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sábado, 23 de diciembre de 2017

Perfeccionamiento, Neuroplasticidad y el Supremo en Actualización -Parte 2-

Aspectos de la mente

La mente es cualquier cosa que responde al circuito mental del Actor Conjunto. "... la mente siempre interviene entre el espíritu y la materia." [F: VI. 1,7] (P. 9) 
"La mente es un sistema de energía personal que existe alrededor de un núcleo espiritual divino." [12:9.6] (P. 142) 
Tenemos acceso al poder de la mente para cambiar la forma en que pensamos, lo que resulta en nuevas vías neurológicas en nuestros cerebros. El intelecto mortal tiene la habilidad de "concebir, diseñar y crear mecanismos automáticos, lo que demuestra que las cualidades de la mente del hombre son las dominantes en el planeta". La mente siempre tiende hacia cosas tales como:"formulación de sistemas mentales, logro de metas de sabiduría y logro de niveles espirituales". [42:12.1-8] (P. 483)
La mente de un individuo "es siempre competente para producir un cuerpo adecuado y útil para la identidad de la criatura viviente". [42.12.2] (P. 483) 
Toda energía responde a la mente. "La mente es siempre dominante sobre la materia, y el espíritu está siempre correlacionado con la mente." [65:8.5] (P. 740) 
En el reino del Supremo, el espíritu puede dominar la energía-materia a través de la mediación de la mente. La mente tiene la "habilidad innata de formar un marco universal en el que pensar" y extraer conclusiones. [115.1.1] (P. 1260) 
Tenemos la capacidad de concebir formas de pensamiento más cariñosas y de mayor calidad para reemplazar a los demás viejos hábitos de pensamiento egoísta y de otro modo contraproducentes. "El hombre debe pensar en un marco universal mortal, pero eso no significa que no pueda imaginar otros marcos superiores dentro de los cuales el pensamiento pueda tener lugar." [115.1.2] (P. 1260)
El espíritu en la "personalidad volitiva puede esforzarse a través de la mente por dominar la energía-materia," revelando "la unidad potencial de toda la creación finita". [116:6.4] (P. 1275)


Cambio de paradigma

Un paradigma es un hábito de razonamiento. Dicho de otra manera, un paradigma es "la caja" en la frase comúnmente usada,"pensar fuera de la caja". Un cambio de paradigma es un cambio en la manera de pensar de dentro a fuera de la caja. Por ejemplo, la transición en la cosmología desde una perspectiva Ptolemaica (geocéntrica, sol alrededor de la tierra) a una visión Copernicana (heliocéntrica, tierra alrededor del sol) requirió un cambio radical en la manera de pensar. Asimismo, el cambio desde la perspectiva de la "Sociedad la Tierra Plana" a la de los ocupantes de un vehículo espacial en órbita, donde Urantia se observa como una esfera azul suspendida en el espacio, constituye un cambio de paradigma.
La historia de los seres humanos en Urantia implicó cambios de paradigma. "Al principio la vida era una lucha por la existencia." Vivimos ahora en un segundo paradigma, alcanzando un "nivel de vida". Un tercer paradigma de la existencia humana se acerca, un enfoque en "la calidad del pensamiento". [81:6.28] (P. 910) 
El advenimiento de este paradigma más reciente está siendo impulsado por la consecuencia de los avances en educación y filosofía, las tecnologías digitales de comunicación y la distribución global de El libro de Urantia. La sociedad de la información actual tiene orígenes marcados por importantes avances tecnológicos en la comunicación humana: la aparición del lenguaje escrito, la invención de la imprenta y el desarrollo del ordenador digital. Estos nuevos paradigmas facilitaron la captura, almacenamiento y transmisión de información y conocimientos que han permitido, respectivamente, la alfabetización general, han eliminado el tiempo y la distancia de la comunicación y han abierto nuevas vías de creatividad. Sin embargo, con mucho, el cambio de paradigma más importante para nosotros personal y espiritualmente es el cambio radical de la mente material a la mente morontial, del yo al altruismo. La personalidad mortal "posee el poder de transferir su asiento de identidad del sistema material-intelecto al alma morontial superior". [112:5.14] (P. 1232-33) 
En términos de cambio de paradigma, la "transferencia del asiento de la identidad" es un cambio del pensamiento de uno mismo "en la caja de pensamiento" a desinteresado "fuera de la caja" pensando, hacia afuera hacia los demás y sirviéndoles. Esta capacidad de elección del libre albedrío para el cambio de identidad es "la mayor oportunidad del hombre y su suprema responsabilidad cósmica". [112:5.14] (P. 1233)

