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sábado, 8 de julio de 2017

El Cerebro Espiritual: Entendimiento Evolutivo y Iluminación Reveladora -I

Por Marta A. Elders

(Presentado en el Simposio de Ciencia 2016 de la Fundación Urantia)


El propósito de este trabajo es examinar nuestra comprensión evolutiva del cerebro a la luz de la información reveladora presentada en El Libro de Urantia. Seguiremos nuestro estudio comenzando con una breve descripción del contexto cosmológico, como se revela en El Libro de Urantia, en el cual ocurre la evolución. A continuación consideraremos el significado de este proceso, la intrincada belleza de este plan y la estructura proporcionada por seres de orden superior; Mientras exploramos simultáneamente lo que nosotros, como criaturas evolutivas, hemos descubierto. Discutiremos la mecánica del cerebro, examinaremos la relación entre el cerebro y la mente, y exploraremos cómo el cerebro, a través de la conciencia, se convierte en un conducto para el espíritu. Concluiremos con un breve resumen de la presente investigación que apoya una relación entre la espiritualidad y nuestros cerebros vivos.


Información Reveladora

Desde el libro de Urantia sabemos que somos ciudadanos de un pequeño planeta, Urantia (tierra), ubicado en Nebadon (nuestro universo local), y posicionado en Orvonton (nuestro super universo. Somos amablemente supervisados y pastoreados por nuestro universo Creador Hijo, Mikael de Nebadon y su consorte nuestro Espíritu Madre Creativo del Universo Local. Ellos han aceptado la responsabilidad de administrar nuestro universo local y, a través de un proceso creativo, evolutivo, para llevarlo a un estado de perfección, que simultáneamente contribuirá a nuestro Dios del tiempo y del espacio. Una empresa. Imagínese el tipo de preparación requerida. La enormidad del plan. ¿Qué tipo de estrategia se debe diseñar? ¿Cómo se iniciará y se mantendrá? El Libro de Urantia proporciona una idea de estas preguntas revelando el mecanismo diseñado por los Portadores de Vida: la existencia y evolución del cerebro humano.

La evolución es un diseño divino, magistralmente construido, iniciado y facilitado, a través del cual la perfección se realiza en el tiempo y el espacio. La evolución es principalmente un proceso lineal que debe inicialmente, es decir, "comenzar desde el principio" y satisfacer las primeras necesidades planetarias, al mismo tiempo que es lo suficientemente flexible como para crecer y transformarse en el tiempo de formas útiles para el camino hacia la perfección. Este ideal creativo debe concretarse en el tiempo y en el espacio. Este proceso debe adaptarse a las exigencias de los dominios de la materia, la mente y el espíritu.


Hemos sido informados de que hace 987.000.000.000 de años un organizador e inspector de fuerza informó que las condiciones eran favorables para el proceso de materialización inicial en esta área del Orvonton. Luego, después de recibir el permiso apropiado hace 900 millones de años, el proceso de inaugurar y organizar la energía comenzó hace 875 millones de años. Los Directores de Potencia vinieron a este superuniverso para preparar el ambiente material para que el Hijo Creador pudiera comenzar su aventura de tiempo/ espacio en conjunción con su pareja, la presencia en el universo del Espíritu Infinito. Prepararon enérgicamente el escenario sobre el cual el Hijo Creador realizaría su potencial de tiempo y espacio en asociación con esta presencia universal del Espíritu Infinito, nuestro Espíritu Madre del Universo Local. Un Mensajero Poderoso nos dice (32: 2.1):



Los Hijos Creadores van precedidos en la organización del universo por los directores del poder y otros seres originados en la Tercera Fuente y Centro. A partir de las energías del espacio, previamente organizadas de esa manera, Mikael, vuestro Hijo Creador, estableció los reinos habitados del universo de Nebadón y desde entonces siempre ha estado dedicado concienzudamente al gobierno de los mismos. A partir de la energía preexistente, estos Hijos divinos materializan la materia visible, proyectan las criaturas vivientes y con la cooperación de la presencia universal del Espíritu Infinito, crean una variada comitiva de personalidades espirituales.

