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domingo, 5 de noviembre de 2017

Nuevos indicios de disminución gradual de los dinosaurios antes del final del período cretáceo

Resumen: 
La disminución gradual de los dinosaurios y pterosaurios supuestamente se produjo antes del impacto del asteroide Chicxulub y la extinción masiva mundial al final del Período Cretácico, sugiere una investigación reciente. Los estudios también indican que las especies de aves se diseminaron y diversificaron al mismo tiempo que los dinosaurios desaparecieron.

Articulo:
Según los últimos resultados de un equipo germano-mexicano de geocientíficos, el declive gradual de los dinosaurios y pterosaurios presumiblemente se produjo antes del impacto del asteroide Chicxulub y la extinción masiva global al final del período cretácico. Los estudios realizados bajo la dirección del Prof. Dr. Wolfgang Stinnesbeck de la Universidad de Heidelberg y del Prof. Dr. Eberhard Frey del Museo Estatal de Historia Natural de Karlsruhe indican también que las especies de aves se extendieron y diversificaron al mismo tiempo que los dinosaurios desaparecieron. Sus resultados fueron publicados en la revista Geological Society of America Bulletin.

Mientras realizaban investigaciones paleontológicas en el noreste de México, los científicos encontraron rocas sedimentarias depositadas hacia el final del período cretácico que evidenciaron una enorme diversidad de fósiles, incluyendo las huellas de aves, dinosaurios y pterosaurios. "La mayoría de las huellas proceden de al menos cinco especies diferentes de aves; sin embargo, las huellas de dinosaurios son raras. Sólo una sola huella proviene de un dinosaurio depredador", explica el profesor Stinnesbeck. Los hallazgos indican, por lo tanto, una disminución gradual de los dinosaurios con un aumento simultáneo de la diversidad de aves incluso antes del final del período cretácico. "Hasta ahora, se suponía que los dinosaurios se extinguieron primero y las especies de aves se diversificaron después", afirma el investigador. "Nuestros datos, sin embargo, corroboran la teoría de que las aves ascendieron antes de que los dinosaurios se extinguieran."

El análisis fósil también mostró que el declive de los dinosaurios se produjo gradualmente, probablemente sólo unas pocas especies sobrevivieron hasta el final del período cretácico. La extinción de los dinosaurios, por lo tanto, no se debe -como la ciencia suele suponer- al impacto del asteroide Chicxulub que golpeó a la Tierra hace más de 65 millones de años. "Para la mayoría de los dinosaurios y pterosaurios, esta huelga ya no tuvo ningún efecto", explica el profesor Stinnesbeck. Incluso el grupo de cefalópodos, los llamados amonitas, no fue aniquilado por el ataque de asteroides al final del Período Cretácico. Según el Prof. Stinnesbeck, los hallazgos fósiles del Sphenodiscus pleurisepta amonita muestran su declive sucesivo más allá del período cretácico. "Los efectos del impacto de Chicxulub no fueron, por lo tanto, la causa de una extinción masiva global, que probablemente se produjo de forma mucho menos catastrófica de lo que se suponía", afirma el investigador de Heidelberg.

Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/04/170403135935.htm





Dice el Libro de Urantia:


