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lunes, 30 de abril de 2018

Sorprendentes hallazgos revelan que las hormigas del desierto se orientan hacia el campo geomagnético

Navigating with the sixth sense



Las piruetas marcan el camino
Antes de que una hormiga comience a buscar alimento, tiene que calibrar su sistema de navegación. Para este propósito, los insectos exhiben un comportamiento peculiar que dura de dos a tres días: Realizan las llamadas "caminatas de aprendizaje" para explorar las inmediaciones de la entrada del nido y con frecuencia giran sobre sus ejes corporales verticales mientras lo hacen. Las grabaciones de video de alta velocidad muestran que las hormigas se detienen repetidamente durante estos movimientos giratorios. Lo especial de la fase más larga de estas paradas es que en este momento las hormigas siempre miran hacia atrás, hacia la entrada del nido, aunque no pueden ver el pequeño agujero en el suelo.
Investigadores del Biocenter de la Universidad de Würzburg han hecho ahora el sorprendente descubrimiento de que la hormiga del desierto utiliza el campo magnético de la Tierra como una pista de orientación durante estos viajes de calibración. Esta habilidad había sido previamente desconocida para las hormigas del desierto.
Pauline Fleischmann y Robin Grob, asistentes de investigación del profesor Wolfgang Rössler, que ocupa la Cátedra de Zoología II en el Biocentro de la Universidad de Würzburg, realizaron las pruebas en el verano de 2017. Los científicos diseñaron el experimento junto con el profesor Rüdiger Wehner del Instituto de Investigación del Cerebro de la Universidad de Zurich y el físico Valentin Müller de la Universidad de Würzburg. Presentan los resultados de sus investigaciones en el número actual de la revista Current Biology.
"Mientras buscan alimento, las hormigas del desierto se aventuran a varios cientos de metros de su nido, siguiendo un sendero sinusoidal que incluye bucles más grandes. Una vez que han encontrado comida, regresan a la entrada del nido en línea recta", dice Wolfgang Rössler, describiendo las asombrosas habilidades de navegación de las hormigas. Los investigadores habían sabido previamente que las hormigas dependen de la posición del sol y de los puntos de referencia como señales de orientación e integran esta información con los pasos a seguir.


Navigating with the sixth sense
Buscando la entrada al nido, las hormigas del desierto usan el campo geomagnético para orientarse (negro). Esto se puede concluir a partir de experimentos en los que el campo geomagnético fue girado artificialmente (rojo). Crédito: Biología Actual


Los resultados de investigaciones recientes han demostrado, sin embargo, que la hormiga del desierto también mira hacia la entrada del nido durante sus caminatas de aprendizaje en ausencia de información solar o señales del paisaje. "Esto desencadenó la idea de que los insectos podrían navegar usando el campo magnético de la Tierra como una señal, como lo hacen algunos pájaros", dice Pauline Fleischmann.
Para confirmar su hipótesis, los investigadores viajaron al sur de Grecia, donde las hormigas Cataglyphis son nativas. Se llevaron un par de bobinas de Helmholtz de 1,5 m de altura. Una corriente definida que pasa a través de las bobinas crea un campo magnético casi homogéneo y conocido con precisión entre las bobinas. Esto permitió a los investigadores estudiar el comportamiento de las hormigas del desierto durante sus caminatas de aprendizaje en su hábitat natural bajo condiciones controladas.
Un resultado sorprendente
El resultado fue inequívoco: cuando los científicos cambiaron la orientación del campo magnético, las hormigas del desierto ya no miraron hacia la entrada real del nido sino hacia una nueva ubicación predecible: la entrada ficticia del nido. "Su integración en el camino les proporciona un nuevo vector al nido basado en la información del campo magnético", explica Wolfgang Rössler. Los científicos admiten que se sorprendieron por este hallazgo. Ellos dicen que aunque se sabe que las especies individuales de hormigas responden a los cambios en el campo magnético bajo ciertas condiciones, la necesidad y la influencia distintiva en la navegación en las hormigas Cataglyphis fue inesperada.
Con este resultado, los investigadores plantean más preguntas. Por ejemplo, ¿cuándo utilizan las hormigas del desierto su sentido magnético? Puede ser que dependan de ella durante las primeras semanas de su vida bajo tierra. Después de todo, una ayuda de navegación puede ser muy útil en la oscuridad total. Pero esto es sólo una hipótesis en este momento.
La segunda pregunta que los científicos quieren abordar es cómo y si las hormigas cambian entre las diferentes señales de navegación de la posición del sol, los puntos de referencia y el campo magnético. Ya se sabe que los buscadores experimentados realizan caminatas de re-aprendizaje cuando son forzados a hacerlo, por ejemplo, cambiando el ambiente en la entrada del nido. No está claro, sin embargo, si también dependen de las señales de campo magnético en este caso o si utilizan su brújula solar como durante los viajes de búsqueda de alimento.
Y en última instancia, está la cuestión general de dónde está ubicado el sensor de campo magnético y cómo funciona. Según Wolfgang Rössler, esta pregunta nos adentra en el campo de la investigación orientativa y de navegación en insectos. ¿Cómo se las arregla para almacenar información de navegación sobre la posición del sol, el campo magnético y los puntos de referencia, e integrar esta información con los datos de distancia de su contador de pasos? Rössler cree que esta cuestión va mucho más allá del campo de la investigación del comportamiento y las neurociencias y que también es de gran interés para la informática y la robótica.

Fuente: https://phys.org/news/2018-04-reveal-ants-geomagnetic-field.html

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LU 34:4.13 Los cuatro puntos de la brújula son universales e inherentes a la vida de Nebadón. Todas las criaturas vivientes poseen unidades corpóreas que son sensibles y responden a estas corrientes direccionales. Estas creaciones en forma de criaturas son duplicadas a través del universo y los planetas individuales y, en conjunción con las fuerzas magnéticas de los mundos, activan las huestes de los cuerpos microscópicos en el organismo animal de tal modo que estas células direccionales apuntan siempre al norte y al sur. Así pues el sentido de orientación está fijado para siempre en los seres vivientes del universo. Este sentido no es por completo una posesión consciente de la humanidad. Estos corpúsculos se observaron por primera vez en Urantia, aproximadamente en la época de esta narración.

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