El primer acto creativo de Mikael y la presencia en el universo del Espíritu Infinito trajeron a la Estrella Brillante de la Mañana, Gabriel, a la existencia. Él sirve como nuestro ejecutivo principal del universo local. Después de su aparición una multitud de criaturas adicionales y diversas y personalidades fueron traídas a la existencia. Entre los que llegan primero están los Portadores de Vida, el Padre Melquisedek y el órden de los Melquisedek.


Como el propósito de este estudio es comparar aspectos del diseño divino como se revela en El Libro de Urantia con nuestra actual comprensión neuropsicológica del cerebro, nos enfocaremos en aquellos seres encargados del diseño, desarrollo e instigación de la vida específicamente relacionados con el cerebro y la mente.

En preparación para la iniciación de la vida en una esfera material los Portadores de vida han sabiamente probado y seleccionado las técnicas dinámicas, proporcionando un mecanismo para seguir evolucionando. Debido a que somos un planeta decimal, nuevas posibilidades creativas pueden ser probadas e implementadas durante el proceso evolutivo, además de estos primeros preparativos.

Los Portadores de Vida, bajo la supervisión del Padre Melquisedek, fueron responsables de diseñar y desarrollar un instrumento vivo a través del cual la mente se conecta al reino material. Esta relación entre la mente y la materia evoluciona de tal manera que la mente humana se desarrolla, la personalidad se otorga, la conciencia aparece, se hacen elecciones de libre albedrío y se hace posible el contacto con el espíritu. ¿Y qué instrumento diseñaron? Un cerebro, un cerebro vivo. Un Melquisedek comenta (49: 5.13) "La única uniformidad física de los mortales es el cerebro y el sistema nervioso". Mientras él continúa describiendo varias organizaciones de este mecanismo (uno, dos y tres tipos cerebrales), la realidad de que todos los mortales emplean este mecanismo, este cerebro vivo, en su viaje planetario hacia Dios es poderoso. Es evidente que este sistema evolutivo está diseñado para servir a la evolución de la vida en un planeta desde sus primeras etapas a través de las etapas de la luz y la vida; De la materia a través de la mente al espíritu.

Las siguientes citas del Libro de Urantia proporcionan una idea de estos arreglos:


"... En estos laboratorios, los Portadores de Vida y todos sus asociados colaboran con los Melquisedek en el esfuerzo de modificar y posiblemente mejorar la vida diseñada para la implantación en los planetas decimales de Nebadon. La vida que está evolucionando en Urantia fue planeada y parcialmente desarrollada en este mismo mundo, porque Urantia es un planeta decimal, un mundo de experiencias de vida ".

"... (Y puesto que la vida intelectual crece y sobre el fundamento de lo físico, llegan a existir los veinticuatro órdenes básicos de organización psíquica").

"Esfera Número Cuatro y sus satélites tributarios están dedicados al estudio de la evolución de la vida de la criatura en general y a los antecedentes evolutivos de cualquier nivel de vida en particular. El plasma de vida original (plasma germinal) de un mundo evolutivo debe contener todo el potencial de todas las variaciones de desarrollo futuras y de todos los cambios y modificaciones evolutivos posteriores .... Allí corre el hilo de las formulaciones sabias e inteligentes de los diseñadores originales del plan de vida planetario y del esquema de especies. Los múltiples subproductos de la evolución biológica son todos esenciales para la función final y plena de las formas inteligentes superiores de la vida ... "(el énfasis mío)

El Mundo Número Cinco está ocupado totalmente con la vida asociada con la mente. Cada uno de sus satélites está dedicado al estudio de una sola fase específica de la mente de la criatura correlacionada con la vida de la criatura. La mente, tal como el hombre la comprende, es una dote de los siete espíritus ayudantes de la mente que las agencias del Espíritu Infinito superimponen a los niveles mecánicos o no enseñables de la mente. Los modelos originales de la vida son variadamente sensibles a estos ayudantes y a las diferentes ministraciones del espíritu que operan a través de los universos del tiempo y del espacio. La capacidad de respuesta espiritual de las criaturas materiales depende exclusivamente de la dotación de la mente correspondiente que, a su vez, ha dirigido el curso de la evolución biológica de estas mismas criaturas mortales. "(36: 2.15-18).


