Probando que la Divina Providencia es Responsable de la Evolución del Universo -Parte 1-

Confirmación científica del plano de la creación revelada en El libro de Urantia-


George L. Park
2-5 de junio de 2016

Simposio de Ciencias, Chicago, Illinois


I. El desafío de probar lo sobrenatural

Este simposio examina la cuestión del diseño inteligente en el universo. Este tema refunde en términos modernos la búsqueda secular de evidencia de la intervención sobrenatural de Dios en el mundo. La ciencia concibe la evolución como un proceso mecanicista que sólo puede producir desarrollos accidentales. El diseño inteligente concibe la evolución como un proceso intencionado: requiere una intervención sobrenatural inteligente en la cadena de causalidad material para dirigir los desarrollos evolutivos hacia un fin creativo. Este artículo examina en primer lugar por qué la estructura física del universo, tal como se revela en El libro de Urantia, debe ser el resultado de un diseño inteligente realizado mediante una intervención sobrenatural. Entonces prueba que el universo está organizado de la manera que la revelación describe. Concluye con una breve consideración de la relación metafísica entre esta nueva cosmología científica y la presencia trascendente de Dios en el universo. La primera pregunta a la que hay que responder es: ¿Qué prueba de intervención sobrenatural? Siendo inmaterial, lo sobrenatural no puede ser observado directamente. La ciencia sólo puede inferir la realidad de las causas sobrenaturales, basándose en la suposición axiomática de que cada acontecimiento debe tener una causa. Por ejemplo, la fuerza de gravedad no puede ser observada directamente, pero Newton inferió su existencia, basada en interacciones predecibles entre cuerpos materiales. Si un evento no tiene causa natural, inferimos que debe tener una causa sobrenatural. Debe haber una Primera Causa sobrenatural, porque el universo debe tener un principio y una causa no justificada debe ser sobrenatural. Sin embargo, la ciencia que avanza rápidamente ha hecho sospechar todas estas inferencias metafísicas. Para la mayor parte de la historia registrada, se creía universalmente que los cielos deben ser un reino espiritual, porque no había causa natural aparente para los movimientos celestiales. La ciencia refutó esta creencia y ha ido mucho más allá. Einstein reemplazó la misteriosa fuerza de gravedad de Newton por el mecanismo relativista del espacio-tiempo curvado. La cosmología ha reemplazado una Primera Causa sobrenatural por una mecánica. Supuestamente, fluctuaciones cuánticas aleatorias en el espacio-tiempo de una singularidad gravitacional original causaron accidentalmente un Big Bang.

La ciencia ha demostrado una habilidad prodigiosa para inferir causas naturales de fenómenos. En este momento, una prueba persuasiva de intervención sobrenatural requiere fenómenos para los cuales la ciencia nunca puede inferir creíblemente una causa natural. Pero es difícil imaginar lo que estos fenómenos podrían ser.


II. Teorías reveladas y modernas de la evolución del universo

El Libro de Urantia supera esta dificultad con un nuevo concepto del universo. La característica preeminente en el universo es el plano de la creación. Dios habita en el Paraíso en el centro de este plano universal. Él crea continuamente nueva energía aquí y allá en el universo, lo que lleva a la formación de nuevas estrellas y galaxias. Las galaxias están organizadas en niveles espaciales concéntricos, que giran alrededor del Paraíso bajo la fuerza de la gravedad absoluta. El espacio se expande y se contrae alternadamente desde justo debajo del Paraíso. Todos estos fenómenos requieren la intervención sobrenatural de Dios. Pero este universo revelado es sólo una teoría, hasta ahora, y contradice completamente la teoría moderna consensual de un origen Big Bang.


La teoría del Big Bang del origen y la evolución del universo



En 1929 Edwin Hubble hizo el sorprendente descubrimiento de que el universo se está expandiendo. Esto llevó a inferir que la expansión espacial debe haber sido causada por un Big Bang. Inmediatamente después de esta explosión primaria, el universo se llenó completamente con un plasma sobrecalentado denso de partículas subatómicas. A medida que el espacio se expandía, este plasma se enfriaba, se formaban átomos y aparecían estrellas y galaxias distribuidas aleatoriamente. Mirando hacia adelante en el tiempo, todas las galaxias deben eventualmente desintegrarse y todas las estrellas deben finalmente extinguirse. Toda esta historia del origen y la "muerte por calor" final del universo se rige por la ley de la entropía. La entropía es la tendencia natural de la energía de trabajo a disiparse, hasta que la energía se dispersa uniformemente a través de un sistema. La entropía hace que todas las cosas calientes irradien energía y se enfríen, todos los mecanismos dinámicos se agotan y se detienen, y todas las estructuras complejas se desmoronan y se desordenan. La ley de la entropía impide la evolución de cualquier estructura universal compleja, como el plano de la creación, a partir de la distribución uniforme de la materia causada por un evento del Big Bang.