Cerebros Flexibles

Durante muchos años se creía que las vías neuronales en el cerebro se arreglaban durante la infancia. El concepto era que el "cableado" neuronal en el cerebro comenzó a formarse al nacer. El proceso continuó a medida que los niños respondieron a estímulos y experiencias, pero el cableado neurológico del cerebro cesó mucho antes de la edad adulta. El punto de vista científico anterior también sostuvo que, al llegar a la edad adulta, algunas funciones del cerebro se tornaron fijas o "cableadas" neurológicamente y confinadas a regiones cerebrales localizadas. Investigaciones recientes en neurociencias revelan un nuevo paradigma: el cerebro es mucho más plástico o flexible, sujeto a la influencia y capaz de cambiar. La nueva visión de la capacidad del cerebro para reestructurarse después del entrenamiento o la práctica se denomina neuroplasticidad. Investigaciones recientes revelan además que, mientras que las redes neuronales realizan funciones específicas, los circuitos tienen la capacidad de reorganizarse.
La investigación neurocientífica actual sugiere que los circuitos en los cerebros adultos están continuamente alterados por la experiencia. Desde una perspectiva teleológica, uno se puede preguntarse: ¿fue por diseño divino que el cerebro evolutivo fue guiado a desarrollar la habilidad de cambiar a medida que experimentamos y Dios se da cuenta de sí mismo?
[1:5.13-14] (P. 29.4-5) 
Los humanos pueden modificar sus cerebros dirigiendo la energía de la mente. [111:6.5] (P. 1222.4) Esta habilidad hace posible la formación de hábitos espirituales, llevando al crecimiento personal. Los cambios en el cerebro debidos a la experiencia corresponden a la primacía de la experiencia en el plan de la Deidad para la creación de los universos materiales. Por consiguiente, Dios se da cuenta de la evolución del universo espacio-temporal a través de nosotros a través de nuestros Ajustadores residentes. [108:0.2] (P. 1185)
Dios experimenta a través de nosotros, porque "En todas tus aflicciones, él es afligido". [1:5.16] (P. 29), Isaías 63:9
En el proceso de reorganización cerebral, las neuronas (células nerviosas) y las redes neuronales alteran sus conexiones y actividades en respuesta a la estimulación sensorial y el desarrollo. Efectivamente, esto significa que cuando las neuronas se activan o "liberan" simultáneamente en respuesta al mismo estímulo, las neuronas se asocian y las conexiones se vuelven más fuertes. En la neurociencia, el refrán dice:"Neuronas que se alambran juntas". Así pues, la actividad es la base de la formación del hábito. Además, esta función articular significa que la plasticidad cerebral permite a una neurona ajustar su actividad en respuesta a nueva información, como el aprendizaje y la formación o modificación de hábitos. La adaptabilidad cerebral es especialmente significativa para esta presentación. El cambio de cerebro resultará de nuestros esfuerzos consagrados para cambiar nuestros hábitos de pensamiento de negativos a amorosos y de uno mismo a desinteresado. La plasticidad permite que el cerebro forme nuevas conexiones neuronales durante toda la vida. La forma en que elegimos pensar y los hábitos que se forman alteran las vías neuronales de nuestro cerebro. Es importante destacar que la plasticidad cerebral hace posible "enseñar a un perro viejo nuevos trucos", aunque el ritmo de aprendizaje puede disminuir un poco con la edad. Significativamente, no hay ninguna barrera real para aprender nuevos hábitos aparte de la resistencia a los cambios. Superar la inercia de la autocomplacencia de la mente mortal con los hábitos de pensamiento existentes puede ser una tarea desalentadora, pero es factible con la ayuda de Dios. El punto fundamental para nosotros, como seguidores de las enseñanzas de Jesús y como buscadores de la verdad, es que nunca somos demasiado viejos para trabajar en ello, reemplazando viejos hábitos de pensamiento improductivos adquiridos por nuevos hábitos de pensamiento espiritual centrados en el amor. Nunca es demasiado tarde para progresar hacia la perfección, así como el Padre celestial es perfecto.