Y en cuanto a cómo funcionará un circuito neural en el reino material, un Consejero Divino declara: 
las sensaciones viajan hacia adentro por las sendas neurales; algunas se detienen y responden a los centros automáticos espinales inferiores; otras siguen hasta los centros menos automáticos, pero condicionados por el hábito del cerebro inferior, mientras que los mensajes más importantes y vitales atraviesan velozmente estos centros subordinados y se registran inmediatamente en los niveles más altos de la conciencia humana. (7:3.4)

Más adelante nos informan:

De este momento en adelante, a la evolución le seguirá el desarrollo de los cerebros, no el tamaño físico, y el desarrollo de los cerebros caracterizará cada época sucesiva de la evolución animal y del progreso planetario. (60: 2.14) (énfasis mío)

Y a medida que el cerebro crece, la mente a través de los siete circuitos ayudantes de la mente conectará:

".... A lo largo del largo desarrollo evolutivo de la vida planetaria, estos incansables ayudantes de la mente habían registrado su creciente capacidad de contacto con las capacidades cerebrales sucesivamente expansivas de las criaturas animales progresivamente superiores "(Énfasis mío.)


En un principio únicamente el espíritu de intuición pudo funcionar en el comportamiento instintivo y reflejo de la vida animal primordial. Con la diferenciación de los tipos superiores, el espíritu de la comprensión pudo dotar a tales criaturas del don de la asociación espontánea de ideas. Más adelante observamos al espíritu de la valentía en funcionamiento; los animales en trance de evolucionar desarrollaron en rigor una forma simple de autoconciencia de protección. Posteriormente a la aparición de los grupos de los mamíferos, observamos el espíritu del conocimiento manifestarse en creciente medida. La evolución de los mamíferos superiores trajo la función del espíritu del consejo, con el consecuente desarrollo del instinto gregario y los principios del desarrollo social primitivo.
(62:6.2-3)


Imaginaos nuestro regocijo un día —cuando los gemelos tenían unos diez años— en que el espíritu de adoración hizo su primer contacto con la mente de la gemela y, poco tiempo después de esto, con la del gemelo. Sabíamos que algo muy semejante a la mente humana se acercaba a su culminación; y cuando, al año, resolvieron finalmente, como resultado de un pensamiento meditativo y de una decisión basada en un propósito, huir de la querencia y viajar al norte, entonces comenzó a funcionar el espíritu de la sabiduría en Urantia y en estas dos mentes ya reconocidas como humanas.

Hubo una movilización inmediata y nueva de los siete espíritus ayudantes de la mente. Estábamos rebosantes de expectación; nos percatamos de que el momento que veníamos esperando desde hacía tanto tiempo se acercaba; sabíamos que estábamos en el umbral de la realización de nuestro dilatado esfuerzo para desarrollar criaturas volitivas en Urantia.
(62:6.5-6)


Así, en resumen, un Portador de Vida nos informa:
LA VIDA material básica de la evolución —la vida anterior a la mente— es formulada por los Controladores Físicos Decanos y el ministerio de implantación de vida que ejercen los Siete Espíritus Rectores juntamente con la ministración activa de los Portadores de Vida ordenados. Como resultado de la función coordinada de esta creatividad de tres componentes, se desarrolla la capacidad física del organismo para la mente: mecanismos materiales para la reacción inteligente a los estímulos ambientales externos y, después, a los estímulos internos, las influencias que se originan en la mente misma del organismo.(65:0.1)

El cerebro físico con su sistema nervioso correspondiente dispone de una capacidad innata para responder al ministerio de la mente tal como la mente en vías de desarrollo de una personalidad dispone de cierta capacidad innata de receptividad espiritual y, por tanto, entraña los potenciales del progreso y logro espirituales. Las evoluciones intelectual, social, moral y espiritual dependen del ministerio mental de los siete espíritus ayudantes y sus socios suprafísicos.(65: 6.10) (Énfasis mío.)