III. La Evolución del Plano de la Creación Requiere Intervención Sobrenatural

Ideas Generales sobre la Distribución de las Galaxias en el Universo


Estas teorías mutuamente excluyentes acerca de la evolución cósmica resultan en organizaciones completamente diferentes de la materia en el universo. Esta diferencia establece una prueba empírica para estas teorías. Si las observaciones futuras confirman una distribución uniforme de galaxias, esto validaría la teoría del Big Bang. La confirmación de una concentración planar de galaxias probaría que hay intervención sobrenatural en el universo, por las siguientes razones. El universo es un sistema físicamente aislado, simplemente porque es la totalidad de todas las cosas materiales.  La dinámica de un origen Big Bang causa una distribución uniforme de la materia en el universo. El universo comienza en un estado de desorden, y la ley de la entropía impide que aumente su orden general. Esta premisa científica se formaliza en el principio cosmológico; en escalas cósmicas suficientemente grandes, la materia debe estar uniformemente distribuida en el universo a lo largo de toda su historia. La evolución de una estructura planar universal a partir de un estado inicial de desorden, por lo tanto, contraviene la entropía. Puesto que esta ley rige todos los procesos naturales, no puede ser violada sin socavar todos los conocimientos científicos. Para evitar invalidar esta ley física, el surgimiento de este plano universal requiere la adición de energía de trabajo al universo. Requiere trabajo para crear orden fuera del caos. Pero el universo es un sistema aislado, así que ninguna fuerza externa puede agregarle energía. La única manera de añadir energía de trabajo al universo y salvar la ley de la entropía es creando energía dentro del universo. Sin embargo, la ley de conservación de la energía prohíbe la creación o destrucción de energía por cualquier medio o proceso natural. Esta ley fundamental de la física no puede ser violada sin destruir toda la empresa científica. Para salvar la ciencia, la ciencia debe inferir que hay una causa sobrenatural para la creación de esta energía.

Resumiendo: La entropía impide que aumente el orden general de un sistema aislado. Si, a pesar de esto, su orden aumenta, la ley de la entropía sólo puede ser salvada añadiendo energía de trabajo al sistema. La única manera de agregar energía de trabajo a un sistema aislado es crearlo dentro del sistema. La energía no puede ser creada de ninguna manera natural. Para salvar la ley de conservación de energía, esta energía debe ser creada por una causa sobrenatural. Antes del cambio de siglo, no había evidencia de que el plano de la creación existiera. Pero en la última década aproximadamente el número de galaxias identificadas ha estallado de unos pocos millones a unos pocos cientos de millones. Escondido dentro de esta superabundancia de nuevas observaciones es prueba concluyente de que el plano de la creación existe. Este descubrimiento condujo a la publicación hace tres años de una obra titulada La Isla Eterna del Paraíso, accesible en www.ubcosmology.com. Este documento destaca algunas de las conclusiones detalladas en este trabajo.


IV. Revelación del Gran Universo

                          El Universo Deocéntrico

El plano de creación consiste en seis niveles concéntricos del espacio. Dios habita en el Paraíso en el centro absoluto del universo. El universo central de Havona, mostrado como el pequeño círculo azul en el centro, rodea el Paraíso y contiene mil millones de mundos perfectos pero no estrellas. Estamos ubicados en el nivel espacial superuniversal, el anillo blanco de galaxias que rodea inmediatamente a Havona. Havona y el nivel espacial superuniversal juntos forman el gran universo, el dominio del Ser Supremo.

La Estructura Interna Revelada del Gran Universo



El nivel espacial superuniversal es descrito en detalle por el Censor Universal en el Documento 15. Esta estructura anular contiene siete superuniversos, uno de los cuales es nuestro superuniverso de Orvonton. Todo en Orvonton gira en torno a su capital de Uversa, que según se nos dice está entre 200.000 y 250.000 años luz lejos de nosotros. Esto está fuera de nuestra galaxia de la Vía Láctea, que tiene un radio de 50.000 años luz. Mientras Orvonton gira sobre Uversa, Uversa orbita el Paraíso en el nivel espacial superuniversal. Esto reveló que la segmentación séptuple del espacio del gran universo produce una relación simple: La distancia de Uversa al Paraíso es 2,3 veces el radio de Orvonton.


El Superuniverso de Orvonton es el Grupo Local de Galaxias


Numerosas declaraciones sugieren que Orvonton es lo que los astrónomos llaman el Grupo Local de galaxias. Este grupo fue identificado en la década de 1930 e incluye las grandes galaxias Andrómeda y la Vía Láctea, docenas de galaxias de tamaño normal y cientos de cúmulos globulares más pequeños. El radio aproximado del Grupo Local es de 4 millones de años-luz (Mly). Si Orvonton es el Grupo Local, entonces la distancia al Paraíso debe ser 2.3 veces 4 Mly o 9.2 Mly. Dado este radio de 9 Mly, los otros seis superuniversos deberían estar dentro de nosotros.

Las galaxias en los otros superuniversos deberían formar un cinturón a través del cielo


El nivel espacial superuniversal es una estructura similar a un toro. Estamos cerca de Uversa, que está situado en el núcleo orbital central del nivel espacial. Desde esta ubicación los otros superuniversos del gran universo deberían aparecer como un largo cinturón de galaxias que se extienden a través del cielo. Podemos llamar a este cinturón el Muro del Superuniverso.

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Fuente: 
https://www.urantia.org/sites/default/files/docs/Proving-Divine-Providence-George-Park.pdf