2. El Fin de la Edad de los Reptiles

60:2.1 (687.2) Hace 120.000.000 de años comenzó una nueva fase de la edad de los reptiles. El gran acontecimiento de este período fue la evolución y ocaso de los dinosaurios. La vida animal terrestre alcanzó su máximo desarrollo, en cuanto al tamaño, y al finalizar esta edad, había prácticamente perecido, esfumándose de la faz de la tierra. Los dinosaurios evolucionaron en todos los tamaños, desde una especie de poco más de medio metro de largo, hasta los enormes dinosaurios no carnívoros de casi veintitres metros de largo, a los cuales, hasta la fecha, ninguna criatura viviente les ha igualado en tamaño.
60:2.2 (687.3) El más grande de los dinosaurios se originó en el oeste de América del Norte. Estos monstruosos reptiles están enterrados en todas las regiones de las Montañas Rocosas, a lo largo del entero litoral atlántico de Norteamérica, en Europa occidental, Sudáfrica, y la India, pero no en Australia.
60:2.3 (687.4) Estas macizas criaturas se hicieron menos activas y fuertes a medida que crecían en tamaño; pero requerían una cantidad tan desmesurada de alimentos y la tierra estaba tan atestada de ellos que, literalmente, se murieron de hambre y se extinguieron —pues carecían de la inteligencia para sobrellevar la situación.
60:2.4 (687.5) En este momento la mayor parte del este de Norteamérica, que durante mucho tiempo había estado elevada, había bajado de nivel y había sido arrastrada hacia el Océano Atlántico de tal modo que la costa se extendía varios cientos de kilómetros más allá de donde llega hoy. La parte oeste del continente aún estaba elevada; no obstante, estas regiones, inclusive después, fueron invadidas por el mar del norte y el Pacífico, que se extendieron hacia el este hasta la región de Black Hills, en Dakota del Sur.
60:2.5 (687.6) Ésta era una edad de agua dulce que se caracterizaba por muchos lagos interiores, tal como lo acusan los abundantes fósiles de agua dulce de los llamados lechos de Morrison en Colorado, Montana, y Wyoming. El espesor de estos depósitos combinados de agua dulce y salada varía de 600 a 1.500 metros; muy poca caliza, sin embargo, está presente en estas capas.
60:2.6 (687.7) El mismo mar polar que tanto se extendió hacia el sur por Norteamérica, asímismo cubrió toda Sudamérica salvo la incipiente cordillera de los Andes. Se inundó la mayor parte de China y Rusia, pero la invasión acuática fue la mayor en Europa. Durante esta sumersión se sentó la bella piedra litográfica de Alemania meridional, aquellos estratos en los que se conservan como si fueran de ayer mismo fósiles tales como las delicadísimas alas de insectos antiguos.
60:2.7 (687.8) La flora de esta edad era muy similar a la de la edad anterior. Persistían los helechos, en tanto que las coníferas y pinos se iban asemejando cada vez más a las variedades de hoy en día. Aún se estaba formando un poco de carbón a lo largo de las márgenes del Mediterráneo.
60:2.8 (687.9) El retorno de los mares mejoró el clima. Los corales se propagaron hasta las aguas europeas, atestiguando que el clima seguía siendo suave y estable, pero no volvieron a aparecer jamás en los mares polares que poco a poco iban enfriándose. La vida marina de estos tiempos se mejoró y se desarrolló considerablemente, sobre todo en las aguas europeas. Tanto los corales como los crinoideos aparecieron temporalmente en mayores cantidades que en tiempos pasados; sin embargo, los amonites dominaban la vida invertebrada de los océanos, su tamaño medio iba de siete a diez centímetros, aunque una especie alcanzó un diámetro de dos metros y medio. Las esponjas estaban en todas partes, y seguían evolucionando las sepias así como las ostras.
60:2.9 (688.1) Hace 110.000.000 de años continuaban desplegándose los potenciales de la vida marina. Entre las destacadas mutaciones de esta época figuró el erizo de mar. Los cangrejos, las langostas y otros tipos modernos de crustáceos se desarrollaron plenamente. Se produjeron marcados cambios en la familia de los peces, apareciendo por primera vez un tipo de esturión; sin embargo, las feroces serpientes marinas, descendientes de los reptiles terrestres, aún infestaban todos los mares, y amenazaban con aniquilar la entera familia de los peces.
60:2.10 (688.2) Ésta seguía siendo la edad de los dinosaurios por excelencia. Atestaron éstos la tierra hasta tal punto que dos especies se adaptaron al agua para subsistir durante el precedente período de la invasión marina. Dichas serpientes de mar representan un paso atrás en la evolución. En tanto que algunas especies nuevas iban haciendo progresos, ciertas especies se quedan estancadas y otras tienden a retroceder, revirtiendo a un estado anterior. En efecto, así sucedió con estos dos tipos de reptiles que abandonaron el medio terrestre.
60:2.11 (688.3) Andando el tiempo, las serpientes de mar crecieron tal tamaño que se hicieron muy lerdas y, con el tiempo, perecieron porque no tenían el cerebro lo bastante grande para proteger sus enormes cuerpos. Su cerebro pesaba menos de cincuenta gramos, y eso que estos descomunales ictiosauros, algunas veces, alcanzaban quince metros de largo, y en su mayoría superaban los once metros. Los cocodriloideos marinos también constituyeron una reversión del tipo de reptil terrestre; mas, a diferencia de las serpientes marinas, estos animales siempre volvían a la tierra para poner sus huevos.
60:2.12 (688.4) Poco tiempo después de que dos especies de dinosaurios emigraron al agua en un vano intento de preservarse a sí mismos, otros dos tipos se vieron obligados a alzar el vuelo debido a la encarnizada competencia de la vida terrestre. Pero estos pterosaurios no fueron los antepasados de las verdaderas aves de las edades subsiguientes. Evolucionaron de los saltarines dinosaurios de hueso hueco, y sus alas eran de formación similar a la de los murciélagos, con una envergadura de seis a más de ocho metros. Estos reptiles voladores antiguos alcanzaban, en su desarrollo físico, tres metros de largo, y tenían mandíbulas separables, muy parecidas a las de las culebras modernas. Durante un tiempo, estos reptiles voladores parecieron ser un éxito, pero no consiguieron evolucionar de una manera que se les permitiera sobrevivir como aeronavegantes. Representan la ascendencia de las especies de aves que no sobrevivieron.
60:2.13 (688.5) Las tortugas se incrementaron durante este período, apareciendo por primera vez en Norteamérica. Sus antepasados llegaron de Asia vía el puente terrestre boreal.
60:2.14 (688.6) Hace cien millones de años la edad de los reptiles se fue acercando a su fin. A los dinosaurios, a despecho de su enorme masa, les faltaba poco para ser, en efecto, animales sin cerebro; carecían de la inteligencia necesaria para conseguir comida suficiente para alimentar un cuerpo de semejante tamaño. Y así perecieron estos lerdos reptiles terrestres en cantidades cada vez mayores. De este momento en adelante, a la evolución le seguirá el desarrollo de los cerebros, no el tamaño físico, y el desarrollo de los cerebros caracterizará cada época sucesiva de la evolución animal y del progreso planetario.
60:2.15 (688.7) Este período, que englobó el apogeo y el principio de la decadencia de los reptiles, duró casi veinticinco millones de años y se conoce como período jurásico.