Mucho de esto ocurre entre lo material y las esferas de la mente hasta que el espíritu llega abajo:

Los ayudantes funcionan exclusivamente en la evolución de la mente experiencial, hasta el nivel de la sexta fase, el espíritu de adoración. A dicho nivel ocurre aquella superposición inevitable de los ministerios —fenómeno en que lo superior alcanza al nivel de lo inferior para coordinar el advenimiento del logro subsiguiente de los niveles avanzados de desarrollo. Aún más ministerio del espíritu acompaña a la acción del séptimo y último ayudante, el espíritu de la sabiduría. (65:7.7)

Estas revelaciones nos dan algunos conocimientos prácticos de cómo nuestro cerebro físico está destinado a funcionar en relación con los circuitos mentales del universo y el ministerio espiritual disponible (el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo y el Ajustador del Pensamiento). Entonces, ¿qué han descubierto nuestros científicos y neurocientíficos?
De esta información en El Libro de Urantia se puede concluir que el cerebro es el mecanismo universal diseñado por los Portadores de Vida para permitir que la realidad espiritual alcance la realidad física y desarrolle la experiencia de vida de las criaturas de la voluntad humana, comenzando el viaje ascendente autoconsciente. Significativamente, todos los potenciales evolutivos para el desarrollo del cerebro están integrados en el plasma de vida (ADN y otros componentes) entregado a un planeta por los Portadores de Vida.

Entendimiento evolutivo del cerebro


Se han descubierto y comprendido más sobre el cerebro en los últimos veinte años que en toda la historia anterior. D'Aquili y Newberg en La Mente Mística definen al cerebro como "la parte sustantiva subyacente del pensamiento, la experiencia y las emociones humanas ... el órgano corporal que nos permite pensar, sentir y recibir aportes del mundo externo. (P.21) ". Nuestros neurocientíficos han determinado que el cerebro consiste en un sistema neural compuesto de tres componentes significativos, el tronco encefálico, el sistema límbico y una corteza cerebral, que contiene dos hemisferios, derecho e izquierdo. Es el órgano más complejo de nuestro cuerpo, pesa alrededor de tres libras, y está compuesto por aproximadamente 100 millones de neuronas con aproximadamente 1,1 billones de células. Cada neurona recibe alrededor de 5.000 sinapsis conectivas y recibe señales de neurotransmisores que inducen un axón a la descarga o no. Las posibles combinaciones de 100 mil millones de neuronas descargando o no es 10 a la millonésima potencia (En comparación con el número de átomos en el universo es de 10 a la potencia 80). Impresionante e incomprensible.

Los neurólogos se han dado cuenta recientemente de que el cerebro es maleable, evoluciona con el tiempo y es capaz de cambiar y adaptarse a situaciones diversas y difíciles. Se refieren a esto como la plasticidad del cerebro, un concepto relativamente nuevo como en el pasado vimos el cerebro como algo fijo, incapaz de cambiar y crecer. Esencialmente la comprensión anterior era "usted consiguió con lo que usted nació con y no había más por venir." Sin embargo, eso no es verdad. Ahora sabemos que el cerebro sigue creciendo y cambiando. Schwartz y Begley comparten un ejemplo interesante de la flexibilidad del cerebro: si se elimina el hemisferio izquierdo antes de los 4 o 5 años, se puede seguir enseñando a leer y escribir, funciones que antes se consideraban disponibles sólo con un hemisferio izquierdo (Pág. 99).

En cuanto al desarrollo del cerebro embrionario ahora entendemos que durante los 14 días siguientes a la fecundación una bola de células se pliega sobre sí misma y las células en la superficie externa comienzan a formar un tubo que eventualmente será una médula espinal y el cerebro. Después de tres semanas el embrión comienza a producir neuronas y por nacimiento se estima que se han creado 100 mil millones de células nerviosas y las seis capas corticales están presentes. La médula espinal y el tronco encefálico son funcionales y casi completamente formados. Al nacer la corteza somatosensorial se desarrolla de modo que a través de la entrada sensorial construye un "mapa" del cuerpo - de la cabeza a los pies. Poco después se activan las regiones motoras, el lóbulo parietal, el lóbulo temporal y el lóbulo frontal.

Durante el primer año de vida se desarrollan la corteza sensoriomotora, el tálamo, el tronco encefálico y el cerebelo. A los ocho o nueve meses hay actividad en el lóbulo frontal y otras áreas de asociación, de tal manera que puede haber interacción social y actividad cognitiva. El lóbulo frontal es donde ocurren el juicio, la razón, la atención, la planificación, el lenguaje, etc. Durante los primeros dos años de vida, el niño desarrolla principalmente su cerebro derecho. Con el desarrollo del lenguaje y la formación de la memoria explícita, el cerebro izquierdo se vuelve más activo.

