar la línea de ascenso que llegó a ser, por evolución, el hombre mismo.
62:3.13 (706.4) El hombre moderno y los simios, en efecto, descendieron de la misma tribu y especie, pero no de los mismos progenitores. Los antepasados del hombre descendieron de los especímenes superiores de lo más selectivo que quedó de esta tribu de los mamíferos intermedios, mientras que los simios modernos (con excepción de ciertos tipos preexistentes de lémures, gibones y otras criaturas monescas) son los descendientes de la pareja ínfima de este grupo de mamíferos intermedios, una pareja que sólo sobrevivió por haberse escondido en un retiro subterráneo, depósito de alimentos, por más de dos semanas durante la última batalla enconada de su tribu, sin salir hasta después de haber cesado completamente las hostilidades.
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Esta diferencia es superior a la existente entre los chimpancés y macacos, a pesar de que su separación evolutiva es mucho mayor que la que tienen con los humanos.
Un grupo de investigación internacional conformado por científicos de Alemania, China y Rusia han descubierto grandes diferencias entre las estructuras de la corteza cerebral del ser humano y del chimpancé, que hasta ahora se pensaba que tenían más semejanzas.
A pesar del aparente gran parecido de la anatomía cerebral del ser humano y de estos simios, la microarquitectura de la corteza cerebral del hombre ha sufrido significativas modificaciones durante el proceso de evolución, señalan los resultados de está investigación publicados en la revista 'Nature'.
Cada una de las seis capas de la corteza cerebral humana —la parte que más se ha desarrollado durante la evolución— cuenta con una funcionalidad especial en cuanto al procesamiento de la información, la distribución de sus neuronas, la cantidad de conexiones neuronales y el trabajo de los genes en sus células.
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