Los constructores de pirámides egipcias no eran esclavos
Arqueólogos egipcios han anunciado su nuevo descubrimiento: varias tumbas de trabajadores que participaron en la construcción de las pirámides más grandes y conocidas del país Keops y Kefrén..
Según el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, estas tumbas brindan información sobre cómo vivían los constructores de pirámides y disipan el antiguo mito de que ellos eran esclavos.
En opinión de Zahi Hawass, director de Antigüedades de Egipto, los obreros de construcción estaban lejos de ser esclavos puesto que gozaban de condiciones laborales relativamente buenas, hecho que está demostrado incluso por la ubicación de sus tumbas, cerca de la pirámide, lugar donde reposaban los restos mortales del faraón. Anteriormente Hawass había encontrado rayados en las paredes hechos por los trabajadores llamándose a sí mismos "amigos de Kefrén", otra prueba de que no eran esclavos.
Las tumbas, hechas con ladrillos de barro seco, fueron halladas en la meseta de Giza en el extremo oeste de El Cairo, tienen 4510 años de antigüedad y se ubican a la entrada de una necrópolis de un kilómetro de largo.
Asimismo, la evidencia hallada en el terreno muestra que los cerca de 10 000 trabajadores recibían a diario 21 vacas y 23 ovejas para alimentarse. Es casi un décimo de las estimaciones del antiguo historiador griego Heródoto quien estaba seguro de que dicha construcción sólo la podían llevar a cabo como mínimo unos 100 000 obreros.
Según Hawass, los trabajadores se contrataban por períodos de tres meses y las tumbas halladas recientemente son las de aquellos que fallecieron durante la construcción.
Dice el Libro de Urantia:
6. Los Anditas a lo Largo del Nilo
80:6.2 (894.3) El valle del Nilo comenzó a sufrir inundaciones poco antes de que éstas ocurrieran en los valles de la Mesopotamia, pero en esto le fue mejor. Esta dificultad primitiva estuvo más que compensada por el caudal continuado de emigrantes anditas, de manera que la cultura de Egipto, aunque efectivamente derivada de la región del Eufrates, pareció progresar. Pero en el año 5000 a. de J.C., durante el período de las inundaciones de la Mesopotamia, había siete grupos distintos de seres humanos en Egipto; todos ellos, excepto uno, provenían de Mesopotamia.
80:6.3 (894.4) Cuando ocurrió el último éxodo desde el valle del Eufrates, Egipto tuvo el afortunado privilegio de ganar a muchos de los mejores, más expertos artistas y artesanos. Estos artesanos anditas se encontraron muy cómodos puesto que conocían perfectamente la vida fluvial, sus inundaciones, el riego y las temporadas de sequía. Disfrutaron de la ubicación protegida del valle del Nilo; estaban mucho menos expuestos a ataques e invasiones hostiles que a lo largo del Eufrates. Y contribuyeron mucho a la habilidad metalúrgica de los egipcios. Aquí trabajaron el hierro que provenía del monte Sinaí en vez del mineral de las regiones del Mar Negro.
80:6.4 (894.5) Los egipcios tempranamente reunieron sus deidades municipales en un elaborado sistema nacional de dioses. Desarrollaron una amplia teología y poseían un sacerdocio igualmente amplio pero engorroso. Varios líderes distintos intentaron revivir los restos de las antiguas enseñanzas religiosas de los setitas, pero estas empresas se quedaban efímeras. Los anditas construyeron las primeras estructuras de piedra en Egipto. La primera y la más exquisita de las pirámides de piedra fue erigida por Imhotep, un genio arquitectónico andita, a la sazón primer ministro. Los edificios anteriores habían sido construidos de ladrillo, y aunque muchas estructuras de piedra se habían erigido en diferentes partes del mundo, ésta fue la primera en Egipto. Pero el arte de la construcción fue declinando en forma continua desde los días de este gran arquitecto.
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