El área del lóbulo frontal continúa desarrollándose hasta finales de la adolescencia y principios de los 20 años. A lo largo de este tiempo, el cerebro está creciendo constantemente nuevas conexiones y podando viejas redes no utilizadas. Este proceso de crecimiento/poda ilumina cómo los insumos ambientales pueden influir en el sistema nervioso joven y finalmente establecer circuitos que impulsarán al cerebro. El cerebro se conecta. La experiencia y el medio ambiente tienden a establecer las vías.

Como comenta Jeffrey Schwartz en La mente y el cerebro:

"La plasticidad debe ser una respuesta a la experiencia después de todo, lo único que el cerebro puede saber y registrar sobre alguna percepción es el patrón de actividad neuronal que induce. Esta representación neural del evento de alguna manera induce cambios físicos en el cerebro en el nivel de las neuronas y sus sinapsis. Estos cambios físicos permiten que la representación del evento sea almacenada y posteriormente recordada ... los cambios físicos son la memoria. "(P.108)

Hay una segunda oleada de brotes sinápticos, la aparición de nuevas sinapsis, en los lóbulos frontal, parietal y temporal que ocurre justo antes de la pubertad, que suele ocurrir entre los 12 y los 16 y continúa en los primeros años veinte. Este "brote" tiende a comenzar un poco más temprano en las hembras que los varones e impacta el autocontrol, el juicio, la regulación emocional, la organización y la planificación revelando cambios notorios durante la adolescencia tardía.

Al darse cuenta de que el cerebro sólo conoce una experiencia como una actividad neuronal, uno no puede dejar de preguntarse acerca de la formación y el funcionamiento de la mente. ¿De dónde viene? ¿Qué es? ¿Cómo funciona? ¿Donde está localizado? ¿Cómo se produce el aprendizaje? Etc. Los neurólogos han comenzado a discernir que el cerebro y la mente son entidades diferentes, pero en una relación significativa. Dan Siegel, en Mindsight, propone un sistema tripartito compuesto por el cerebro, la mente y las relaciones que sugieren que cada componente contribuye y crece al otro. Esta es una concepción interesante a la luz del comentario de Schwartz y Begley de que la vida que vivimos modela el cerebro que desarrollamos. Lo que podemos comenzar a ver aquí, como se revela en El libro de Urantia, es la intrincada sabiduría y belleza que los Portadores de Vida incorporaron a todo el proceso de creación y desarrollo del cerebro.


El cerebro físico con su sistema nervioso correspondiente dispone de una capacidad innata para responder al ministerio de la mente tal como la mente en vías de desarrollo de una personalidad dispone de cierta capacidad innata de receptividad espiritual y, por tanto, entraña los potenciales del progreso y logro espirituales. Las evoluciones intelectual, social, moral y espiritual dependen del ministerio mental de los siete espíritus ayudantes y sus socios suprafísicos. (65:6.10)

La neurociencia evolutiva no ha podido, y tal vez no puede sin información reveladora, ser capaz de darse cuenta y apreciar cómo la mente funciona y evoluciona en este planeta. Sin embargo nuestros científicos están percibiendo las diferencias convincentes entre la mente y el cerebro, y las interacciones entre los dos. Uno puede imaginar lo informativo y liberador que sería el conocimiento del circuito del ministerio de inteligencia en nuestro planeta - los siete espíritus mentales ayudantes (intuición, entendimiento, valor, conocimiento, consejo, adoración y sabiduría).

Curiosamente, Schwartz y Begley en The Mind and the Brain, comentan:

"En su núcleo, la nueva física combinada con la neurociencia emergente sugiere que el mundo natural evoluciona a través de una interacción entre dos procesos causales. El primero incluye los procesos físicos con los que todos estamos familiarizados: corriente eléctrica, tracción por gravedad. El segundo incluye los contenidos de nuestra conciencia, incluyendo la volición. La importancia de este segundo proceso no puede ser exagerada ya que permite que los pensamientos humanos hagan una diferencia en la evolución de los eventos físicos "(pp. 19-20).

La evolución y la Revelación

Schwartz continúa diciendo que hay evidencia emergente de que "la materia por sí sola no es suficiente para generar la mente ... existe una" fuerza mental "no reducible al material" (p.52).