Cambio de hábito

Los seres humanos son conscientes desde hace mucho tiempo de un importante efecto de la plasticidad cerebral, el de los hábitos. Por ejemplo, en el año 300 a. C., Aristóteles dice:"Somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito ". Aplicando esta perspicacia a nosotros mismos, ¿no deberíamos, como hijos espirituales del Padre, esforzarnos por llegar a ser excelentes, es decir, más perfeccionados, en hacer su voluntad buscando desarrollar hábitos espirituales de pensamiento que conduzcan al crecimiento espiritual? En la ciencia, un hábito se define como: un patrón de comportamiento adquirido por repetición frecuente o exposición fisiológica que se presenta regularmente o con mayor facilidad de desempeño y se ha vuelto casi o completamente involuntario. Un hábito es una cualidad adquirida, un rasgo que se elige. Algunos hábitos "sin mente" son especialmente difíciles de cambiar, y requieren mucho tiempo, asistencia, persistencia y repetición para modificarse. Las resoluciones de Año Nuevo son intentos de hacer nuevos hábitos para reemplazar los viejos. Pero estos esfuerzos a menudo fracasan porque el tiempo y el esfuerzo insuficientes se dedican al cambio. Algunos hábitos, como fumar, tener pensamientos prejuiciosos o pensar primero en uno mismo, no son fáciles de cambiar.
Algunos individuos que niegan tener malos hábitos de pensamiento pueden ser propensos a decir:"No puedo evitarlo; así es como soy". Y si es así, así seguirán siendo. Sin embargo,"Si tu propia mente no te sirve bien, puedes cambiarla por la mente de Jesús de Nazaret, que siempre te sirve bien". Cambiar hábitos indeseables requiere un sincero deseo de crecer. ... "debes llegar a ese lugar de ventaja espiritual donde realmente has desarrollado un real y verdadero interés y amor por aquellas formas de conducta más elevadas e idealistas que tu mente desea sustituir por aquellas costumbres de conducta más bajas y menos idealistas que reconoces como tentación ". [156:5.5] (P. 1739)
El crecimiento espiritual implica hábitos de pensamiento que progresivamente son más espirituales y menos orientados hacia elementos temporales como las cosas materiales o el ser mortal. Los hábitos religiosos de pensar y actuar contribuyen al crecimiento espiritual.
"La mente puede huir de la experiencia, puede aprender de los hábitos reactivos del comportamiento en respuesta a la repetición de estímulos."
[65:6.8] (P. 738) 
Tales hábitos ayudan a "desarrollar predisposiciones religiosas hacia una reacción favorable a la estimulación espiritual, una especie de reflejo espiritual condicionado. Los hábitos que favorecen el crecimiento religioso incluyen la sensibilidad cultivada a los valores divinos, el reconocimiento de la vida religiosa en otros, la meditación reflexiva sobre los significados cósmicos, la resolución de problemas de adoración, el compartir la vida espiritual con los semejantes, la evitación del egoísmo, el rechazo a presumir de la misericordia divina, el vivir como en la presencia de Dios ". [100:1.8] (P. 1095)

Para cambiar una secuencia de pensamiento, siga los siguientes pasos.
Primero, tome conciencia de que un hábito es indeseable. La meditación con oración ayudará a identificar hábitos de pensamiento negativos y a ganar la fuerza del estímulo espiritual para cambiar. 
Segundo, tener fuerza suficiente de deseo de cambiar y crear una idea alternativa como una idea sustitutiva para reemplazar el pensamiento indeseable. Por ejemplo, diga dentro de sí,"piensa en amor, no en ti mismo," para reemplazar un hábito de pensamiento egoísta. En otro caso, cuando el pensamiento de criticar a alguien ocurre, interrumpe el pensamiento diciendo,"detente" dentro de tu mente y di el pensamiento alternativo positivo,"Orare por él/ella". 91:5.3] (P. 998.6)  "Nuevas percepciones religiosas surgen de los conflictos que inician la elección de nuevos y mejores hábitos de reacción en lugar de patrones de reacción más antiguos e inferiores". [100:4;1] (P. 1097) 
En otro caso más, si un ser querido se enferma, en vez de preocuparse y "horrorizarse", imaginando resultados hipotéticos ("y si") negativos, digamos,"deténgase" dentro para interrumpir el pensamiento. Entonces, oren por la alternativa, que es el coraje, la fuerza y la paz para que el ser amado enfrente el desafío. 
Tercero, en cada caso, habiendo reemplazado un pensamiento negativo por una alternativa positiva, gozamos de la recompensa de los sentimientos de alegría y paz que provienen del crecimiento espiritual, así como realmente hacemos la voluntad del Padre y progresamos hacia la perfección. Cambiar un hábito de pensar requiere un esfuerzo dedicado. La repetición frecuente, la toma de decisiones espirituales y la meditación-adoración (contacto de la mente con el espíritu) son necesarias para la formación de hábitos espirituales. Tal repetición cristaliza "en hábitos, hábitos de dar fuerza y adoración". [160:3.2-3] (P. 1777) 
La persistencia del aprendizaje y la paciencia son necesarias para adquirir hábitos de pensamiento espiritual. Jesús comprendió plenamente cómo se preparaban los hombres... Sometió a sus mensajeros escogidos a repetidos ensayos en decepción y les proporcionó frecuentes y difíciles oportunidades para elegir entre la forma correcta y la equivocada de enfrentarse a las pruebas espirituales. Sabía que podía depender de sus seguidores, cuando se enfrentaron a la prueba final, para tomar sus decisiones vitales de acuerdo con actitudes mentales y reacciones espirituales previas y habituales. [153:1.3] (P. 1708)
Las claves del reino de los cielos son: sinceridad, más sinceridad y más sinceridad. Todos los hombres tienen estas llaves. Los hombres los usan -avanzan en el estado espiritual- por decisiones, por más decisiones y por más decisiones. La elección moral más alta es... elegir hacer la voluntad de Dios. [39:4.14] (P. 475)

Fuente: Herald 2012




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