...


65:2.8 (732.6) Las ranas dieron origen a los reptiles, una gran familia animal que prácticamente quedó extinta, pero que antes de perecer, dio origen a toda la familia de las aves y a numerosos órdenes de mamíferos.
...

60:3.20 (691.1) Hace 60.000.000 de años, aunque los reptiles terrestres estaban en decadencia, los dinosaurios continuaron en calidad de monarcas de la tierra, tomando ahora la delantera los tipos más ágiles y activos de dinosaurios carnívoros de la variedad saltadora similar a los canguros. Pero en algún momento anterior habían aparecido nuevos tipos de dinosaurios herbívoros, cuyo rápido aumento se debió a la aparición de las plantas terrestres de la familia herbácea. Uno de estos dinosaurios herbívoros nuevos era un verdadero cuadrúpedo, con dos cuernos y un crecimiento en forma de capa en los hombros. Apareció un tipo terrestre de tortuga, de seis metros de ancho, además de un cocodrilo moderno y auténticas serpientes del tipo moderno. También se dieron grandes cambios entre los peces y otras formas de vida marina.
60:3.21 (691.2) Las primeras aves zancudas y nadadoras de las edades anteriores no prosperaron en el aire, tampoco lo hicieron los dinosaurios voladores. Éstas fueron especies de corta existencia, que se extinguieron al poco tiempo. Sufrieron el mismo destino de aniquilación de los dinosaurios, ya que tenían muy poca sustancia cerebral en proporción con su tamaño corporal. Esta segunda tentativa de producir animales que pudieran navegar en los aires fracasó, al igual que el infructuoso intento de producir mamíferos durante esta edad y la precedente.
60:3.22 (691.3) Hace 55.000.000 de años, lo que marcó la marcha evolutiva fue la súbita aparición de la primera especie auténtica de ave, una pequeña criatura parecida a la paloma, que fue la predecesora de toda la fauna avícola. Éste fue el tercer tipo de criatura voladora que apareció sobre la tierra, y surgió directamente del grupo de los reptiles, no del de los dinosaurios voladores que eran coetáneos, ni del de los anteriores tipos de aves terrestres dentadas. Así pues, ésta llega a conocerse como la edad de las aves así como la edad de la decadencia de los reptiles.


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65:2.9 (732.7) Probablemente el salto único más grande de toda la evolución anterior al ser humano se haya efectuado cuando el reptil llegó a ser ave. Los tipos de aves de hoy —águilas, patos, palomas, y avestruces— todos descendieron de los enormes reptiles de hace mucho tiempo.


Fuente: https://truthbook.com/blog/urantia-book-commentary/birds-dinosaurs-urantia-book

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