Nuestro sistema nervioso se compone de tres estructuras principales: el tronco cerebral, el sistema límbico y la corteza cerebral. Estas construcciones reflejan nuestro desarrollo evolutivo durante los últimos millones de años. El tronco cerebral (cerebro reptil) revela nuestras estrategias de supervivencia más tempranas: la lucha, el vuelo o la respuesta al congelamiento. Es nuestro componente más primitivo, se conecta a nuestro sistema nervioso autónomo (ANS), funciona inconscientemente, y asigna valencia emocional a objetos o contenidos.


El sistema límbico (el cerebro de mamífero) se compone de la amígdala, hipocampo, hipotálamo y tálamo. Este sistema se encuentra bajo la corteza cerebral y en la parte superior del tronco cerebral. Estas estructuras están involucradas en nuestras reacciones emocionales y motivaciones - enojo, miedo, curiosidad, temor, odio, vergüenza, amor, rabia, etc. El sistema límbico influye en nuestros recuerdos a corto y largo plazo y nuestras respuestas de miedo. Estos grupos de estructuras han sido vitales para nuestra supervivencia. La amígdala suena la alarma, el tálamo envía una vigilia al tronco cerebral, el hipotálamo (regulador primario del sistema endocrino) induce a la pituitaria a señalar la glándula suprarrenal para liberar las hormonas de estrés necesarias y el hipocampo regula la respuesta emocional y las formas memoria.

La tercera estructura, la corteza cerebral superior (cerebro humano), es lo que realmente nos diferencia como seres humanos. Estos dos hemisferios son la fuente de nuestras funciones cognitivas de nivel superior, nuestras habilidades sensoriales y nuestro control motor. La evolución del neocórtex es una coincidencia con el desarrollo del lenguaje, el arte, el mito, la cultura y la sociedad.

El cerebro vivo, tal como lo han diseñado los Portadores de la Vida, no sólo ha contribuido a nuestra supervivencia desde las primeras etapas, sino que también ha proporcionado un vehículo para la experiencia de vida, la conciencia, el otorgamiento de la personalidad y la elección. También ha funcionado como un mecanismo que apoya las experiencias místicas y espirituales.

El Libro de Urantia revela que los siete espíritus ayudantes de la mente operan en el nivel de enseñanza de la mente material en tres reinos ... uno es el nivel animal sub-humano que hace uso de los primeros cinco ayudantes; El segundo es el intelecto humano que emplea a todos los siete ayudantes, y el tercer área es el reino suprahumano en el cual un individuo opera en los dos primeros ayudantes - adoración y sabiduría. Respecto a nuestro sistema neural es plausible que en el funcionamiento sub-humano/animal se esté usando gran parte del sistema límbico y prefrontal temprano. En el nivel humano, la corteza pre-frontal se utiliza principalmente. Finalmente, el nivel suprahumano es probablemente una mentalidad de alma.

Un Divino Consejero nos informa:


En la experiencia interior del hombre, la mente está vinculada a la materia. Estas mentes vinculadas a lo material no pueden sobrevivir al fallecimiento mortal. La técnica de la supervivencia está contenida en esos ajustes de la voluntad humana y en esas transformaciones de la mente mortal por los cuales ese intelecto con conciencia de Dios paulatinamente llega a estar enseñada por el espíritu y finalmente guiada por el mismo. Esta evolución de la mente humana, a partir de la asociación con la materia a la unión con el espíritu, resulta en la transmutación de las fases potencialmente espirituales de la mente mortal en las realidades morontiales del alma inmortal. La mente mortal servil a la materia está destinada a hacerse cada vez más material y consecuentemente a sufrir una extinción final de la personalidad; la mente entregada al espíritu está destinada a hacerse cada vez más espiritual y finalmente a lograr la unidad con el espíritu divino, sobreviviente y conductor, alcanzando así la supervivencia y la eternidad de existencia de la personalidad.(1:3.7)

Y un miembro del Cuerpo de Portadores de Vida añade:

Las dotes fisiológicas y la estructura anatómica de todo orden de vida nuevo están en respuesta a la acción de la ley física, pero la dotación ulterior de la mente es un don de los espíritus ayudantes de la mente que va de acuerdo con la capacidad cerebral innata. La mente, aunque no es de evolución física, depende por completo de la capacidad cerebral, siendo conferida ésta por el desarrollo puramente físico y evolutivo.(58:6.7)

Así podemos ver que la mente depende de la capacidad del cerebro para su desarrollo, mientras que su evolución también depende de su capacidad para ser conducido por el espíritu.


Anson y Mendius en el Buddha’s Brain, señalan: "Cuando tu mente cambia, tu cerebro también cambia" (p.5), lo que implica que la actividad mental crea nuevas estructuras neuronales. Claramente esto podría ser un proceso disfuncional, así como funcional. LeDoux en Synaptic Self infiere que en el establecimiento de estos caminos neurales, nuestro yo sináptico, nuestros cerebros "se convierten en" quiénes somos y/o cómo nos vemos y experimentamos a nosotros mismos.

Como se mencionó anteriormente la vida que vivimos y los pensamientos que frecuentes forma el cerebro que desarrollamos que a su vez impacta la mente humana que construimos y la accesibilidad a los siete ayudantes de la mente. Hasta cierto punto el cerebro y la mente humana evolucionan mutuamente.

Tomaino comenta en Despertar el Cerebro que la conciencia de uno crece con cada revelación que se recibe de otro y cada inspiración que se inspira en uno mismo. Teniendo en cuenta que la mente afecta al cerebro, se puede inferir que el hardware, el cerebro, también se cambia. El crecimiento parece ser un proceso recíproco que ocurre tanto internamente como externamente.

Hemos estado hablando de la mente, el cerebro y la conciencia mientras posiblemente dando vueltas alrededor de un sentido del cerebro místico o espiritual. ¿Qué podría ser eso en términos de neurociencia? D'Aquili y Newberg comentan que el cerebro subyace a todas las experiencias de seres humanos vivos. Es un transformador viviente requerido para que la mente funcione.


Un Mensajero Solitario nos dice:
La interrupción de la vida destruye los esquemas cerebrales físicos para la dote mental, y la destrucción de la mente termina la conciencia mental. La conciencia de esa criatura no puede posteriormente volver a aparecer hasta que no se haya establecido una situación cósmica que permita que esa misma personalidad humana pueda funcionar nuevamente en relación con la energía viva. (112:5.14)

Esto sugiere que la conciencia personal única, como una faceta de la mente, también se termina temporalmente cuando la actividad neuronal se interrumpe. Cuando el cerebro físico es destruido claramente, no hay transformador para que la mente humana a utilizar y la conciencia no está disponible.

La brillantez del diseño de nuestro cerebro vivo es asombroso. Podemos observar cómo esta estructura material viviente a través de su propia evolución ha apoyado y promovido la evolución de la vida humana y el planeta. Es fácil suponer, a la luz de las enseñanzas disponibles en El Libro de Urantia que el diseño encarna formas en que los seres humanos, a través de la mente humana, pueden abrir y, finalmente, moverse hacia y experimentar estados místicos y espirituales. ¿Cómo puede ocurrir esto? ¿Qué se necesita? ¿Cómo participa el cerebro? ¿Qué incendios y dónde se producen los disparos? ¿Cómo funciona el cerebro con la mente? ¿Cómo usa la mente el cerebro? ¿Y cuál es nuestro entendimiento actual?


Extra Relacionado:

49:5.13 (566.1) 2. Series de tipo de cerebro. La única uniformidad física entre los mortales es el cerebro y el sistema nervioso; sin embargo, existen tres organizaciones básicas del mecanismo cerebral: los tipos con un cerebro, los de dos cerebros y los de tres cerebros. Los urantianos son del tipo de dos cerebros, un tanto más imaginativos, aventurosos, y filosóficos que los mortales de un solo cerebro pero un tanto menos espirituales, éticos y adoradores que los de las órdenes de tres cerebros. Estas diferencias cerebrales caracterizan aun existencias animales prehumanas.



49:5.14 (566.2) A partir del tipo de corteza cerebral urantiana de dos hemisferios podéis, por analogía, comprender algo del tipo de un solo cerebro. El tercer cerebro de las órdenes con tres cerebros se concibe de la mejor manera como una evolución de vuestra forma más baja y rudimentaria de cerebro, que se desarrolla hasta el punto en que funciona principalmente en el control de las actividades físicas, dejando a los dos cerebros superiores en libertad para ocupaciones más elevadas: uno para las funciones intelectuales y el otro para las actividades espirituales como pareja del Ajustador del Pensamiento.

Continua en otra entrada...

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